Miedo

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Emma se negó a levantar cargos, pero acepto levantar una carta de advertencia para el divorcio. No se quedaría, tenía miedo. Del otro lado de Atenas en la comisaria, se encontraba una Cecil en shock junto con su padre y su abogado. Pagaran más de lo que deberían para salir solo con una multa y sin ningún cargo. Fuera de ahí el abogado de Emma ya les esperaba "Tiene una dedo roto, el labio y el diente superior de enfrente rotos. Tendrán que reconstruirle parte de la nariz pues se le encajaron las perforaciones, le abrió la ceja y tiene roto el hueso malar" la madre de Cecil al escuchar eso le dio una bofetada de manera instintiva, ella solo se inclinó avergonzada. "le destruiste la cara a esa niña" le recrimino "¿Qué hizo que merecía que la molieras a golpes?" todos guardaron silencio

-Pagaremos lo que sea necesario- dijo su padre sin inmutarse

-Están de suerte- contesto el abogado el cual era el esposo de Jezzini- mi clienta no levantara cargos, tampoco quiere ningún pago por sus lesiones, y ha dicho que antes del fin de semana saldría del apartamento pero...- La mirada de todos era de asombro, ¿acaso le amaba tanto para soportar esto? -Pero pide que el divorcio se firme y se tramite en los siguientes días sin dificultades, incluso ofrece alejarse de Atenas hasta pasadas las Olimpiadas para no dar problemas, siempre y cuando se cumpla lo mencionado anteriormente-

-Perfecto- contesto el padre mientras su esposa se secaba las lágrimas al ver como perdía a su "hija" más querida- mañana nos veremos para armar el acuerdo de divorcio-

-No será necesario- le interrumpió el abogado- la Señora de la Vega no quiere nada de su pareja, solo pide que no pise la casa hasta acabada su mudanza-

-¿Cómo?, pero, tienen bienes que han adquirido a la par, el departamento es de ambas-

-Lo sé, yo mismo asesore la compra, pero no quiere nada- la mirada de Anker fue hacia Cecil, quien había olvidado como se escuchaba el griego, ya que no lograba comprender todo lo que le dijo hasta ahora- será mejor que discutamos esto pasado mañana, cuando salga de la operación y tenga los papeles necesarios- todos asintieron en silencio.

Los Lordanou no daban crédito a lo que escuchaban. Querían mucho a Emma, para ellos era la persona que había dado un rumbo fijo a su hija, pero no lo logro. Cecil estaba muda, la descripción de los golpes nadaba en su cabeza, miraba sus manos y sentía ganas de destrozarlas también. Sabía el daño que le podía causar y le golpeo con todas sus fuerzas. Se merecía lo que pasaba. Se lo merecía. La casa de los Lordanou a diferencia de la casa De La Vega era bastante dura. Y eso se podía notar en el perfil rebelde de su hija mayor, creció siendo educada para el deporte como única vida y opción. Lo amo porque así le enseñaron y como recompensa aceptaron cualquier persona que ella trato como pareja. Cuando conoció a Emma, se sintió a salvo, su sinceridad y su amor hicieron que ella poco a poco dejara de lado toda esa furia que siempre terminaba explotando dentro y fuera de la cancha.

Pero en cuanto se sintió amenazada no supo que hacer. Ahora entendía un poco los motivos de Emma para guardar silencio, definitivamente si ella le hubiera contado todo desde un inicio, no hubieran podido vivir tranquilas. Agradecía cada momento a su lado. Al llegar a su casa se paró frente al cuadro de su boda, paso su mano por su rostro y se dejó caer en llanto. Su madre la intentaba reconfortar. Pero no le animo a que la recuperara. "¿Cariño, que paso?" "creí que iba a dejarme" y esa respuesta se sintió como culpa para su alma "pero en realidad ella solo quería quedarse a mi lado... y yo... yo y mi miedo..."

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