(Antes que nada, les recomiendo escuchar Shot At The Night - The Killers. Es una buena canción y queda muy bien)
–UNIVERSIDAD, ALLÁ VAMOS. –Grito Sam mientras terminábamos de cargar las últimas cosas de ella en mi auto.
Nos encontrábamos afuera de la casa de mi amiga y eran las 8 de la mañana.
–Sam, cierra la boca. Hay gente durmiendo.
Nuestros padres intentaron ayudarnos, pero nosotras ya habíamos podido con todas las cajas.
–NO CERRARE MI MALDITA BOCA. ESTO VA PARA MI VECINA, QUE DIJO QUE JAMAS LOGRARIA NADA LUEGO DE QUE PINTE A SU PERRO DE VERDE. TOMA ESTO MALDITA. –Grito levantando ambos dedos del medio al aire.
Pesé a que nadie nos veía, mis mejillas se enrojecieron por la vergüenza.
–Samantha, cariño, ten un poco más de respeto por tus vecinos. La mayoría están durmiendo.
–A LA MIERDA. NO PIENSO VOLVER A ESTE NIDO DE FRACASADOS. TOMEN ESTO PERRAS. ME VOY A LA UNIVERSIDAD. SAMANTHA FUERA. –Grito mientras se subía al auto.
Salude a los padres de Sam que estaban en la puerta de entrada, mirando con desaprobación el comportamiento de su hija. Pero ¿quién podría culparla? Le había dicho que nunca lograría nada, y aquí estaba, yendo a la universidad a estudiar lo que más quería.
–ADIOS A TODOS. –Grite mientras me subía al auto.
Manejaría un rato largo y luego Sam tomaría el volante.
Mire a mi mejor amiga. Mire la ciudad que dejaba atrás y tome el camino hacia la autopista.
Me sentía nostálgica. Pese a que ambos habíamos terminado, se sentía como si él me hubiera cortado de raíz.
Ni siquiera volveríamos para las vacaciones con Sam. Al fin nos estábamos alejando de lo que queríamos alejarnos y no pensábamos volver.
Pero nos llevábamos los mejores recuerdos que podríamos haber creado
–Te quiero perra. –Me dijo con cariño Sam, mientras se ponía sus lentes de sol.
–Y yo te quiero a ti estúpida. –Dije mientras yo también me ponía mis gafas.
Sin mirar una vez atrás, nos subimos a la autopista, listas para dejar todo atrás y aceptar el futuro que venía.
Éramos felices y estábamos dichosas.
Sentí mi nuevo tatuaje picar bajo la remera, pero era algo agradable. Un pequeño recordatorio que jamás podría olvidarme de lo que deje atrás.
Y como olvidarme, de todo lo que deje atrás. Pese a que tenia 19 días que recordaba como los mejores y peores de todos, sabía que esos 10 meses no habían sido en vano.
Sam me tomo la mano al notarme tan pensativa.
–No pienses en nada más. Nos alejamos de todo para ser felices.
Le sonreí.
–Por supuesto que sí. Eso tenlo por asegurado.
Subimos el volumen a la radio.
Estaban pasando “Shot at the Night” de The Killers. La subimos a todo volumen y cantamos a todo pulmón. A lo lejos, el sol se levantaba cada vez más, mientras nosotras nos alejábamos de nuestra pequeña ciudad.
Y ¿Quién lo diría? tal vez volviéramos. Pero eso, no estaba asegurado.
ESTÁS LEYENDO
Dos años, un mes y 6 días.
Teen FictionHabía despertado con lágrimas en los ojos, los oídos me pitaban de forma molesta y mi cabeza me dolía. Había pasado una muy buena noche en compañía de mis amigos, pero algo tuvo que destruir esa noche: mi ex. Con su estúpidas palabras caí de nuevo...