Memorias de Noviazgo [VHopeKook]

# Lluvia

— Entonces Nam preciono el botón de la licuadora sin poner la tapa, y toda la pulpa rojiza le lleno la mitad del torso y la cara, entre otras cosas — el rostro de Hoseok se contrajo en una fuerte carcajada, mientras su cuerpo se contorsionaba como si la escena acabara de pasar frente a sus ojos — Ahh... debiste haber visto su cara, no sé si estaba sorprendido o resignado.

La sonrisa de Jungkook se encontraba de oreja a oreja, sintiendo más gracia por las muecas de su hyung que por la historia en si misma — supongo que fue un lío limpiar todo eso.

— Si, la cara de mi madre al ver su cocina fue la cereza del pastel. Al final nos pusimos a cantar it's a hard know life mientras limpiabamos el desastre.

Para entonces las carcajadas de bebé de Jungkook resonaban con la imagen de los dos chicos adultos cantando cual musical infantil con la ropa sucia y roida en un intento de hacer de su mala suerte algo más sobrellevable.

— Almenos a uno de los dos le divierte esa parte de la historia — con un teatral suspiro resignado, el mayor reforzó el agarre entre sus manos —. Aunque aún no me has contado por que regresas te antes.

Los hombros del menor se alzaron con desinterés — Mi padre salió de vacaciones a Japón con su esposa e hijastro, y aunque su invitación para acompañarlos fue tentadora, preferí quedarme — el menor solto la mano contraria para enredar su brazo con el del mayor, acercándo más sus cuerpos bajo el paraguas. Aquello cercanía era poco usual en lugares públicos, pero debido a la lluvia que había aparecido desde el comienzo del día, las calles se encontraban completamente vacías, otorgándoles ese pequeño ambiente cómodo

Ambos chicos habían regresado de sus respectivos viajes hacia dos noches, decidiendo que lo mejor sería pasar el tiempo juntos, así que apenas se ocuparon de los asuntos pendientes, el menor se dirigió al departamento que compartían sus dos novios, donde el mayor de estos ya lo esperaba. Durante su pequeño tiempo a solas, habían disfrutado de charlas calmadas, videollamadas extrañas con Taehyung y sobretodo, revivido anécdotas de su pequeño tiempo separados.

Por "desgracia", ese preciso día había iniciado ventoso y con una lluvia que no parecía tener fin, y aunque ese ambiente no les resultará ni un poco molesto, fue una verdadera desgracia que la alacena se encontrara vacía, obligándolos a ir al mini market que se encuentra a unas cuantas cuadras del edificio.

Había sido una gran hazaña para ambos abandonar el cálido rincón en el que se encontraban y deshacerse de sus cómodas pijamas, en especial cuando justo ahora su calzado se encontraba cual sopa y sus pantalones estaban mojados casi hasta las rodillas, pero el momento no era tan malo, en realidad para ambos era todo lo contrario, el frío solo les daba más motivos para mantenerse cerca el uno del otro, y después de haber sido mojados por más de cuatro autos que iban a alta velocidad, aquella situación ya solo les parecía cómica a los ojos de ese par.

Con una sonrisa el mayor apresuro el paso al encontrarse tan cerca de casa, siendo detenido abruptamente por una mano a solo un par de metros de la entrada — ¿Qué ocurre Jungkookie? ¿Te encuentras bien?

El pequeño castañito soltó sus manos, parándose frente a Hoseok, observó el piso antes de tomar su última inhalación de valor, sin dudarlo un segundo más, su manos sostuvieron las mejillas del mayor, uniendo sus labios en un beso un tímido.

Hoseok se quedó sorprendido durante unos segundos, reaccionando intuitivamente al rodear con un brazo la cintura de su pareja. Una vez separados, las mejillas de Jungkook se tiñeron de ese lindo rosa que a Hoseok tanto le gustaba, y antes de dirigir palabra el menor tomo la mano contraria llevándolo al interior del edificio.

Estaba avergonzado, Hoseok lo sabía, a pesar del tiempo de relación que tenían, él menor seguía siendo demasiado tímido, no lo suficiente para no disfrutar de besos y caricias cariñosas de ambos mayores, pero lo suficiente para no poder tomar iniciativa.

— Taehyung morirá de celos al oírlo... — murmuró para si el mayor, dejándose arrastrar por el pequeño que aún no se atrevía a mirarle a la cara.

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚛𝚝𝚘
𝙼𝚎 𝚍𝚒𝚜𝚌𝚞𝚕𝚙𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚕𝚊 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚊𝚗𝚣𝚊.

𝙴𝚍𝚍.