Parte 5

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Las cosas en definitiva no iban bien, es decir, mi mayor miedo era que la falta de comunicación terminará con los lazos que forjamos, pero allí me di cuenta de cuánto me quería ella... Siempre buscaba una forma de contactarme aunque sea 5 minutos para poder darme los buenos días o al menos preguntarme que estaba haciendo, fueron pequeños detalles que me hicieron quererla aún más.

Días después cuando otra vez pudimos hablar con más calma me comenta que dejará de trabajar en el hotel pues trabajaría con su mamá en un restaurante que tenían planeado poner, yo solo le dije que la apoyaría en lo que ella decidiera y que si en algún momento ella cae, no tendré problemas en ayudarla a levantarse y si hace falta me quedaré en el suelo con ella hasta que tenga fuerzas de levantarse.

Siento que a su lado he cambiado mucho, es decir, sigo siendo yo... Sin embargo ahora me preocupo más por mi mismo y en qué será de mi en un futuro, le pongo más empeño a lo que hago y trato de que todo lo que hago sea por tener un futuro con ella, tratando de que cada paso por más pequeño que sea, me acerquen a ella. Aunque cada día sueñe con esa meta de estar a su lado y al despertar la tristeza me invada no daré un paso atrás y seguiré a pesar de los obstáculos que nos pongan.

Volviendo a lo de antes. Las cosas mejoraron un poco, hablábamos en el día cuando ella despertaba hasta que se arreglaba para irse, a veces se tomaba el tiempo de escribirme y mandarme fotos mientras estaba desocupada, al llegar a casa me escribía de nuevo hasta que me quedara dormido o hasta que le dijera que durmamos pues siempre le dije que para mí lo principal era su salud y que no me gustaba que no descansará en las noches, aunque eso significaba sacrificar nuestro poco tiempo juntos.

Ya no sé si llamarlo querer pues todo empezó a cambiar, la confianza subió de nivel, hablábamos de un futuro cada vez más ansiosos por este, nos queríamos comer el mundo de un bocado, hicimos uno y mil planes de que hacer cuando por fin podamos estar juntos, incluso la visitaba constantemente... En Google maps claro, un poco triste la verdad. Pero era feliz de hacerlo, me hacía feliz imaginarme un día tocando su puerta y verla a los ojos y decirle que no todo fue en vano, que si se lo dije, se lo cumpliría. Aunque pases 3500 días y las esperanzas estén por llegar a su punto más bajo, yo seguiré y cuando ella ya no pueda seguiré por los dos, sin miedo a fracasar, sin miedo a llorar.

Yo... Aún sigo aquí en mi solitaria y fría habitación, pensando en ella cada día, viendo sus fotos o leyendo conversaciones antiguas, recordando y teniendo presente todos los buenos y bonitos momentos que me ha tocado vivir contigo...

3500 Km - Sin FronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora