XXI. BEWARE.
Lo discuten mientras corren por la mañana.
—Estamos jodidos —dice Félix.
—No —contesta Chan. Ha llegado el momento de dar otro paso hacia el abismo. Sale de la oficina después de comer y va a una cabina telefónica.
"En Estados Unidos", piensa, "son los criminales quienes utilizan las cabinas. Aquí, son los policías." Telefonea a un conocido de la brigada de narcóticos de San Diego.
Conoció a BamBam en una reunión interdepartamental, hace unos meses. Le pareció un tipo decente, legal.
Sí, y lo que necesitamos ahora es alguien legal. Dispuesto a todo.
—¿BamBam? Bang Christopher Chan, de la DEA. Tomamos un par de cervezas juntos... ¿en julio pasado? —BamBam se acuerda de él.
—¿Qué hay de nuevo, Chris? —Chan se lo cuenta.
—Esto podría ser una estupidez —concluye—, pero no lo creo. Tal vez te gustaría participar. —Joder, sí, tal vez le gustaría participar. Y no hay nada que el fiscal general de Estados Unidos, el Departamento de Estado o todo el gobierno federal puedan hacer al respecto. Los federales van al Departamento de Policía de San Diego, el Departamento de Policía de San Diego les dice que se metan algo puntiagudo en el culo.
—¿Qué quieres de mí? —pregunta BamBam con el debido respeto a la ética profesional de la policía.
—Me mantienes al margen e informado al mismo tiempo —contesta Chan—. Olvídate de que te he dado el soplo, y acuérdate de comunicarme cualquier información que te llegue.
—Trato hecho —dice—, pero necesito una orden, Chris. Por si has olvidado cómo funcionan las cosas en una democracia que protege escrupulosamente los derechos de sus ciudadanos.
—Tengo un IC —miente.
—De acuerdo. —No hace falta decir nada más.
BamBam transmitirá la información a uno de sus chicos, el cual se la transmitirá a uno de sus IC, quien a su vez se lo dirá a BamBan, quien informará a un juez y presto: causa probable.
Al día siguiente, BamBan llama a Art a la cabina telefónica, a una hora previamente acordada.
—¡Ciento treinta y cinco kilos de cocaína! —grita—. ¡Eso son seis millones de dólares en la calle! Me ocuparé de que te reconozcan el mérito, Chris.
—Olvídate de mí —dice—. Solo recuerda que me debes una.
Dos semanas después, la policía de El Paso también está en deuda con Chan por la incautación de un camión articulado cargado de cocaína.
Un mes después, Chan da otro soplo a BamBan acerca de una casa en Lemon Grove. La redada se salda con unos miserables veintitrés kilos de cocaína. Más cuatro millones de dólares en metálico, tres máquinas de contar dinero y montones de documentos interesantes que incluyen resguardos de depósitos bancarios.
Los resguardos son tan interesantes que cuando BamBan los entrega al tribunal federal, el juez congela quince millones de dólares más en haberes, ingresados a varios nombres en cinco bancos del condado de San Diego.
Aunque ninguno de los nombres es el de Lee Donghae, hasta el último centavo del dinero le pertenece a él o a miembros del cártel que le pagan una cantidad por proteger sus haberes.
Y Chan confirma mediante el tráfico telefónico que ninguno de ellos está contento.
Ni tampoco Kim Hanbin.
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CRY FOR ME¹ /Stray Kids
FanfictionEn plena guerra contra el narcotráfico, un joven agente de la DEA llamado Bang Chan tendrá que hacer frente al nuevo heredero del imperio de la droga. 》 Cambio de edades. 》 Capítulos largos. #2 CB97 24/05/21 #6 SpearB 24/05/21