No mientas.

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  La Luna se levanta entre las aguas de un lago de esmeraldas, recostándose en el tronco de un árbol seco. Un rugido del viento hace temblar a los árboles, quienes susurraban el llamado de un ángel en desgracia. Las hojas de los arboles que se mecían entre el viento se mezclaban con las plumas de sus marchitas alas. Sus ojos hinchados y sus grandes ojeras lo delataban — "No mientas pequeño ángel" — reclamó el viento, llevándose sus alas en cenizas y dejándolo en un mundo lleno de pecados retratados.     

Cuando el Aburrimiento Trae LetraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora