𝚂𝙾𝚄𝙻𝙼𝙰𝚃𝙴𝚂 ━━ jj maybank (obx).

[ 2.3 ]

𝙱𝚘𝚗𝚎𝚢𝚊𝚛𝚍.

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Cuando Reese dejó de llorar no volvió al Château, al menos no de inmediato, tenía los ojos y la nariz aún roja de tanto llorar y todavía no tenía la fuerza para enfrentarse a su mejor amigo. John B metió la mochila de nuevo a su cuarto, JJ y Mar estaban en la sala y el rubio se quedó viendo la puerta de entrada esperando a que Reese entrara detrás de su amigo, pero no pasó.

Así que se levantó del sofá, dispuesto a salir y hablar con ella pero Routledge fue más rápido y lo detuvo antes de que arruinara más las cosas con la chica.

—Ni lo pienses —le dijo JB simplemente.

—Solo quiero saber si está bien —suspiró el rubio.

Rodó los ojos. — ¿Y vas a dejar a Mar sola? —JJ abrió y cerró la boca un par de veces sin saber qué decir— Eso pensé.

Maybank se rascó la nuca mientras observaba al castaño caminar hasta el muelle donde su mejor amiga estaba abrazando sus rodillas con la cara escondida entre ellas. Le dolía no poder ir hablar con ella, no entendía del todo porque estaba tan enojada con él después de todo el podía regalarle cientos de camisetas más.

Al levantar la cabeza cuando JB le llamó, Reese se percató que JJ la estaba observando desde la puerta así que se dio media vuelta, lo cual hizo a su amigo chasquear y JJ desde donde estaba apretó la mandíbula.

—Ouch, ¿por qué te volteas? Solo soy yo —rió bajito.

Reese le dedicó una pequeña sonrisa. —JJ me estaba viendo —respondió con una mueca.

John B se rió de nuevo y Reese encogió los ojos. —Te gusta, ¿no es así? —Reese se encogió de hombros en respuesta y volvió a ocultar la cara en sus piernas— Claro que te gusta sino no te hubieras puesto así.

—Tal vez... —murmuró y JB soltó un gritito y la castaña lo golpeó en el brazo— ¡Cállate, te van a oír! —Frunció el ceño pero su expresión se desvaneció casi enseguida— De todos modos no importa porque no puede haber nada entre nosotros, somos pogues y esas son las reglas.

— ¿Desde cuándo los pogues siguen reglas? —El castaño dijo rodando los ojos y Reese volvió a encogerse de hombros— Algún día tenía que pasar.

—Pero ¿JJ y yo? —suspiró— ¿Por qué no alguien más? Pudieron haber sido Kie y tu. O Kie y JJ.

—A JJ ni siquiera le gusta Kiara —bufó el castaño y Reese abrió la boca sorprendida—, y para ser honestos todos esperamos que fueran ustedes dos.

— ¿Por qué? —Frunció el ceño— ¿Y cómo que a JJ no le gusta Kie? ¡Claro que le gusta!

Se encogió de hombros. —Eso le tendrás que preguntar a él o a Pope —dijo simplemente, ¿Acaso los chicos le ocultaban cosas?— Y... porque todo el mundo piensa que ustedes dos son novios, siempre están juntos, se conocen desde los seis años, siempre están tomados de las manos... Hay muchísimas razones.

Por alguna razón, eso hizo enojar a Reese. Todos lo veían menos ellos dos. —Pues se acabó.

— ¿Cómo que se acabó?

—Pues así —se encogió de hombros—, se acabó.

John B alzó las cejas sorprendido. — ¿Sabes que JJ se moriría sin ti?