2017

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— Siento que me ahogo.

— No eres su madre.

— No lo sé.

No hagas esto.

— Me duele.

— Apaga la televisión.

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 Osaka en febrero podía ser muy lluvioso, mucho más que Tokio, y eso era algo que Akaashi tal vez agradecía, porque los fines de semana, que pasaba casi todas las semanas allí, le gustaba ese tipo de paisajes para escribir.

Ya iban algunos meses desde que Kenma le propuso editar su novela a una ligera, ya que tenía un amigo en una editorial que podría llegar a interesarle y lo hizo. Akaashi estaba comenzando a trabajar en la publicación de su primera obra durante los sábados y domingos, o cuando Tenma le daba un respiro, y todo iba sobre las cuatro ruedas necesarias.

Ya casi tenía los primeros cinco capítulos trascriptos para corrección, uno más y podrían mandarlo a la editorial para revisiones finales y terminar de firmar los contratos.

Pero eso no era lo único que Akaashi hacía los fines de semana, claro que no viajaba horas y horas en auto para escribir con lluvia en un pent-house, iba principalmente para ver a su pareja, quien ahora mismo se encontraba en un entrenamiento especial.

Y cuando se encontraba solo en la casa de Bokuto, aunque dedicará su mayor tiempo a escribir, no podía evitar ordenar el lugar, Kōtarou nunca había sido bueno con los quehaceres y el estar solo, le había obviarlos mucho más.

Por lo que para las cuatro de la tarde y con un bloqueo en su mente, Akaashi comenzó a juntar todas las prendas dispersas por el lugar y meterlas al lavarropas, esperando a que Bokuto llegará, para las cinco lavó los platos y los seco, dejándolos en sus alacenas, mientras intentaba llamar a su pareja, a las seis barrió y trapeó el suelo de todo el lugar incluido el cuarto que había tendido, pensando que tal vez a Bokuto le había ocurrido algo.

Y ya para las siete de la tarde, dónde recibió la comida traída por un repartidor y aún sin que volviera su imaginación, tal vez ahora por la preocupación latente, decidió llamar a Kenma en una videollamada mientras doblaba la ropa que ya se había secado en la otra máquina de la lavandería.

"- No aparece, he limpiado toda la casa para no pensar en ello y no puedo contactarlo."

Kenma del otro lado de la línea estaba a punto de incendiar su propia casa, si no se encontrará Kuroo y KuroNeko allí, del enojo que le generaba ver a su amigo así.

"- Si quieres, puedo pedirle a Kuro el número de alguno de sus compañeros, de seguro está con ellos."

Akaashi aceptó, y mientras Kenma esperaba que Kuroo viniera hacía el cuarto donde se encontraba hablando, comenzó a preguntarle a Akaashi por los avances que debía terminar para la semana. Teniendo que escuchar del bloqueo que había cursado durante toda la tarde, que para su sorpresa era en una de las primeras peleas de la pareja que protagonizaba la historia.

"- ¿Qué necesitas Gatito?" Habló el mayor al aparecer en pantalla. "- Oh, hola Akaashi, ¿Estás con Bo?"

Kenma comenzó a susurrar en su oído, mientras Akaashi observaba a cualquier otro punto que no fuese la pantalla, sabía bien que Kenma le estaba explicando la situación completa a Kuroo, y no le molestaba, pero realmente solo quería saber por qué su pareja no llegaba.

e g o í s m o | | b o k u a k aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora