cap. 2

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Narra Ariel.

Me desperté muy tarde, veo mi reloj, son las once de la mañana... Mi cama en estos momentos es tan cómoda y placida, del cansancio que tengo... Mejor iré a asearme que ya quiero comer para poder salir a explorar y buscar más objetos, además, quiero buscar el bolso que ayer me encontré, no recuerdo donde lo puse, de seguro está en un cajón, en fin, adios pensamientos...

(...)

Fui al comedor para tomar algo de comida... Hmm, supongo que prepararé unas tostadas con mermelada, me acercaba a la cocina y escuché que alguien me habló.

- Príncipe, no debería de tomar los cuchillos, pueden ser nuy peligroso.
- Tranquila, estoy bien y seré cuidadoso - le sonreí, aunque estaba algo nervioso.
- ¿Irá a algún lado?
- Emm... Tal ¿vez?
- Mientras no vaya muy lejos, está bien, sabe muy bien que el rey se enoja si se va a ciertos lugar.
- Pero, mañana cumplo dieciséis años, ya puedo cuidarme - reproché mientras decoraba mis tostadas con aquella mermelada rojiza y dulce.
- Lo sé, me duele verte crecer... ¿sabes?... He estado aquí por casi 25 años, te conozco desde antes que nacieras y te he cuidado como mi hijo...
- Tu sabes muy bien que eres como una madre para mí - la abracé y mis lágrimas se escaparon de mis ojos.
- Mi pequeño príncipe, tu fuiste y eres el hijo mas encantador que el rey pudo tener... Me gustaría quedarme más tiempo, pero tengo que hacer los deberes...
- Gracias, espero que en la noche no estés ocupada para poder hablar- la liberé de mi abrazo y ella se marchó.
Me fui del palacio mientras comía, estaba algo nervioso de volver a encontrarme con Urso, aunque me hayan contado de lo que dicen sobre él, no me importa, la gente es muy chismosa, si no le hablo, nuncsa sabré si era cierto, amo la mermelada, es tan roja, dulce, espesa y pegajosa... Es de mis cosas mas favoritas.
Después de tanto pensar, ya llegué a mi destino, empecé a buscar entre la cueva las piezas que si pudieran estar en mi colección, seguía buscando, perdido en mi mente hasta que alguien me habló, su voz hizo que saliera de mi burbuja.

- Nos volvemos a encontrar...
- Hola Urso - me volteó para sonreírle.
- Ahora podemos hablar sin problemas... ¿Quieres pasar a mi casa?
- Em, está bien - empezamos a nadar, el viaje no duró mucho, fue unos, 3 minutos... Su casa era una especie de cueva.
- ¿No es tan acogedora como tu palacio o qué? - entró el primero para luego pasar yo.
- Y bueno...
- Bueno, me llamo Urso, 22 años.
- Ariel, mañana cumplo 16 - le regalé una sonrisa.
- Vaya vaya...
- y... ¿Qué haces? O te gusta hacer.
- Yo vendo hechizos y hago favores mágicos a la gente - se empezó a acercar a mi hasta acorralarme en una pared - pero a ti te haría cualquier favor sin enojarme - puso su pulgar en mi barbilla y la levantó.
- Eres muy amable - le sonreí y le acarició mi mejilla con su otra mano y se distanció.
- Sólo para pocas personas... Veo que te gustan las cosas humanas...
- Si, me gustaría conocer la tierra...
- Yo conozco mucho de eso...
- ¿E-EN CERIO?
- Claro - me sonrió

Narra Urso

No es por mentir, pero la vida humana apesta, lo sé por que yo soy un humano... Fui adoptado a los 11 años por una bruja del mar... La más poderosa, antes de que ella muriera, me empezó a ensenar todo sobre la magia y me regaló sus poderes... Aún así, le agradezco por todo, por rescatarme... Nunca voy a olvidar cuando mi padre biológico me torturaba, no sólo a mi, con mi madre era igual, él la mató y me abandonó en una parte del mar... Sólo recuerdo que me empujó del barco y luego desperté con esa señora... Vi tantas cosas que un niño nunca debió de ver... Pero bueno, no importa.

- ¿Me podrías contar un poco?
- Vivir allá es doloroso, ves algunas cosas que pueden ser divertidas pero peligrosas.
- Me gusta el peligro - dijo con una sonrisa.
- No sabes lo que dices, además, sólo eres un niño - me reí burlonamente.
- Claro que no soy un niño - frunció el ceño, en la tierra, le fuera muy mal...

(...)

Narra Ariel.

- Me tengo que ir, ya casi son dos horas quehe estado aquí, necesito hacer unas cosas muy importantes en mi hogar.
- Claro chiquitín, adiós - me besó la mejilla y luego me fui algo sonrojado.
- A-adios.

(...)

Tengo que dormir muy temprano... En cuanto termine de asearme y se limpiar mi habitación, me iré a dormir; ése chico es algo... ¿apasionado? No lo sé, pero hay algo diferente que el tiene, no sé si es su aura o lo que sea, pero es muy agradable.., espero volver a verle...

(...)

Terminé de hacer mis cosas y en cuanto mi cuerpo tocó mi suave cama, caí en un profundo sueño.

El Tritón (La sirenita version yaoi) (B-L)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora