Memorias de Noviazgo [VHopeKook]

#Primera Cita

La pierna del joven castañito se movía con desenfreno, provocando ligeras sacudidas en la pequeña mesa frente a él, pero bueno, aquello no era su culpa, era culpa de sus hyung's, a causa suya se encontraba en una guerra interna, debatiéndose entre estar nervioso o molesto.

Nervioso por la próxima cita, pues no se sentía seguro de permanecer tanto tiempo a solas con el par de chicos alocados que le habían ofrecido una relación poliamorosa, y por otro lado estaba sumamente molesto con ese par, imponiéndole una salida en el momento menos indicado, cuando además de su tarea usual, tenía que realizar un gran avance en los planos en los que estaba trabajando para mostrarlos el lunes, por culpa suya había pasado la mayor parte de la madrugada con la cabeza pegada a su trabajo, cuatro horas de sueño y el deseo inaudito de volver a la cama.

Cuando el timbre de su apartamento sonó, se levantó cual resorte de donde se encontraba; honestamente no tenía la más mínima gana de asistir a la dichosa Cita, pero vamos, el simplemente no podía comportarse como un cretino sin empatía, por lo que una salidita no lo mataría.

Tras la puerta encontró a ambos chico esperándolo, con prendas tan informales como las suyas, y esas lindas sonrisas que siempre le dedicaban.

"¿Listo?" preguntó el mayor de los tres.

"Pues... supongo que sí".

"Bien, pero antes, para ti" Taehyung extendió hacia el un grueso ramo, decorado con papel y tul negro. Jungkook observó el ramo, ahora entre sus brazos, entre divertido y extrañado, puesto que el dichoso ramo no estaba compuesto por las clásicas flores ni mucho menos, no, este ramo estaba repleto de golosinas y chocolates coloridos. "Originalmente serían flores o zanahorias, pero Hoseok creyó que apreciarías más este".

Y vaya que lo hacía, aquel gesto había terminado con la tensión acumulada que tenía al imaginar cualquier escenario posible para la dichosa primera cita, no estaría todo la tarde con unos desconocidos, no, estaría la tarde entera con Hoseok y Taehyung, sus dos alocados y divertidos hyung's, con quienes gozaba de pasar el rato, y en esta ocasión no sería la excepción.

II

Su concepto hollywoodense de las cintas siempre consistía en restaurantes por la noche, caminatas bajo la luna o paseos en auto; por lo que el joven castañito no imaginó pasar su tarde entera en el enorme arcade al que lo habían llevado, jugando con cada juego que aparecía y comiendo pizza y soda como unos muertos de hambre.

Si, su tarde entera había sido totalmente divertida, bastante similar a una salida de amigos, a excepción de aquella ligeras caricias y toques esporádicos que recibía de vez en cuando por los dos mayores, como cuando subieron al juego de baile pump it up y durante cada final de turno Hoseok colocaba su mano en su cintura, dejándola tanto tiempo como el de un suspiro, o como Taehyung solía tomar su mano para guiarlo a donde fuera, acariciando con delicadeza sus dedos.

Pero sin lugar a dudas, el cambio más notable fue aquel par de besos en las mejillas que dejaron los dos mayores a modo de despedida, dejando a Jungkook con las mejillas rojas y un tamborileo inestable en su corazón.