XIV

555 57 27
                                    

— Leche, huevos, arroz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Leche, huevos, arroz... Creo que no he olvidado nada.

Ran caminaba por un parque rumbo a su hogar, apenas había llegado donde su padre se dio cuenta que el susodicho no había ido a hacer las compras y eso significaba que no tendrían que cenar esa noche, por lo que dejando su mochila camino sola hasta el supermercado para comprar sus suministros.

Aún tenía el uniforme escolar, en la mano izquierda cargaba la bolsa repleta de objetos de la tienda y en la derecha seguía revisando constantemente el papel donde había anotado todo lo que debía comprar, todo parecía una escena común y cotidiana, entonces ¿Qué era esa pesada sensación en el ambiente?

Desde que ella había salido de su hogar sentía una pesadez en el cuello, como si alguien no le quitará la vista de encima, sin embargo, paso de pensar que eran suposiciones suyas a creer que un pervertido la venía siguiendo cuando en el desértico parque el sonido de pasos tras suyo llegó a sus oídos. Apretó la bolsa contra su pecho, aunque podía defenderse sola no significaba que no tuviera miedo de ser perseguida por alguien, volvió más rápido su andar sintiendo el sudor bajar por su frente a medida que su desconocido acompañante ya parecía pisarle los talones.

Con la lenta desaparición del sol y el cielo pintándose de tonalidades cálidas y rosadas los faros del parque se encendieron casi dando la señal a la castaña de dar media vuelta con la intención de dar una de sus clásicas patadas, pero está ni siquiera rozó al hombre vestido de negro quien la miraba tras los lentes oscuros a la par que otros dos la sujetaban por los brazos.

— ¡¿Qué quieren de mí?! — Chilló a la vez que movía su cuerpo con desesperó para intentar escapar de sus captores. El hombre se acercó a ella, todo parecía verlo en cámara lenta y escuchaba su corazón latir fuertemente — ¡¿Qué quieren?! ¡Suéltenme! — Parecía que sus esfuerzos eran en vano, por más que gritara no obtenía respuesta y en aquí parque sin nadie cerca empezó a tener por su vida.

Agradécele a tu amigo Detective — Susurro en su oído uno de los hombres y seguido sintió un picor en el cuello y como su sangre se calentaba, la imagen de Shinichi llegó a su mente a la vez que su cuerpo se entumecía, los hombres la soltaron provocando que cayera en seco contra el duro suelo.

Con el cuerpo inmóvil, antes de perder la consciencia recuerda no solo los golpes, sino una mano meterse en su blusa, ahí fue cuando ella colapsó.

Con el cuerpo inmóvil, antes de perder la consciencia recuerda no solo los golpes, sino una mano meterse en su blusa, ahí fue cuando ella colapsó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ellipsism || KaiShinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora