• Capítulo Trece •

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✨🌸✨


Había pasado una semana...

Una semana donde Jin se encontraba deprimido y enojado consigo mismo, mientras divagaba en el mar de pensamiento que tenía. Era realmente un lío andante, se encontraba furioso, pero más, con su omega que pedía ver a Namjoon, a aquel alfa que sin quererlo había roto su corazón.

- Jin, es momento. Vamos a Seúl.

Jae hizo que se decidiera de sus pensamientos triste, a lo que solamente asintió.

Abordaron un carro y fueron a la capital. Llegaron después de 2 horas aproximadas, donde estuvieron platicando. Como el paciente era Jae, Jin tuvo que esperar en los corredores del hospital, específicamente, en una banca cerca de dos betas viejas.

Nervioso, claro que lo estaba, solamente podía aplastar con fuerza la bolsa que siempre llevaba consigo.

Las dos betas lo observaron con cuidado y murmuraron entre ellas como si lo estuvieran escaneando toda su vida, más allá, cerca de la puerta por donde había ingresado Jae, había otras tres más.

Con impulso, una beta se acercó a Jin y este no se podía poner más nervioso.

- ¿Te ocurre algo? - Preguntó sin nada de preocupación la vieja beta, más bien parece que se preocupa por saber de la vida ajena -

- A... mí, nada. - Jin evito la cara de la señora -

- Entonces, ¿a quién? - Eso era, querían saber por qué estaba aquí, en un lugar que era para realizar abortos -

Jin giro su cabeza hacia la puerta y vio como salía un muy mal Jae, se veía muy mal. Se paró de la banca y fue a ayudar a su pobre amigo que apenas podía caminar con un feo puchero y con lágrimas que amenazaban en salir.

Fueron ambos omegas caminando lentamente hacia la misma banca donde estaba Jin, pero era mejor no estar con esas dos betas chismosas, así que Jin le hizo una seña para que se dirigieran un poco más lejos donde había otra banca blanca pero desocupada.

- Duele. - Hablo a penas Jae - Duele mucho.

En ese momento, cuando Jin le iba a responder se percataron ambos que alguien o más bien una mujer beta estaba parada frente a ambos.

- Ma-mamá. - Jin ayudó a Jae para que se ponga de pie -

- ¿Ha salido bien la operación?

Jae únicamente movió su cabeza y su madre dio un gesto para que se sentara de nuevo. De su bolso sacó un pañuelo que contenía tres huevos. Tomo uno y le entrego los dos a su hijo, lo pelo y le dio para que lo pudiera comer, Jae lo tomo y comió.

- Sa-sabes que no tenemos un pasado bueno, esperé que tú fueras nuestra esperanza y mira con lo que sales. - Hablo con lágrimas - Sabes que te pueden enviar al campo de por vida, eh, ¿acaso eso quieres?

- No me importa. - Respondió con amargura y con lágrimas en sus ojos -

- ¿Qué?

- No me importa ir al campo, es mejor eso. - Dijo - Tal vez las normas cambien algún día.

La beta enojada tiro lo que comía su hijo, ambos omegas se asustaron y murmullos se escucharon por el corredor donde viejas betas miraban y conversaban, como si fuera todo un espectáculo del cual se puedan divertir. Como si el sufrimiento ajeno fuera divertido como para consumirlo.

- ¡Te he criado para nada, para que vayas al campo! Ya no me importas. No eres mi hijo, ya no lo eres. - Dicho eso, salió de la vista de ambos -

Jin se levantó y recogió lo que se había caído ante la mirada de aquellas señoras que no paraban de hablar. Destapo una botella de agua y le tendió a Jae para que bebiera del líquido.

"Soy Jin"  [ Omegaverse - NamJin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora