"Our happy place"
Oportunidades.
Algo difícil de dar al igual que de obtener, ¿no es así?, aquello era algo que ni Horacio ni Volkov pretendían que la vida les brindara nuevamente.
Porque vamos, sus esperanzas estaban muertas, aquellos recuerdos de sus pasados seguían allí y claro, seguirían allí, pero manteniéndose como eso que eran, malos recuerdos, tragos amargos que la vida les había dado o tal vez obstáculos que esta misma les había puesto en el camino.
Todo para llegar a ese momento.
Ese momento en el que ambos se sentían plena y totalmente llenos de orgullo y satisfacción.
Ambos estaban allí.
Tomados de las manos, a punto de unir sus vidas en un lazo casi inquebrantable para ambos sujetos.
Matrimonio.
¿Quien lo diría verdad?, hace algunos años aquel serio y arrogante ruso afirmaba ser más duro que una roca y más frío que un hielo.
Pues las coincidencias de la vida le llevaron hasta Horacio, aquel chico que ablandó aquella roca y derritió aquel hielo, todo con aquella hermosa actitud y preciosa sonrisa que logró cautivar al ruso.
Y Horacio, Horacio había pasado por tanto, a pesar de aquella capa de chico divertido y alegre todo el tiempo, realmente estaba roto, su corazón estaba roto, cada día sentía que todo su alrededor se nublaba cada vez más, hasta que aquel chico llegó a darle luz nuevamente y juntar todos los pequeños pedacitos de su corazón para unirlos de nuevo.
Ambos se merecían el uno al otro.
Y era por eso que allí se encontraban contrayendo matrimonio.
Sus amigos y seres queridos se encontraban con la vista nublada debido a las lágrimas, todos y cada uno de ellos estaban orgullosos de aquella pareja.
Gustabo y Jack con una mirada llena de admiración. Estaban orgullosos de que por fin aquellas dos personas que ambos tanto querían, se vieran tan felices, estaban totalmente conmocionados.
Aquellos compañeros de malla con los que habían pasado tanto buenos como malos momentos también se encontraban allí. Alguno que otro había visto transcurrir la relación de los casi esposos. La comisaría era pequeña, y con aquellas paredes de papel, ¿quien no podría?
Con los ojos totalmente cristalizados Volkov se dispuso a decirle aquellas palabras que tanto le había guardado a su amado.
—Horacio, ¿por donde debería comenzar? Tal vez por el momento en el que entraste a comisaría por primera vez, aquel preciso instante en que cruzaste la puerta de aquel lugar, ese fue el momento en el que supe que eras diferente, que eras alguien especial -hizo una pequeña pausa- ¿O tal vez por aquel momento en el que te declaraste a mi? Con aquella mítica frase que Gustabo te había incitado a decirme, o tal vez debería remontarme a aquel día en que comencé a seguir aquellos benditos 8 pasos que me aseguraban enamorarte.
»En fin, eres la persona más especial que he conocido jamás, Horacio, llegaste en el momento justo en que necesitaba a alguien, llegaste como la luz que necesitaba en mi camino, todo se resume en una pequeña frase, te amo osito.
Algunos sollozos se escucharon en el lugar.
Casi soltando lágrimas, el contrario habló.
—Volkov, antes de que tú llegaras, mi vida era un completo desastre, estaba roto por dentro, me sentía devastado, pero llegaste tú y como si fueras un pequeño angelito que el cielo me había enviado, tomaste cada pequeño trocito de mi corazón y lo uniste, hiciste que mis días pasaran de un gris, a ser un completo arcoíris.
»Bendigo aquel momento en que pisé esa comisaría, aquel momento en el que te vi, con aquella formalidad y frialdad que sin darme cuenta me había encantado, agradezco fiel y enormemente que hayas seguido aquellos 8 pasos, te amo solecito.
Después de aquellas palabras provenientes de ambos, todos los presentes se encontraban total y profundamente conmocionados.
Los minutos pasaron, hasta que llegó el momento justo.
Con aquel precioso atardecer de fondo, dando paso lentamente a la luz de la luna, Horacio habló;
—Yo Horacio Pérez, te quiero a ti Viktor Volkov como legítimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.
—Yo Viktor Volkov, te quiero a ti Horacio Pérez como legítimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe.
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⋆。˚ 8 Pasos Para Enamorarlo ⋆。˚ ⋆ 。 ✧ Volkacio ⋆ 。 ✧
Fiksi Penggemar❝ ¡𝗦𝗶𝗴𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘀 𝟴 𝗽𝗮𝘀𝗼𝘀 𝘆 𝘁𝗲 𝗮𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮 𝗰𝗮𝗲𝗿𝗮́ 𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘁𝗶! ❞ ━ 𝖣𝗈𝗇𝖽𝖾 𝖵𝗈𝗅𝗄𝗈𝗏 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗇𝗍𝖺 𝗋𝖾𝖼𝗎𝗉𝖾𝗋𝖺𝗋 𝖺 𝖧𝗈𝗋𝖺𝖼𝗂𝗈 𝖽𝖾𝗌𝗉𝗎𝖾́𝗌 𝖽𝖾 𝖾𝗅 𝗋𝖾...