Parte 12

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Narra Urso

Ya era de día, más bien, tarde, después de aquella larga noche llena de sentimientos y pensamientos, no pude conciliar el sueño correctamente. Hoy decidí visitar a Ariel, lástima que no me aceptarían entrar al castillo por ser el hijo adoptivo de aquella "bruja", malditos sirenos doble cara, que nomas se encargaron de esparcir chisme tras chisme, sin importar qué, pero como he dicho anteriormente, todo se debe pagar porque todo tiene un precio, aunque, hay algunos inocentes como mis dos madres que sufrieron cosas demasiadas malas, pienso mucho en eso y me planteó la cuestión sobre si ellas eran realmente malas o no, sin embargo quiero creer que es negativo, pues me educaron muy bien cada una sin importar que sucesos pasaban alrededor de nosotros.
Me peine con mis dedos y me dispuse a nadar para encontrarme con él, tal vez me pudiera escabullir por algunos lugares, pero quien sabe como esté la seguridad.
Nadé apresuradamente, tenía la esperanza de encontrarlo en mi camino, pero no pasó, así que decidí ir hasta al castillo y ver si de casualidad había señal de él.
Pero... Después de bastante tiempo, me retiré de ahi.

Narra Ariel

Hoy me levanté algo temprano, por lo que me sentía algo cansado por lo de anoche, o querré decir, de madrugada, pero viéndolo de un lado positivo, entablamos una mejor... ¿Relación? Sin embargo, eso dejó muchos de mis sentimientos en duda y me dejó muchas preguntas, si realmente soy un juego para él o si siente algo por mí, y muchas cosas de ése tipo, cuando lo vea le preguntaré todo lo que necesite saber yo y podet llegar a una conclusión.
Iré a ver a Erik pero ya no poseo algun interés amoroso como antes lo hacía, solo eran cosas superficiales lo que sentía, pero gracias a Urso, pude abrir los ojos y darme cuenta. Como ya dije, iré a ver a Erik de manera de amigos, y ya, todo bien.

Esperé por un tiempo y fui al lugar donde acordamos vernos, y ahí lo vi, ya no sentía lo mismo que antes, y vaya que es una gran diferencia, me alegra mucho saberlo. Me acerqué y el igual.

- Hola - lo saludé amablemente
- Hola belleza marina
- Em.. Gracias? Terrestre? - dije dudoso y el no pasó a más allá que echarse a reír pero no le tomé importancia en realidad.
- Está bien, no te preocupes - se siguió riendo pero aminoró - Me encantas aunque a veces seas algo raro - no sé que caracoles fue eso, pero no sonó algo tan amable. - Como desearía que mi padre te viera y que aprobara nuestra relación, obviamente le vas a encantar - el aura cambió a algo más turbio, que mal sabor se boda con este tipo, pero bueno, ¿qué secreto podría tener? ¿Que mastica agua?

