Y aquí es donde comenzó todo esto. La noche en la que me volví a encontrar con él. La noche en la que todo parecía perfecto y casi un sueño. Peor en los sueños tarde o temprano tienes que despertar.
Me levanté y me bañe, intentando borrar los vestigios de la otra noche, pero no sucedió.
Mi madre estaba cocinando y me acerque a la cocina. No quería hablar con ella. No en ese momento.
–Buenos días, cariño. –Me dijo mi mamá con dulzura.
–Buenos días mamá. ¿Qué estás cocinando? –Le pregunté.
–Espagueti. Pero recién he comenzado, así que tardará un rato.
Salí de la cocina. Fui al living a buscar mi portátil. No tenía móvil, pero ahora tenía Facebook de nuevo.
Me metí y encontré un mensaje nuevo y una notificación. Era Sebastian.
«Fue una linda noche, y lo admito. Aunque sé que no me quieres ver. Podemos empezar de nuevo, hacer todo de nuevo, pero bien. Quiero que sepas que hace un año que no estoy con nadie, solo te he esperado a ti todo este tiempo, y yo tampoco he consumido más drogas después de eso. Te extraño, hermosa mía. Te quiero mucho también. Espero que lo sepas, y podríamos empezar de nuevo. Tú decides.»
Le conteste inmediatamente:
«No se tú, pero yo ya no quiero problemas. Estoy bien así, y no creo que después de todo este tiempo, yo siga sintiendo lo mismo que hace un año. Las cosas, cambian, la gente cambia y creo que es mejor así Sebastian.»
Estaba conectado, porque me contesto enseguida, pero yo no podía saberlo ya que no lo tenía entre mis amigos.
«¿Tú crees que las cosas cambian? Si te busque en ese momento fue porque realmente me importas Sabina. Sé que la gente cambia y el tiempo pasa, pero lo que paso esa noche, me dice todo lo contrario.»
«Jamás dije que no te añoraba, solo que ya no siento lo mismo que antes.»
«Se soluciona fácilmente. Empezamos de nuevo. Hola, mi nombre es Sebastian.»
Sonreí. El siempre lograba sacarme una sonrisa.
Se lo dije, y me contesto.
«¿Ves? Podemos estar juntos. Te propongo un trato. Vos hablas con tu mamá y yo hago lo posible para caerle bien de nuevo. Empecemos de cero.»
No le conteste. Se acercaban las fiestas y no quería amargarle una celebración a mi mamá, no después de muchos años sin una Navidad decente.
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Dos años, un mes y 6 días.
Teen FictionHabía despertado con lágrimas en los ojos, los oídos me pitaban de forma molesta y mi cabeza me dolía. Había pasado una muy buena noche en compañía de mis amigos, pero algo tuvo que destruir esa noche: mi ex. Con su estúpidas palabras caí de nuevo...