Día 19: "Pesadillas"

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Tercera dedicación a @Kara301295 quien también participó y tuvo hipótesis muy interesantes en el día de "ángeles y demonios" uwu

Ojo: sólo hago dedicaciones a quienes comentan bastante en la historia, me gusta saber sus reacciones y pensamientos ante lo que escribo :3

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Luzu sirvió la cena en un plato que dejó frente a Reborn, aunque este sabía cocinar la hospitalidad de Luzu no se lo permitía a menos que el mayor no preguntará y sólo cocinará sin pedir permiso, pero ese no había sido el caso de hoy. También dejó en el plato de Manolo algunas zanahorias que el pequeño cerdo agradeció con un oing oing. El chico con heterocromía se sentó frente a su amigo y ambos comenzaron a comer. Luzu guardaba silencio porque el ambiente juntos era muy cómodo y Reborn por otro lado disfrutaba del exquisito sazón que tenía el dueño de la casa, sin duda cuando regresara a los Santos extrañaría la comida del castaño.

—¿Hay alguna magia dónde te pueda llevar como llavero conmigo?— preguntó en broma.

—No, pero no eres el único que quiere ese tipo de magia— ríe.

Ambos siguen platicando después de tragar cada bocado de comida. Los dos ya estaban tan acostumbrados al otro que cuando pensaban en el día que se separarían sólo venían comentarios tristes o sentimientos de melancolía. Reborn ganó al agarrar los trastes para lavar mientras el menor acompañaba a su fiel compañero a su cama, era como una rutina que tenían entre ambos, Luzu siempre le daba unas caricias a Manolo cuando esté se acostaba para poder quedarse dormido. Después de eso el chico de sudadera negra regresó a la cocina encontrándose a Reborn viendo fijamente un plato.

—¿Todo bien Reborncito?— preguntó al acercarse.

—¿He? Sí, ¿Ya acostaste al cerdo?— cambió de tema.

—Sí, sí, ¿Algo te molesta?— regresa a la pregunta inicial.

—Nada, ahora vete a dormir también que prometiste mañana ir a ayudar a la decoración del pueblo junto a los esposos, el mini policía y Lolito— recuerda.

—Sí, "papá"— menciona con burla.

—Callate, que si fuera tu papá sería tu Sugar Daddy gilipollas— ríe.

—Jodete, yo soy el que te mantengo y vives en mi casa— se une a las risas.

Reborn se seca las manos, lo voltea a ver y abre la boca... Sin embargo la vuelve a cerrar porque no sabe qué argumento más decir y eso es un gran golpe a su ego.

—Hijo de puta— murmura.

—Ja, ahora a dormir— le da palmadas en el hombro —buenas noches Reborncito— sonríe.

—Buenas noches niño bonito—.

Con un leve tono carmesí sale del campo de visión del contrario. Se pone su pijama que consiste en unos shorts azules y una camisa blanca de manga corta, cubriéndose con su cobija cierra los ojos consiguiendo rápido el sueño.

Mira a Willy frente a él, este tiene una expresión de irritación al verle y Vegetta a su lado con un rostro de pena.

—No quería decirte pero estás dando...— interrumpen al ojimorado.

—Vergüenza, la verdad— suelta el albino.

Luzu aprieta los bordes de su camisa, no quiere sentirse mal pero hasta él sabe que a veces pasa, hay momentos donde él quiere ser chistoso o agradable pero lo único que causa es avergonzar a los demás.

—Mi niño—.

Luzu voltea hacia la voz, mira a Auron que lo ve con una sonrisa pero rápido cambia a una mueca de desagrado.

—Tú no podrías con el peso de la alcaldía—.

Y fue en ese momento que dejó salir sus lágrimas, eso le había molestado más, que el chico del cuál gustaba y había prometido a ayudarle a conseguir sus sueños al final simplemente creyera que él había sido muy soñador y nunca podría estar a la altura de ser alcalde. Se molestó por eso, ¿Por qué era tan insuficiente para las cosas que le importaban?

Con esa pregunta abrió los ojos, se secó las lágrimas que sí habían salido y empezó a regularizar su respiración. Sólo fue una pesadilla más. Se levantó y salió un momento al patio trasero para encontrarse a Reborn sentado en la fuente mientras miraba al cielo, dándole la espalda a Luzu. El chico con heterocromía se acercó con cuidado y le tocó el hombro.

—A ti te pasa algo— asegura.

—Tranquilo, sólo debo quedarme un rato despierto y ya después podré dormir— murmura.

—¿Quieres hablar? A veces ayuda— sonríe

Luzu se sienta a su lado y espera pacientemente que Reborn hable.

—La gran desventaja de ser policía es que aunque algunas personas te ven como un fucking héroe hay veces donde no logras salvar a la gente que amas... no puedo quitarme de la cabeza que mi mujer e hijos fallecieron por tener un vínculo familiar conmigo... No puedo olvidar como mataron a mi compañero frente a mis ojos... Es que son unos hijos de puta— espeta lo último furioso.

Dicho eso agacha la cabeza y deja caer unas silenciosas lágrimas, no sabía expresar sus sentimientos en palabras, por eso siempre prefirió guardárselas para sí mismo. Pero ahí, en la frialdad de la noche, Luzu pudo ayudar un poco a esa mente atormentada con un simple abrazo. Envolvió la cara de Reborn contra su pecho mientras lo mecía suavemente para tranquilizarlo y a la vez apoyarlo, Luzu a pesar de siempre estar dispuesto a ayudar esta vez no tenía palabras que pudieran servir así que sólo se quedó ahí, confortando al otro.

Después de unos segundos Luzu se separó y Reborn involuntariamente se estremeció un poco por la corriente de frío.

—Está empezando a hacer mucho frío, ¿Te parece si duermes conmigo?— preguntó.

La pregunta no pasó por su filtro mental por lo cual no entendió el mal significado que podría traer hasta después de expresarla, se cubrió la cara un poco sonrojado y Reborn sonrió de la ternura que causaba.

—Ya sé que tuvimos primera cita pero yo a la segunda no hago cosas así— ríe.

—Oh cállate, me refiero a que hace mucho frío y seguramente el cuarto de invitados es muy frío, tengo dos camas en mi habitación así que podemos dormir y darnos compañía... Creo que ninguno quiere estar solo— murmura lo último.

Reborn mira atento la cara del contrario viendo inseguridad en su mirada. Accedió así que siguió a Luzu en silencio, ambos se acostaron dándose la espalda para poder dormir. Los dos lo lograron pero el chico de ojos heterocromáticos abrió los ojos al sentir como el contrario se movía de un lado a otro, le tocó el hombro y sintió como este se tensaba.

—¿Otra pesadilla?—.

No hubo necesidad de respuestas, ver cómo el otro asentía fue suficiente para acercarse y empezar a acariciar su cabello. Para Luzu este gesto le tranquilizaba así que pensó que con Reborn sería igual, funcionó sí, pero no pudo notar como el corazón del mayor empezaba a latir con fuerza por los mimos de su compañero de cama. Aunque a los minutos ambos volvieron a quedar dormidos así que el plan de Luzu fue el mejor.

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LaDelCabelloAzul23♪

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