Fiesta de disfraces

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Relata Hanna

Es viernes. O sea, la fiesta de Marco... Él es el hermano de la mejor amiga de Haddy así que no debería confiar en él, pero lo hago por el simple hecho de que se nota a la legua lo distinto que es a su hermana y lo mal que se llevan. Es más, probablemente no haya invitado a su hermana ni a la mía. Asique que mejor que fregarle en la cara a mi hermana que a mi con tres cortos dias ya me habían invitado a una fiesta a la que a ella no.

Habia pensado en varios conjuntos muy llamativos para ir. Mi objetivo es enamorar a Bruno o en su defecto a Marco asique debo ir bien sexy. Dentro de tres meses sera la elección de la Princesa del año (Es una elección que se hace todos los años en nuestro colegio. Debe votar cada estudiante por su candidata preferida) asíque seguramente salir con uno de los chicos más populares me haría ganar, o mejor dicho, ganarle a Haddy quien ganó los últimos tres años.

Estaba en el shopping buscando alguna falda apretada que pueda quedarme bien para esta noche cuando me llego un mensaje de Marco.

Hanna, olvide comentarte que la fiesta de esta noche es de disfraces. Vamos a ponerle mas emoción asique espero verte más atrevida que nunca. Besos.

Era perfecto. Si hay algo por lo que me caracterizo es por llamar la atención cuando quiero ser sexy, asíque que la fiesta sea de disfraces seria una buena excusa para ir con poca ropa. Obviamente todos irían vestidos con disfraces típicos como Barnie, de vaqueros o lo que sea, pero yo no, yo me buscare un disfraz hot. Si Marco quería verme atrevida, pues yo le dare lo que él quiere y más.

En el momento que entre a la casa de disfraces me encontré con la grata sorpresa de mi hermana saliendo del probador con un disfraz de princesa que le cubría cada pedazo de su cuerpo. Y no puede evitar largar una carcajada. Parece que sí la habían invitado, pero mejor aún, podría ver lo atrevida que iría

-¿Tienes algún problema? Porque yo no veo la gracia- Me desafío

-Claro que no. Por cierto, te ves muy... Sexy- dije sarcástica

-No todas las mujeres aprovechamos estas fiestas para mostrar la cola y las tetas- La gente ya comenzaba a darse vuelta y escucharnos

-Bueno. Pues veremos quien llama mas la atención hoy-

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Termine de cambiarme y maquillarme, me mire al espejo y sonreí, me sentía muy a gusto con mi disfraz de conejita playboy.

En ese momento me llamo Louis informándome que ya estaba en la puerta. Hasta el chofer de Haddy se había ofrecido a buscarme, esto se estaba poniendo cada vez mejor.

Me subí al auto y pude notar que el no estaba disfrazado. O si lo estaba era de chico nerd o aburrido, pero probablemente sea su vestimenta habitual.

-¿No llevas disfraz?- le pregunté

-Nono. Estas cosas no son lo mio, a los hombres a diferencia de las mujeres no nos quedan sexys los disfraces. Y por cierto, te ves muy bien- Sonreí, claro que sabia que me veía muy bien, pero era halagador que me lo dijera.

Llegamos y entre muy segura caminando como en una pasarela. A lo mejor exagere un poco, pero sabia lo atractiva que me veía asique decidí esta noche ser la estrella y gozar de ello como correspondía.

Todo parecía perfecto, hasta que comencé a escuchar cuchicheos y carcajadas. No había una puta persona disfrazada.

Mis ojos se llenaron automáticamente de lágrimas. Me habían jugado una broma de mal gusto y ahora todos se burlaban de mi. Corrí hacia el baño y llore desconsoladamente, realmente lo único que deseaba era que la tierra me tragara, maldije el momento en el que se me ocurrió confiar en Marco.

Salí del baño y sentí que alguien me toco el hombro. Tenia la esperanza de que sea alguien disfrazado. Pero obviamente era Haddy.

-Recuerdas que me dijiste que veríamos quien llamaba más la atención hoy? Pues felicitaciones, tenias razón, serias tu- pude notar la felicidad en sus ojos mientras me veía llorar

-Me vas a conocer Haddy-

Salí corriendo y comence a caminar hacia mi casa. Se que no es la mejor idea, ya que son las 2:00 am y tengo que caminar 30 cuadras vestida de conejita playboy, pero preferí eso que quedarme haciendo el ridículo.

Por lo general no suelo llorar por lo que piensen los demás. De hecho no lloro por eso, lloro de la decepción que tengo conmigo misma, había sido tan obvio, desde Haddy alquilando un disfraz de princesa cuando ella las detesta desde que nacimos, Marco invitandome a una de sus fiestas cuando ni me registra, Louis ofrecer buscarme, y yo caí como una principiante.

Después de una larga caminata llegue a mi casa y me encontré con lo que menos quería ver en ese momento.

El auto de Marco

Ignore rotundamente haberlo visto, pero en el momento que quise abrir la puerta alguien me tiro del brazo

Marco

-Por favor dejame entrar. El lunes tendrás todo el día para reírte en mi cara- Y no pude evitar volver a llorar.

-No vine a reírme. En realidad recorrí todo los alrededores buscandote, me pareció peligroso que salgas así a estas horas- No pude creerle ni una palabra. Me hacia la peor broma y ahora me decía que se preocupaba por mi? No caería en ninguna otra de sus bromas.

Opte por no responder, seguramente si lo hacia volvería a llorar y no dejaría que me vea más humillada y mucho menos consiguiendo lo que querían, verme sufrir.

-Me arrepiento mucho haber sido cómplice de esto. Jamás pense que reaccionarias así, en verdad lo siento.

-Hagamos de cuenta que te creo, ahora vete, por favor Marco-

-Sabes? De hecho creo que no tienes porque avergonzarte, ese disfraz te sienta a la perfeccion- Y de una vez por todas se fue

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2015 ⏰

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