Capitulo 3

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Un saludo a todos mis lectores, disculpen el retraso, espero que el cap sea de su agrado y sigan apoyando la historia como hasta ahora e incluso más, mientras más apoyo más seguido actualizare, tengo algunas otras historias y las estoy actualizando en función de la atención que ustedes les dan ya que así se cuales debo actualizar mas rápido y más seguido. Este capítulo es un poco más largo que los anteriores así que disfrútenlo ¡Gracias por sus votos, vistos y comentarios! Créanme que cada uno de estos me anima a seguir escribiendo.






El día se hacía presente, quedando atrás la oscura noche. El sol se alzaba en el horizonte orgulloso, mientras que la luna con indiferencia le daba la espalda, aunque observando de soslayo a su némesis, como recordando que este no debía celebrar mucho su triunfo, pues como cada día, volverían a cruzarse.

Halrinach se encontraba en la copa de un árbol observando la escena que se repetía día con día, mientras que Kikyo se levantaba disfrutando de la sensación de descanso y renuevo, y quizás algo de pereza que su cuerpo le regalaba. Al abrir los ojos y encontrarse con parte del atuendo de la peli blanca se sorprendió un poco, y sin ella saber porqué una pequeña, y casi imperceptible sonrisa se posó en su rostro, al tiempo en que uno de los espectros volvía a poner, como en la noche anterior, el desayuno de la sacerdotisa enfrente de ella. Una sonrisa en agradecimiento por parte de la humana que fue respondida con una acción o reverencia, que fue lo que la criatura le dio a cambio, pero antes de retirarse, la mujer le preguntó por......

Kikyo:¿Halrinach?

El Espectro con sus decrépitas manos apuntó a la copa de un árbol, y la castaña siguió su dedo encontrándose con el cuerpo de la demonaza siendo iluminado por el sol, que como por petición de la misma lo hacía para dar una visión algo.....¿Celestial? de ella que la hacía relucir más, y la brisa mañanera se colaba en su kimono y cabellos blancos como la nieve, mostrando una imagen cautivadora. Ambas miradas se encontraron, pues la inmortal sintió su mirada y al contrario de lo que pudo haber pensado la sacerdotisa, le sostuvo la mirada, y casi coordinadamente ambas la apartaron segundos después.

Kikyo se dispuso a comer y Halrinach a seguir observando el horizonte. En minutos las dos habían acabado lo que estaban haciendo, y de un salto la Yokai quedó enfrente de la mujer, quién ya estaba lista para partir, y tenía entre sus manos la tela turquesa que iba encima de su kimono. La humana le extendió la prenda.

Kikyo:No tenías porque hacerlo, aunque no dudo que lo necesitase anoche.

Halrinach asiente y se vuelve a poner lo extendido por Kikyo para voltearse, y ambas empezar con su caminata en silencio con los espectros a sus lados. Ya llevaban varias horas caminando, y estaba cerca de ser medio día. Ninguna había hablado hasta ahora, aunque por el momento el recorrido había sido ameno, la sacerdotisa se dio a la tarea de empezar una conversación ya que la información que tenía de su compañera de viaje era escasa, y agradece el hecho de que al haber regresado a la vida, algunas de las características que había perdido o mejor dicho había decidido dejar de lado volviesen. Había dejado que lo vivido la moldease de alguna manera dando paso a esa personalidad fría y distante, pero había perdonado y entendido qué hay que aprender a dejar........ Ir.

Kikyo:parte del motivo por el cual estamos realizando está búsqueda es mi culpa. Naraku no hubiese existido si yo no lo hubiese salvado aquella vez.

Tal vez nunca lo había dicho en voz alta, hasta ahora, pero la castaña se responsabilizaba por todo lo que había hecho Naraku. ¿Porqué confiar en una desconocida? Ella le regresó la vida sin pedirlo, y sin exigir algo a cambio, sonara tonto y hasta estupido pero que más podría hacer Kikyo sino era intentar obviar lo que ambas eran y no emitir un juicio en contra de la Demonaza. No se conocían, pero tenían todo un viaje para hacerlo.

Kikyo y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora