Seventeen

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Yeosang miró confuso la escena que se encontraba en el sofá de su hyung. Mingi se encontraba dormido sobre Hongjoong solo con un pantalón y con la cabeza metida en el hueco de su cuello, mientras que su hyung estaba con los brazos sobre sus ojos y las piernas rodeando el torso del más alto. Sonrió levemente, al menos alguien la noche anterior tuvo una noche interesante. Se sintió algo culpable por haberles quitado la comodidad de la cama de Hongjoong y por ello decidió hacerles el desayuno.

Entró en la cocina y puso a calentar un poco de leche pensando en las palabras de la persona que le gustaba. Suspiró algo desanimado y quitó algunas lágrimas que resbalaban en sus mejillas. No iba a pensar más en él, por su salud mental. Para ello se entretuvo haciendo tortitas y crepes porque a pesar de que sabía que su hyung adoraba los dos, no sabía que podría gustarle al rapero.

Comenzó a reír levemente al ver el desastre de utensilios de cocina que había por todas las partes, solo tenía que seguir dos fáciles instrucciones y había acabado así. Mientras recogía entró Hongjoong bostezando con las mejillas sonrojadas.

—¿Pasaste buena noche hyung? —Movió las cejas de arriba hacia abajo para molestarlo. El ligero color rojizo que tenía el peliazul se convirtió en un rojo intenso.

—No pasó nada de lo que piensas, lo juro —eso sacó una carcajada a Yeosang porque ya sabía a donde iban los pensamientos de su mayor.

—Solo he dicho que has pasado buena noche, nada más —el hecho de ver a Yeosang más animado le llenó el corazón al más bajito—. Bueno, de todos modos he hecho el desayuno y no he quemado nada, deberías estar orgulloso.

Hongjoong no dijo nada y lo abrazó con fuerza. —Soy tu hyung, debería ser yo quien te mima —el contrario sonrió dulcemente.

—Siempre lo haces, me toca a mi. —se acomodó en el hombro de su mejor amigo inspirando su olor—. Hueles a Mingi, bueno lo que creo que es el olor de Mingi.

Un ligero carraspeo interrumpió a los dos haciendo que se giraran a la puerta. Tenía toda la pinta que había escuchado la última parte de la conversación porque tenía el mismo tono en el rostro que Hongjoong. —¿Cómo te encuentras? —La pregunta tomó por sorpresa a Yeo y le hizo sonreír levemente.

—Sinceramente podría estar mejor, pero creo que es mejor así —se sentó levemente—. De todos modos, tiene razón en una parte que dijo ayer, debería haber respetado su decisión de que no quería nada.

Tanto Hongjoong como Mingi tomaron asiento a su lado mirándolo curiosos. —¿Pero qué paso? —Mingi apoyó su cabeza en su mano.

—No sé cómo comenzamos a hablar sobre cómo casi había besado a Yunho y le empecé a decir de broma que si no se daba prisa que me perdería, pero parece ser que no sabe cómo tomar una broma y me dijo que qué le importaba a él que yo estuviera con otras personas si ni siquiera estaba interesado en mí —suspiró levemente a la taza de café que le acababa de servir Hongjoong mientras relataba todo.

—Seguí bromeando sobre que si no me daba la oportunidad de mostrarle quien soy jamás se daría cuenta de si le podría llegar a gustar, pero parece que él creía que lo decía en serio. Quiero decir, había algo de verdad en mis palabras pero realmente entiendo que si no le gusto no le voy a forzar, no soy un acosador —su voz se rompió al seguir—. Ahí comenzó a decirme que todo lo que le había mostrado era una persona arrogante, estúpida e infantil que no tenía juicio, que solo servía para acosar y que era peor que una garrapata —su voz llena de pena angustió a los dos oyentes.

—Después me dijo lo que oísteis y el resto es historia —sonrió amargamente—, creo que yo no soy así, ¿hyung? —El corazón de Hongjoong se encogió y tomó el rostro de su amigo con cuidado.

—Eres la persona más dulce y cariñosa que he conocido, te gusta bromear y tu humor es algo ácido, pero eres maravilloso. No dejes que ese te diga lo que eres cuando obviamente no te conoce.

La expresión de Mingi se había vuelto fría y ninguno de los dos amigos sabía si era por que había dicho todo eso de Hwa o por cómo se estaba sintiendo en ese momento. —Lo voy a matar —dijo con un tono de voz que estremeció a los dos, haciendo que Hongjoong tomara su mano y le diera un besito en la palma. Esa acción alegró al mejor amigo del peliazul quitándole el sabor amargo de lo que acababa de contar.

—Ayer cuando te fuiste no nos quiso decir que te dijo porque se sentía avergonzado de como te había tratado —bufó— se angustió y dijo que se arrepentía de haberte dicho eso —apretó sus puños intentando calmarse—. No puedo entender como puede llegar a ser tan idiota a veces y esperar que con lo más simple se solucionen las cosas.

—¿Por eso lo estaba llamando? —Murmuró Hongjoong curioso recibiendo así un asentimiento por parte de Mingi. Yeosang no dijo nada y llenó su boca con un trozo de tortita a pesar de no tener hambre.

—Voy a hacer lo que me pidió y dejarle en paz —suspiró levemente—. Dile que no hace falta que se disculpe que ya lo he perdonado y dile que me perdone por ser tan intenso —Mingi tomó con cuidado su mano dándole una sonrisa dulce.

—Quizá no te conozco de nada, pero mereces más que esto —Mingi dudó un poco antes de seguir—. Creo que a pesar de que Seonghwa hyung haya sido indiferente contigo, le importas. No fueron ni una ni dos veces que nos habló de ti y él no suele ser muy expresivo ante gente desconocida —los dos lo miraron sorprendidos—. Y ayer... Nunca lo había visto tan afectado por alguien. Aunque eso no justifica nada que fuera un cabrón contigo.

Yeosang comenzó a llorar levemente porque se sentía confundido y el más alto se dirigió para abrazarlo. —No hay nada malo en tu decisión, pero si te he dicho todo esto es porque sé que Seonghwa va a intentar hablar contigo de cualquier manera posible porque le importas y probablemente intente arreglar las cosas y la verdad es que no quiero que te pille de sorpresa.

Hongjoong miraba triste la escena pensando en cómo Yeosang era realmente un niño al que la vida le había dado muchos golpes y justo cuando volvía a sonreír volvía a caer. Así que para calmar el ambiente comentó algo que logró hacer reír a Yeosang.

—Mingi vino para ver cómo te encontrabas.

—¿Así se le dice ahora para venir a pasar la noche con la persona que te gusta? —Mingi se ahogó con su café y comenzó a toser mientras que Hongjoong le daba palmaditas en su espalda. Yeosang terminó su tortita y se levantó. —Creo que tenéis mucho de lo que hablar y conmigo aquí va a ser incómodo.

Abrazó a ambos muchachos tras ir a cambiarse y sonrió dulcemente. —Gracias por ayudarme y estoy feliz por lo que sea que estéis teniendo —dicho esto se marchó dejándolos solos otra vez.

—¿Dónde lo dejamos ayer? —Bromeó Hongjoong sacándole una sonrisa a Mingi.

Hey honey, we're made of stardust -MinjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora