Día 23: "Primer beso"

307 49 32
                                    


Reborn abrió lentamente los ojos topándose con la cara de Luzu frente suya, este dormía plácidamente y tenía su mano en el cuello del más alto. El chico se dedicó a mirarlo unos segundos apreciando la belleza que esté tenía y después se levantó con cuidado de no despertarlo. Había tomado la decisión de ocultar sus sentimientos por el chico de ojos heterocromáticos porque en algún momento se iría y no quería dejar a Luzu abandonado.

Al poco rato el chico de menor estatura también despertó, suspiró un poco por no ver a su compañero en la cama así que se paró para poder pasar tiempo con él. No sería pesado como lo había sido en el pasado pero sí quería disfrutar los días que le quedarán a un lado de Reborn.

Después de que ambos desayunaran cada quien fue por su lado porque Luzu tenía cosas que hacer en el pueblo mientras Reborn quería seguir explorando. Ya en el mercado el chico de suéter negro se encontró con el tan agradable señor que estaba buscándolo.

—¿Pasa algo Merlon?— cuestionó.

—¡Joven Luzu! Lo arreglé, el portal a los Santos está reparado— celebró.

—¿Qué?— susurró.

Lo que para el anciano era motivo de alegría, a Luzu le causaba pánico, sí, tenía mentalizado que Reborn se iría cuando se arreglara dicho portal pero no había pensado que esto ocurriría tan pronto, tenía la esperanza de pasar más días junto al chico que le gustaba pero tal pareciera que todos tuvieran otros planes de esto. El chico de ojos azul y rojo agradeció a Merlon por la información y se dirigió a su casa.

Estando en ella fue hacia el sillón donde se sentó sintiéndose de alguna manera exhausto, el cerdo quien se acercó al verlo así empezó a chocar contra su pierna para que le hiciera caso.

—Manolo, no sé qué hacer...—.

Miró a su amigo cerdil y algunas lágrimas resbalaron de sus ojos, se trató de limpiar dichas gotas con sus mangas pero esto resultaba una tarea inservible porque salían más.

—Sabía que se iría pero no creí que tan pronto— sollozó —No quiero... No quiero que se vaya y me deje— admitió.

Su mejor amigo mascota le dedicó unos oings que Luzu interpretó como respuestas y una de esas era una idea un poco mala.

—¿Y si no le digo?— se levantó —¿Y si no lo menciono y tampoco le dejo ir al pueblo? Así se quedará y no me dejará solo— Manolo gruñe —no me vengas con la peña, tú me hiciste pensarlo—.

Teniendo ese plan en mente hizo sus deberes, sí estaba siendo muy egoísta pero ¿Qué tenía de malo que por primera vez pensara en sí mismo primero? Aparte no estaba dañando a nadie porque a Reborn le agradaba estar en Karmaland y vivir con él, de ninguna manera le afectaba.

Terminó de hacer sus cosas en el hogar mientras un cerdito venía tras de él "riñéndole" (gruñendo) cada tanto como si quisiera hacerlo desistir de su idea, sin embargo Luzu no dio su brazo a torcer, por fin había encontrado su felicidad y no la iba a dejar ir tan fácilmente.

Al anochecer el dueño de la casa hizo la cena y así cuando llegó el mayor ambos pudieron comer juntos. De nuevo Reborn le platicó sobre las maravillosas tierras que había descubierto y como estas eran muy bonitas de ver. Luzu sonrió por eso, Reborn quería seguir disfrutando de los hermosos paisajes de Karmaland así que le estaba haciendo un favor...

~¿No es así?~ se preguntó en la mente.

Después de que el chico de chaqueta azul ayudará a lavar los platos sucios mientras Luzu le contaba sobre mil cosas que venían a su mente ambos decidieron irse a dormir, mañana sería otro día.

—Jo, que cansado me siento— exclama.

—Normal Reborncito, explorar es pesado— menciona.

—Lo extrañaré, en los Santos no se puede explorar con tanta facilidad porque en cada esquina hay un criminal con un arma, aparte ya me sé todo el territorio de memoria— se acuesta —como extraño ese maldito lugar— suspira.

—¿Lo extrañas?— pregunta sentándose en el borde de la cama.

—Of course, extraño a los gilipollas de mis compañeros... Y ser el puto amo respetado superintendente Conway— sonríe.

~Pero también quiere quedarse, prefiere este lugar que regresar, allá todo es peligroso y le gusta la tranquilidad del pueblo... Sí, seguro quiere quedarse...~ piensa.

—¿Luzu?— pregunta confundido por su silencio.

Pero entonces ahí, bajo la luz tenue de la luna que se cuela por las ventanas y los dioses chismosos como testigos, el héroe de Karmaland empezó a gimotear un poco alarmando a Reborn quien se acercó con rapidez al contrario.

—¿Qué te pasa?—.

—Está listo— anuncia —repararon el portal Reborncito— le mira —puedes ir a casa— sonrió.

Esa fue la sonrisa que más le costó, quería ser egoísta, ser sopa de veneno como los demás que sólo pensaban en si mismos pero no podía, Reborn en verdad extrañaba la ciudad y a las personas que vivían ahí, no podía privarle la felicidad al chico que ama sólo porque no quiere despedirse.

—Así que... Puedo volver ¿Eh?— repite.

—Sí— contesta —hay que celebrarlo ¿No?—.

Pregunta para pararse velozmente de la cama, no podía seguir haciendo una escena frente al otro, este no merecía el sentimiento de culpa por irse a donde pertenece, sin embargo antes de que Luzu pudiera apartarse tanto Reborn le tomó de la mano, esto confundió al menor pero el de chaqueta azul jaló del otro hacia sí mismo para poder acercarlo y lo consiguió.

—No me iré— anuncia.

—¿Qué?— cuestiona no entendiendo.

—Que no me iré niño bonito, me quedaré aquí— sonríe.

—¿Y por qué quisieras hacer eso?— desvía la mirada —Si antes ansiaba por irte—.

—¿Qué te tengo que explicar todo capullo?—.

Luzu iba a pedirle que no siguiera diciendo eso, sólo lograba que se ilusionara y no podía permitirlo. Pero entonces pasó lo que no pensó, Reborn acercó suficiente al chico para poder besarle en los labios, este fue un beso sorpresivo y a la vez significativo, con esta danza de labios cada uno demostraba sus sentimientos por el contrario y aunque Reborn ya sabía lo que sentía Luzu por él, fue maravilloso ese beso. El corazón del pobre chico latió con fuerza y hasta lo sintió retumbar en sus oídos de los nervios que le había causado eso.

—Tú-ú... ¿Por qué me besaste?— cuestionó sonrojándose.

—Porque me apetecía hacerlo— el de ojos heterocromáticos le miró con incredulidad —venga Luzu, es obvio que es porque me gustas— contestó sonriendo.

—Pero dijiste que...— le interrumpió.

—Nunca dije que no sentía lo mismo que tú, sólo que no podía corresponderte porque me iba a marchar pero ahora me voy a quedar contigo— aseguró

—Pero el portal está listo, y tú-ú los extrañas...— de nuevo se quedó a medio decir.

—Ñeñeñeñeñe— toma sus mejillas entre sus manos —No me voy a ir, acepta que me gustas joder— exclamó.

Entonces Luzu sonrió está vez acercándose él para besar al contrario quien con gusto aceptó aquel beso dulce y tierno que le proporcionó el menor.

🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙🦋💙

Espero les haya gustado, es mi forma de pedir perdón por el día 21 :3

Firma:

LaDelCabelloAzul23♪

LuzubornMonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora