Cap 15

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Pasé la noche en vela. Yacía recostado en mi cama boca arriba pensando en todo lo que ocurriría al salir el sol. Movía los pies o simplemente paseaba mi vista por el cuarto para desaburrirme.

Le había enviado varios mensajes a Gerard pero al no oír sonar el teléfono una sola vez asumí que estaría dormido. A esas horas de la madrugada era algo normal. 

Varias horas mirando el techo y mis ojos aún no lograban cerrase. El nerviosismo me comía vivo. Una hora más y podía ver el cielo atravez de la ventana, cómo tomaba un color más claro. 

Me frotaba la cara constantemente, mi cuerpo se revolcaba de aquí para allá en la cama, me quitaba las frazadas de encima para luego volvérmelas a colocar, me levantaba para cambiar de posición y dormir con los pies en la cabecera.

Terminé dormitando alrededor de cuarenta minutos hasta que la alarma del móbil sonó. 

Lo bueno de no poder dormir es que levantarte es pan comido, pero el sueño llega durante el día como si se hubiese olvidado que la hora de aparecer es en la noche.

Me vestí a una velocidad pausada, sin prisa, tarareando la primer canción que se me venía a la mente o inclusive mezclando ritmos.

Este sería el día en el que ayudaría a Gerard con sus padres: ellos aún no sabían que él era gay y el momento de comentarlo era hoy.

Al estar vestido volví a frotarme la cara como si eso espantara todo el sueño que ya se presentaba en mí.

Salí de casa con unos pocos tragos de café en el estómago y los ojos ojerosos aún. Al elevar la vista sólo se podía ver un manto gigante de nubes blancas como si el cielo hubiera sido forrado por éstas. Por desgracia olvidé salir con un paraguas.

Pequeñas gotas de agua caían sobre mí, pero no era nada grave, aún.

Me apresuré a correr hacia la escuela antes de que la tormenta comenzara. Corrí lo más que pude hasta el establecimiento.

Lo que comenzó como unas minúsculas manchas húmedas en la calle terminó por ser una superficie peligrosa para andar corriendo, pero a pesar de eso llegué justo a tiempo y todavía con algunas partes del cuerpo secas. 

Ingresé al salón algo agitado por subir deprisa las escaleras y pude ver a mis compañeros comportándose como si estuvieran en pleno recreo: por supuesto la profesora de geografía no estaba ahí para acallar los murmullos, interrumpir los besuqueos, confiscar celulares ni poner ordén a aquel lío. 

Caminé hasta el grupo de chicos de mi agrado. Estában todos ahí y tomé asiento junto a Jamia.

-Buenos días. - hice un saludo general a todos los de aquella mesa. 

-Fankie al fin llegas, sólo nos faltabas tú. - me recibió Ray con cara de mujer que espera a su marido hasta las 4 de la mañana.- Por cierto ¡qué elegante estás!

-Gracias. - le sonreí con los labios.

-¿Te agarró la lluvia? - preguntó mi sarcástica amiga al notar lo mojado que estába.

-Déjame, así me veo más sexy. - le dije arrogante.- ¿Y la profesora? - no pude evitar frotarme el rostro, lo tenía adormecido.

-Aún no llega, tal vez por la lluvia. - me dijo Gee observando el cielo gris afuera del ventanal.

El resto de la hora la pasamos jugando al poker con el maso de cartas de Bob y monedas, fichas de juegos antiguos, tapas de gaseosa, tapas de bolígrafos y lo que fuimos encontrando en nuestras mochilas.

También se nos unió más gente del curso y terminamos siendo un grupo grande en una mesa pequeña y un montón de objetos amontonados en el centro de ésta.

Too close for Conform ●Frerard●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora