전시하다

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XIX. Exhibir.

—SETCO —dice Chan.

—¿Qué le pasa? —pregunta González.

—Confiaba en que tú me lo dirías —replica. Sigue una pausa, que Chan está tentado de describir como "elocuente."

—No puedo jugar contigo a esto, Christopher —dice después González. "¿De veras?", se pregunta Chan. "¿Por qué no? Solo celebramos unos ocho mil congresos al año, así que podemos jugar los unos con los otros en cosas como estas." Lanza un disparo al azar.

—¿Por qué cerraron la oficina de Honduras, Fabián?

—¿A qué mierda estás jugando, Chris?

—No lo sé. Por eso te lo pregunto. Porque me estoy preguntando si la compensación de que David financiara un golpe de Estado presidencial fuera que el nuevo gobierno echara a la DEA. —En respuesta, González cuelga. Bien, muchísimas gracias, Fabián. ¿Por qué te has puesto tan nervioso?

A continuación, Chan telefonea a la Sección de Colaboración Antidroga del Departamento de Estado, un título tan trufado de ironía que le dan ganas de llorar, porque le dicen con el lenguaje burócrata más educado que se vaya a tomar por el culo.

A continuación llama a la Oficina de Enlace de la CIA, explica su solicitud y consigue que le llamen esa misma tarde. Lo que no espera es que le llame Jackson Wang. En persona.

En otros tiempos, Wang fue el responsable de la Operación Fénix. Chris le había informado algunas veces. Wang hasta le había ofrecido un trabajo después de pasar un año en el país, pero para entonces la DEA ya le había hecho una oferta y Chris aceptó.

Ahora Wang es el jefe de sección de la CIA para América Central.

"No me extraña", piensa. "Un guerrero frío va a donde hay una guerra fría."

Hablan de trivialidades unos minutos -"¿Cómo están Sana y los chicos?", "¿Te gusta Guadalajara?"-

—¿En qué puedo ayudarte, Christopher? —pregunta después Wang.

—Me estaba preguntando si podrías ayudarme a obtener información sobre una compañía de transportes aéreos llamada SETCO —dice—. El propietario es David Ballesteros.

—Sí, mi gente me ha pasado tu solicitud —dice Wang—. Me temo que tiene que ser denegada.

—Denegada.

—Sí —dice—. Un no. —"Sí, no tenemos bananas", piensa Chris. "Hoy no tenemos bananas."— No tenemos nada sobre SETCO —continúa Wang.

—Bien, gracias por llamar.

—¿Qué te traes entre manos ahí abajo, Christopher? —le pregunta.

—Estoy recibiendo algunas señales de radar —miente—, en el sentido de que SETCO podría estar transportando marihuana.

—Marihuana.

—Claro —dice Chris—. Es lo único que queda en México en la actualidad.

—Bien, buena suerte, Christopher—dice—. Siento no haberte podido ayudar.

—Te agradezco el esfuerzo —dice Chan.

Cuelga, no sin antes preguntarse por qué el jefe de las operaciones latinoamericanas de la Compañía, ocupado en intentar derrocar a los sandinistas, dedica una parte de su valioso tiempo invertido en intentar derrocar a los sandinistas en llamarle y mentir.

"Nadie quiere hablar de SETCO", piensa, "ni mis colegas de la DEA, ni el Departamento de Estado, ni siquiera la CIA. Toda la sopa de letras de las agencias acaba de de letrearte YOYO. Estás más solo que la una."

CRY FOR ME¹ /Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora