"- ¿Si pudieras cambiar el pasado, lo harías?
- Solo si de esa manera puedo seguir teniendo un futuro a tu lado."
Cuando todo se derrumbó, tuvo que renunciar a lo que conocía, el mundo que a sus pies se iba cayendo lo empujó a retroceder 10 años en...
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- ¡Maldito Kid! - Se escuchó el grito furioso por parte del inspector Nakamori, quien se encontraba rodeado de sus oficiales de policía mientras en el cielo la silueta de traje blanco se alejaba gracias a su ala delta.
Nuevamente, Kaito Kid, había hecho su aparición, llevándose consigo la joya "Green Rose" que, para su decepción, nuevamente seguía sin tratarse de la gema que tanto anhelaba encontrar y ponía en peligro su vida.
- Otra vez sin éxito - Se dijo a sí mismo guardando la gema en su bolsillo mientras aterrizaba en un callejón cambiando su elegante y reconocido traje blanco con copa, a su ropa casual dando paso a Kaito Kuroba.
Camino en silencio hacia su hogar, pasando primero a la tienda de conveniencia por algunos dulces que comería en medio de la noche a escondidas de su amiga de la infancia, Aoko.
Se dejó caer en la cama rebotando en ella debido al impulso y escondió bajo su almohada la bolsa con todo tipo de chucherías que más tarde engulliría y tras oír el típico "- ¡Kaito, a cenar!" De la chica de ojos azules salió de su casa rumbo a la de al lado. El ambiente en la casa Nakamori siempre siendo tan... Poco tranquilo, con los dos adolescentes corriendo por la casa y el inspector quejándose de su fracaso esa noche con el ladrón.
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En Beika, un pequeño niño de lentes venía de la mano de una chica de ojos violetas y cabellos castaños a quienes se le sumaba un adulto de traje un tanto ebrio.
Conan Edogawa, salía de cenar acompañado de la familia Mouri, sus acogedores tras su secreta conversión en niño. El verdadero nombre del chico era Shinichi Kudou, un joven detective de secundaria que había sido víctima de la droga apotoxin, la cual lo había convertido en un niño de 7 años.
- ¡Oye! ¡Hermana Ran! - Llamo el niño a la joven haciéndola girar la cabeza hacia él.
- ¿Sí, Conan-kun?
- Mañana mis amigos y yo pasaremos la tarde con el Doctor Agasa, así que tal vez no llegue a comer.
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Del cielo una lluvia blanca comenzó a caer, la nieve rápidamente cubrió el suelo de la ciudad haciendo que algunos se dieran aún más prisa en llegar a sus hogares o al sitio al cuál tuvieran que llegar, entre tanta multitud una silueta envuelta en un saco café dejo escapar un suspiro de sus labios apareciendo una diminuta nube de humo debido al aire caliente que dejaba su cuerpo, sus ojos, se encontraban fijos en las pantallas del edificio.
"Otro robo triunfal para el Ladrón Fantasma, Kaito Kid"
Una sonrisa se pintó en sus labios algo resecos, se dio la vuelta y se perdió entre la gente no sin susurrar antes.