La tarde me la pasé hablando y vaya que no me había dado cuenta que si es algo raro ya que me doy cuenta, le inserté barreras porque el quería acercarse más a mí, y ps yo no quería eso, me sentía algo incómodo.
La noche cayó y me puse a jugar con el agua, me hipnotizaba su reflejo.
Embobado, mi transe se interrumpió por que algo, o más bien, alguien lo interrumpió, me espanté y traté de escabullirme, pero me di cuenta de quien era en realidad, era Urso y me acerqué a él y lo abracé, lo noté algo decaído.
- ¿Qué tienes? ¿Estás bien? - cuestioné algo preocupado.
- Te busqué pero no te encontré - me abrazó fuertemente.
- Perdón, yo no tenía ninguna idea...
- Ya, por lo menos ahora sé que estás bien - me tomó de las mejillas y se me quedó fijamente mirando a mis ojos. Se acercó más a la orilla y me tomó en sus brazos y me puso ese amuleto que me dio la otra vez y me llevó a la orilla.
- ¿Qué haces? - dije curioso, pero no desconfiado, pues lo aprecio mucho, y me dejó en la arena.
- Nada, solo te extrañaba - se rascó la cabeza y miró a la luna, me acosté.
- Ven a verla conmigo - palpé la arena y me obedeció.
- ¿sabes? He pensado mucho últimamente - se acostó en mi pecho y me ruboricé, no pensé que alguien tan grande cómo él pudiera hacer eso. Le acaricié el cabello.
- ¿Ah si? Yo igual he estado pensando mucho - me tomó la mano que tenía desocupada.
- ¿En qué has pensado? - Preguntó.
- Si, en realidad, tu sientes algo por mí.... - dije en voz baja, pues tenía vergüenza, pero el se movió de donde estaba acostado y me vio a la cara. Yo sentía que me iba a decir que no, pues, yo me esperaba una respuesta más inmediata.
- Claro que siento algo - me miraba a los ojos y me acarició el cabello.
Sentí mucha felicidad y me abalancé sobre él y correspondió mi abrazo y me besó. Él estaba sentado y yo sobre él, me tomó de la cintura y me dio pequeños besos en el cuello, yo estaba más que avergonzado, pero no quería que se detuviera, se sentía... ¿Bien?
- ¿Qué es lo que haces? - cuestioné.
- ¿Ah? Reclamo lo que es mío - me besó el cuello pero dando mordidas y succiones, sentía un cosquilleo que me recorría el cuerpo y cerca de mis piernas. - ¿Acaso te gusta? - siguió dando besos pero estos bajaban a mi pecho.
- S-si - Mi voz estaba algo entrecortada de lo bien que me sentía, el acariciaba uno de mis pezones y jugueteaba con su mano con el otro, se me escaparon uno que otro gemido y tapé mi boca, pero el movió mi mano.
- Me gusta oir tu voz, no la ocultes - me dio un beso en los labios mientras él me acostaba en la arena. Tomó mis muñecas y las sujetó firmemente contra la arena, jugando con su lengua en mi boca formando una danza que la seguía una a la otra. Su besos volvieron a bajar hasta mi cuello, pezones, abdomen e incluso vientre, algo abajo de mi se había albutado, pero son cosas de humanos, yo no sé que es. El chico de las caricias se dio cuenta.
- Vaya, si que eres algo travieso - Soltó una risa pícara.
- ¿Se quedará esto así? ¿Por qué sucedió? - si estaba preocupado, pero no tanto, pues en realidad yo tengo una cola de Tritón.
- Eso fue porque te sentiste bien demás nene, y se quitará, yo te voy ayudar. - Bajó mi prenda inferior y sentí vergüenza sin razón, vuelvo a recalcar, yo no sé que es esto, sin embargo, yo confío plenamente en él.
Me encontré con la sorpresa de una parte de este cuerpo que no conocía, y vi como sus dedos acariciaban la punta, se sentía realmente bien, para ser la primera vez que me pasaba esto. Él se lo metió a la boca, me alarmé porque pensé que me iba a comer, pero sentí mucho placer que me dejó pasmado, gemido tras gemido salían de mis labios mientras él seguía moviendo si lengua, apretó suavemente la punta con sus labios y me vio a los ojos y yo a él mientras gemía, no aguanté y sentí como algo salía de mí.
- ¿Tan rápido bebé? - me apretó un muslo mientras se limpiaba sus labios.
- Ay no puede ser, ¿Te ensucié? - pregunté algo preocupado.
- Para nada de eso - Me regaló un beso en la frente.
- Yo... ¿Yo debería de hacerte lo mismo? Porque puedo notar que tu estás igual que yo.
- Si gustas - Se sentó y se sacó la suya, vaya que si estaba grande, pues no era de sorprenderse porque el estaba muy alto. Lo tomé con mis dos manos y metí la punta a mi boca, sentí una mano de él sobre mi cabeza, mr acariciaba el pelo mientras yo le succionaba, el empujó un poco mi cabeza, estaba nervioso, pues sentí que me iba ahogar, yo seguía succionando mientras el me miraba fijamente y decidí mirarlo a los ojos, pude notar que él había entrado en un trance y me detuve y lo saqué de mi boca.
- Mejor hago esto, no puedo soportarlo más. - Me recostó en la arena otra vez y vi como se metía dos dedos a la boca. - Tu sólo relájate.
- ¿Qué harás? - dije nervioso y el metió un dedo en la parte trasera, vaya que dolía. - ¡DETENTE! ¡ESTO DUEL- Me metió tres dedos a la boca con su otra mano y el empezó a mover el dedo. Me acostumbré y sentí que metió otro dedo y solté un gemido, pues dolía y se sentía bien a la vez. Sus dedos profanaban una y otra vez ése lugar, el dolor se iba disminuyendo, arqueé un poco mi espalda de lo bien que se sentía. -
¡Creo que me volverá a pasar como hace poco! - él al parecer me entendió, o eso creía yo porque vi como me lo introdujo, lentamente, por lo qué solté un sonido de dolor. Él tomó mis piernas con sus brazos y empezó a embestir una y otra vez, el dolor disminiyó y volví a sentir placer, sentía como palpaba dentro de mí, aunque me sentía algo cobarde debido a que no hacía nada, debo de admitir que sentía demasiado bien, tan bien que era muy ruidoso, me volví un completo desquiciado con cada estocada que me daba, sentía mucho placer que tenía espasmos cada 5 segundos y yo no tenía control de mis piernas. Lo abracé fuertemente mientras el seguía embistiendomé, yo no era dueño de mi cuerpo, pensé que todo iba acabar porque algo blanco salió de dónde él me chupó, solté un gemido muy agudo y lleno de aire cerca de su oreja, pero él insaciable hasta aumentó la velocidad, yo sentía que me iba a desvanecer de lo fuerte que sentía nuestras partes chocar. Sentí algo húmedo y caliente en mi trasero y lo vi detenerse y respirar como si no existiera un mañana, yo igual estaba cansado tendido en la arena. La sacó y me abrazó como si fuera yo un bebé.
- ¿Estás bien? - preguntó mientras acariciaba mi rostro.
- Si lo estoy, pero me duele un poco las piernas.
- ¿Quieres que te lleve a ti hogar a dormir? - me preguntó preocupado.
- Si, está bien - Lo abracé fuerte, sentía mucho amor que tenía que enseñarle.
- Antes de que nos vayamos, quiero darte esto - con su magia, sacó una pulsera que hacía juego con el collar. - Quiero darte esto, para que puedas venir cuando quieras.
- ¿Estás seguro? - Me colocó la pulsera en mi muñeca izquierda.
- Claro que si - Tomó su collar y se lo colocó.
Nos metimos al agua y tomamos otra forma, nadamos hasta mi castillo.
- Como quisiera acompañarte, pero yo no soy querido ahí - se rascó la cabeza.
- Un día hablaré con mi papá - le besé la mejilla. - Nos vemos mañana - Le sonreí y me escabullí a mi recamara.

