El Tritón (La sirenita version yaoi) (B-L)

Parte 11

Narra Eric

Estaba sereno en mi castillo y decidí a tomar un poco de aire fresco de la sombría noche me acordé de Ariel, es un chico raro en verdad pero se ve demasiado sumiso y tiene una cara tierna, pero esa cola es un estorbo enserio.
Mi padre, el rey, es conocido por su admiración a lo metahumano y por que le gusta cazar misterios  y criaturas míticas y que nunca antes se vieron vistas, así como esa maldita bruja obesa mitad pulpo, yo le ayudé a capturarla, nos maldecía una y otra e imparables veces. Recargué mis brazos en el barandal del balcón y suspiré, como quisiera ser rey de una vez por todas, ¿Y si le consigo ése mitad pez y mitad humano? ¿Me dará el trono? Así gobernarías estúpidas tierras, además que completaríamos su colección con una vieja pulpo, una sirena anorexica y ahora ése pez con cara de niño.
Miraba hacia el suelo y escuchaba pasos y murmullos, no le tomaba importancia hasta que vi quién era, o mejor dicho, quiénes eran, un chico alto de cabello blanco y negro, y aquel ser extraño, el chico pez al parecer, sin su ¿cola? ¿Será un brujo él también? Luego lo sabremos. Tomé un telescopio que tenía en una mesa y me dediqué a espiarlos, vi que se detuvieron, ¿hará su magia de sirena?, moví mis ojos hacia al chico alto, me reí a mis adentros vaya vaya, el hijo de la bruja gorda, puede que tengamos un nuevo botín para mi padre. De un momento para otro los vi besándose, y vaya que si fue besarse, duraron varios pero enserio varios minutos así, hasta pensé que se lo iba hacer, pero el peliblanco es tan poco hombre, que estupidez, teniendo al alcance a aquella criatura extraña. Por otro lado, que puto es este pez pelirrojo, después de besarse conmigo, va y casi se acuesta con ése mierda, si que tiene poca moral, en fin, debo de hacerlo mío, después, se lo entrego a mi padre, después de todo, eso es lo que es, un tonto objeto sin valor.
Me retiré y me acosté en mi cama, si que mañana será un gran día. Entre tanto plan que tenía pensado, mi mente se tornó de negro y caí en mis sueños.

(...)

Narra Urso

Esta noche fue de lo mejor, tenía mucho que no caminaba, y menos en compañía de alguien, y no sólo eso, ése alguien es muy especial para mí, es tan lindo que- no, calma, él es el que se enamoró de mi, no yo, ¿ o tal vez...? No, ni loco, además que solo es por mi hechizo, si... Tengo razón, no debo de encariñarme nomas por haberlo trabajado espiritualmente... Si, solo un tonto, torpe y cínico encantamiento. Me abracé y llegué a mi hogar, mi solitario hogar, ingresé a él y volteé a ver las cosas de mamá, si que la extraño mucho, ella no era tan mala para que le hubiera tocado un destino así de cruel, sólo... Era una incomprendida y marginada, nomas me tenía a mí, según ella, yo le había cambiado su vids entera, la pude hacer más feliz y apacible, pero los rumores y la gente superficial, todo contiene un precio a pagar, y ellos lo harán y unos pues ya lo hicieron.
Me fui a descansar, pues y estuve varias horas despierto, y no dudo que amanezca.
Me recosté y Ariel volvió a mi cabeza... Me están matando, y lo peor es que soy mi propio verdugo... Es mi culpa todo esto, ¿que pasará después de que el hechizo se rompa? Supongo que debo de hechizarlo otra vez, o ser sincero con él... Me abracé y me aguanté mis ganas de llorar, porque en serio, nunca tuve un lazo más que con mis mamás, fueron las personas más importantes para mí... Pensé en él y como sería mi vida si mi papá me hubiera alcanzado a matar, no hubiera conocido a mamá Ursula y menos a Ariel... Estos tiempos para mí fueron difíciles, era un ermitaño y me hacía más frívolo, pero el fue mi pequeño rayo de sol, que me enseñó que el sol no solo se levanta, también se cae una y otra vez, pero siempre deslumbrante, sin importar nada más, siempre está para nosotros y es muy cálido a pesar de que todo alrededor de él es gris. Rompí a llorar, pues poseo demasiada carga emocional para tener mi edad, al poco tiempo caí rendido de mis lágrimas que esbozaban mis ojos, pues estaba triste y sobre todo cansado... No solo físicamente, emocional y psicológicamente tambien.