Capitulo 16

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Remuevo el panel de madera oculto en mi cajón de medias y cuento mis ahorros de The Phoenix.

Después de pagarle a la ciudad por la lámpara de la calle y el cartel de alto, comprar mi auto de vuelta del estado, y cubrir mis costos de la corte, tengo ocho mil dólares para mí. Me imagino que bailaré por una o dos semanas más para ganar un poco más, pero me estoy yendo pronto. Necesito empezar a finalizar mis planes para mudarme a Nueva York.

Por primera vez, he recibido una respuesta positiva de un editor, una carta de “Amaría discutir este manuscrito contigo”.

No es una garantía, no es una promesa, pero no es un rechazo.

Rodando mi dinero en la media otra vez, lo meto devuelta en su escondite y escucho un golpe en mi puerta

—Hola, Emerald. —Virginia camina dentro de mi habitación.

—Hola. ¿Qué pasa?

—¿Hay alguna razón por la cual sacaste todos esos papeles de tu pared? Estaba empezando a acostumbrarme a ellos.

—No realmente —miento. Quiero decirle que ya no me siento como una falla, que ya no quiero mirar cosas que me recuerden cuán miserable era solo hace unos meses, pero no puedo. Me he abierto lo suficiente las últimas semanas.

—Henry y yo estamos tan orgullosos de todo lo que has hecho este verano. —Me empuja a sus brazos, abrazándome tan apretadamente que apenas puedo respirar—. Tan, tan orgullosos.

—Todo lo que hice fue terminar la rehabilitación —digo mientras me deja ir.

—No, hiciste más que eso. Mantuviste un trabajo más tiempo del que nunca antes habías hecho, hiciste amigos, y pagaste todas tus deudas tú misma. Hiciste mucho, incluso sigues sin encontrar tiempo para ir a la iglesia.

Me rio.

—¿Puedes venir abajo conmigo por un minuto? Henry y yo queremos hablarte de algo. —No me da la oportunidad de responder. Prácticamente me empuja fuera de mi habitación y bajando las escaleras.

—¡Ahí esta ella! —Henry se saca sus anteojos de lectura mientras entramos a la sala de estar—. Siéntate, Emerald.

Miro hacia atrás y adelante entre los dos, preguntándome qué demonios está pasando. Ellos solo me acorralaron de este modo una vez antes, e incluso aunque estaba borracha en ese momento, recuerdo la conversación de cualquier modo menos agradable. Se miran el uno al otro, y me miran a mí, suspirando exactamente al mismo tiempo.

—No estoy seguro de si sabes esto o no, pero Leah solía llamar y dejarnos mensajes de voz a través de los años… —Los ojos de Henry se aguaron—. Ella nos decía que nunca llegaríamos a conocerte y que nunca nos dejaría ser parte de tu vida.

Virginia limpia una lágrima de su ojo y Henry acaricia su hombro.

—Era una manera de hundir el cuchillo incluso más hondo en nuestros corazones. Ella sabía que nos lastimaba terriblemente, pero mientras pasaban los años, creo que se dio cuenta que la lastimaba a ella también porque se detuvo. Empezó a enviarnos fotos de ti, copias de tu boletín de calificaciones, y mientras te hacías mayor, nos envió copias de tus ensayos e historias.

Siento un bulto subiendo por mi garganta, pero lo fuerzo hacia abajo.

Nunca pensé que Leah realmente leyera alguno de mis trabajos, nunca le creería si ella me hubiese dicho que se los estaba enviando a mis abuelos.

—Por los últimos diez años de tu vida, así es como nos comunicamos.

Sin charla, sin textos, solo cartas. Ella nos enviaría tu trabajo, y nosotros le enviaríamos una carta diciendo que la recibimos, rogándole por más.

Beautiful Failure // Harry Styles & EmeraldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora