Gilbert Blythe -One Shots [Completa✓]

Gilbert B. -"Mi Tormento"[1°Parte]

PERSONAJES: Gilbert X [TN].
ADVERTENCIA: Ningúna.
CRÉDITO: Mi imaginación.

Me quito de su regazo, acostándome a su lado en la cama, ambos respirábamos agitadamente. Lo veo apretar los ojos con firmeza, cómo lo ha hecho en cada uno de nuestros encuentros, señal de culpa y arrepentimiento. Sus pensamientos van dirigidos a su esposa, Anne, quién tuvo a su primer hijo hace un año y estaba a la espera del segundo de apenas un mes y medio.

Aún así, después de pensar en ella, no faltaba nunca a nuestras citas. Y lo que comenzó cómo una simple aventura pasajera, terminó con sentimientos amorosos por mi parte.

Nos conocimos al estudiar medicina en la misma universidad, un profesor en común nos presentó y nos hemos vuelto inseparables desde entonces. Con el pasar del tiempo, descubrimos lo atraídos que nos encontrábamos el uno por el otro.

Anne Cuthbert tan sólo era su novia en aquel momento, y por un instante tuve la estúpida ilusión de que terminaría con ella y finalmente estaríamos juntos. Pero le pidió matrimonio, vivían juntos y tuvieron a su bebé. Y cada gota de esperanza que había crecido en mí acabó por desmoronarse, resignándome a ser la otra, su segunda opción, la amante.

—¿Ya tienes que irte, Gilbert?

Pregunto al verlo colocarse de nuevo su ropa, mientras tapo mi desnudez con la sábana blanca. Asiente con simpleza, abotonando su camisa. Nunca dormía aquí, tan sólo pasaba la tarde mientras su mujer daba clases a sus alumnos, y por las noches iba con ella. Dejándome con el corazón hecho pedazos, pensando que podría estar haciéndole el amor a ella, borrando cada beso y cada caricia de mi parte.

Duele muchísimo el hecho de que me acaricie pensando en Anne, no hay ni habrá espacio para mí en su corazón y en su vida.

—____, lo he estado pensando mucho...y será la última vez que nos veamos.

Me pongo alerta ante sus palabras, un nudo se forma en mi garganta, y dejo de respirar por un momento.

—¿Q-que?, ¿Por qué?

Tartamudeo con desesperación, sintiéndome morir lentamente por dentro. Suspira pasando sus manos por su rostro con frustración.

—Anne no merece ésto, y quiero dedicarle todo mi tiempo a mi familia—camina hacia la puerta, sin mirarme—. Lo siento.

Dice antes de desaparecer talvez para siempre de mi vida. A éste punto soy un mar de lágrimas. Acaricio suavemente mi vientre.

—Saldremos adelante solos, mi bebé, nos iremos muy lejos de aquí. Tu padre jamás sabrá de tu existencia.