V

748 71 6
                                    

-¿Poseidón?- la joven de cabellera cobriza preguntó bastante confundida en el umbral de la puerta que se había encargado de abrir -Se supone que te alcanzaremos en la reunión -Se cruzó de brazos mientras hacía un ligero puchero de molestia. El pelinegro había interrumpido una sesión de besos entre Hades y ella 

-¿Dónde está el pedazo de mierda de mi hermano?- bramó Poseidón mientras pasaba al departamento sin siquiera ser invitado a entrar, parecía furioso y al borde la cólera, eso descolocó a Perséfone puesto que era cierto que no se llevaban bien entre hermanos, pero por lo menos aún cabía el respeto. Sin embargo en ese momento el segundo hijo de Cronos había entrado echando injurias y maldiciones, comportamiento que no podía pasar por desapercibido -Ese maldito imbécil- volvió a expresarse mientras sostenía unas hojas blancas con algo escrito entre sus manos

-Decídete Poseidón - Hades iba saliendo de su habitación mientras se acomodaba la corbata roja y se abrochaba los gemelos con suma tranquilidad -¿Soy un pedazo de mierda o un imbécil?- cuestionó con sorna en su voz 

-Mereces el peor de los insultos- se acercó a su hermano con ira destilando de sus ojos -Eres peor que nuestro padre y el maldito ya está muerto- 

-No sé de qué carajos estás hablando- Hades alzó una ceja con hastío -Vienes a mi departamento pasandote por las pelotas el hecho de que Perséfone esté aquí y me insultas cuando no tengo ni puta idea de lo que quieres - el tono usado por el mayor era sereno, pero mantenía esa prepotencia tan característica en su tono 

-Me parece perfecto, tal vez por fin se dé cuenta de lo mierda que eres hasta con tu propia madre y se termine alejando- Poseidón arrugó los papeles en su mano y Hades perdió la paciencia tan rápido como el menor terminó de decir esa frase tan cargada de reproche soltando un puñetazo en la cara de su hermano menor

-Hades- Perséfone llamó sorprendida ante tal comportamiento 

-Rea nos abandonó, ella se fue.- se escuchó con rencor- Tal vez debí hacer lo mismo con ustedes si hubiera sabido que se iban a comportar como idiotas, pero adivina qué; preferí joderme para que ustedes estuvieran bien - había ira y dolor en esa mirada esmeralda -Jamás la odié por lo que hizo, pero si deje de considerarla mi madre- Poseidón se llevó una mano a la mejilla sobándose la parte enrojecida por el golpe

-¿Nosotros merecíamos eso también? Dime pedazo de mierda ¿querías que la odiaramos por qué tú no podías?- el menor ahogó un sollozo -Ella nos buscó y tú nos alejaste -

Hades aún no lograba atar cabos completamente ¿de qué diablos le hablaba? ¿Por qué tan repentino reproche? su mirada esmeralda se fijó en el par de hojas que su hermano llevaba en la mano y por fin entendió ese arranque de ira estúpida 

-Tú...- hizo una pausa - ¿Por qué putas entraste a mi oficina?- cuestionó con severidad evadiendo las preguntas de su hermano 

-Justamente para esto- lanzó las cartas de Rea al suelo -¿Cuánto tiempo pensabas en ocultarlo? Llevas trece malditos años teniendo conocimiento de esto- lo señaló acusatoriamente -Pudimos... ser diferentes- ahogó otro sollozo - Maldito egoísta de mierda-

-Sacar conclusiones sin saber el contexto es lo más estúpido e idiota que has hecho, Poseidón- Hades se acomodó los anteojos -Sigues siendo un niño imbécil- recriminó

-¿Conclusiones? ¿Cómo se supone que deba tomar esto?- el menor se llevó una mano a su cabello con frustración 

-Tómalo como se te dé la maldita gana -Hades tomó el saco que estaba en un sillón cercano, ya no tenía ganas de discutir un tema tan trivial como eso. Tomó a Perséfone quien se había mantenido impasible y al margen todo este tiempo, le abrió la puerta a su amante y antes de que saliera le dirigió una última mirada a su hermano -Creo que esto sólo se lo he dicho a Zeus, pero tienen suerte de que no sea el bastardo de Cronos o ya estarían jodidos- suspiró - Quédate el tiempo que quieras, haré la negociación solo, no quiero que la frustres sólo por tus estúpidos berrinches -cerró la puerta del departamento guiando a la joven de cabellera cobriza y esbelta figura a su auto.

PerséfoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora