Cuando el Aburrimiento Trae Letra

Fallaste.

~ ¡Huye! ~ Es lo que mi cerebro repetía una y otra vez, sin detenerse.

La piel desnuda que dejaban mis ropas mojadas eran raspadas por las pequeña, pero resistentes ramas de los enormes árboles que me rodeaban. Las sombras de las siluetas, que comenzaban a rebasarme, seguían mi rastro de olores intuyendo mi objetivo: La Carretera; si lograba llegar hasta ahí, no tendrían la libertad de aparecer por el temor de ser blanco fácil para los cazadores, tal y como era yo para ellos en estos momentos.

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— ¡Traerla a mi, viva o muerta! Después de todo, no tendrá un final feliz, porque yo mismo me encargaré de ello — gruñó en su sitio estampando su puño contra la mesa  frente a él.

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No quise terminar ahí, eso se lo aseguro, mi curiosidad es quien más domina mis acciones, liderando hasta el más pequeño rincón de mi cerebro.

~ No te detengas ¡Corre! ~ El temor es quien me da ahora las instrucciones y la muerte no era una opción en su manual.

Las enormes siluetas se acumulaban a mi alrededor, podía ver el costado de la carretera pero, una de las ‘bestias’ se abalanzó sobre mí haciéndome caer de espaldas contra la tierra húmeda.

Su hocico estaba en mi cuello atrapándolo entre sus colmillos y me gruñía con repulsión mientras su cuerpo acorralaba el mio con presión...

~ Fallaste ~ Es en lo último que pensé antes de sentir sus afilados colmillos ser enterrados en mi piel.

Y entonces...

La vida se despidió
de mi cuerpo.