Narra Erik

Era de noche, tenía rato que había visto al chico pez, estoy nervioso de que ese pescado con cara de muñeco sospeche algo malo de mí, pues hoy estaba bien raro, y yo necesito ser el rey, necesito si cuerpo para por fin lograr mi objetivo principal, además que nos haremos más ricos con ése par de bacalaos homosexuales, la colección estará completa, o tal vez.... Torturandolos consiga más información de más criaturas como ellos, y mis ganancias serán más grandes de lo que tenía planeado, ¡EXACTO! soy un genio, pero debo de contener mi postura.
Decidí ir a tomar un paseo por la playa de noche, me ayuda a pensar, y vaya qie lo necesito para concluir mi plan. Todo era muy pacifico, hasta que escuché ruidos pervertidos, personas teniendo sexo en la playa, que poco original y demasiado bajo. Fui a ver por curiosidad y me topé con la imagen de aquel hijo de la puta bruja y al pescado rojo, no puedo mentir, Ariel en su forma humana es un tentación que te invita a caer en el pecado de la perversión, sus gemidos eran dulces canciones para mis oídos, que suerte tiene el chico que se la está metiendo.
Ya sé que haré la próxima vez....

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Perdón por el hard de 3 pesos x"d pero el único hard que he escrito fue hace 5 años? Lol
Espero que les guste X'( avisen si hay errores ortográficos :) los tkm

El Tritón (La sirenita version yaoi) (B-L)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora