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El ruso suspiró agotado. Había pasado una noche terrible.
Comenzando por la estrepitosa tormenta que había estado cayendo por toda la noche sin dejarlo pegar un ojo.
Mientras caminaba a hacia el baño de su habitación se sentía caer en los brazos de Morfeo hasta que el sonido de su móvil situado en la mesa de noche lo descolocó un poco. Se acercó hasta el y revisó el reciente mensaje.
Soltó gruñido de cansancio. Esperaba pasar aquel sábado simplemente viendo algo interesante en el televisor mientras le hacía mimos a su gatita y comía cualquier porquería que hubiera en su casa.
Pero claro, tenía que haber alguien para arruinarle los planes. En ese caso había sido su superior indicándole que aquella noche irían al casino a celebrar un aniversario más del CNP.
Claro, a Volkov le importaba el CNP, era su trabajo y era leal a este. Pero le importaba una mierda aquel aniversario, pero claro, al ser un alto cargo tenía que estar presente sí o sí (más bien eso decía su superior), así que no había nada que hacer.
Por otra parte el moreno se encontraba felizmente caminando de tienda en tienda por aquel gigantesco centro comercial intentando encontrar el atuendo indicado para la celebración que se daría aquella noche.
Eran tan distintos.
Mientras Horacio se emocionaba (aunque sólo era una excusa para tener ropa nueva)por asistir a aquella "fiesta", Volkov refunfuñaba con molestia porque tendría que salir de casa para algo que no era trabajo.
El ruso caminó hasta su ordenador sobre su escritorio, se sentó en la silla frente a este y al encenderlo aquella página de tonos rosados iluminó su rostro.
Buscó el paso que tendría que hacer.
Paso 6: procura caerle bien a sus amigos.
Volkov miró incrédulo hacia la pantalla de su ordenador.
¿Enserio?, Volkov sabía a sobre manera el odio que el rubio le tenía debido al rechazo que este le manifestó hace algunos meses atrás al que es como su hermano.
Desde aquel día Gustabo era la única persona que lograba intimidar aunque sea un poquito a Volkov. El ruso quería pensar qué tal vez era porque estaba tan enganchado con Horacio que todo lo que rodeaba a su persona lo hacía más "débil" por decirlo de alguna manera. Aunque claramente no admitiría que Gustabo intimidaba de por sí.
Las horas pasaron tranquilas para ambos sujetos, cada uno en sus casa haciendo sus cosas. Por un lado el ruso tuvo tiempo para ver alguna película al igual que limpiar un poco su apartamento. Mientras tanto Horacios buscaba en Pinterest una idea para maquillarse por la noche mientras comía un paquete de galletas que había comprado antes.
El de cresta comenzó a arreglarse para aquella noche en el casino junto a todos sus compañeros.
Mientras tanto Volkov andaba por todo su departamento mientras bailaba y cantaba alguna canción un tanto extraña utilizando la aspiradora en sus manos como un micrófono.
