Capitulo 3.

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[Cuando menos lo esperas, la esperanza decide aparecer...]

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Por la mañana el rubio se levantó más temprano de lo normal, dos horas más temprano, miro a su lado y ahí estaba la azabache junto a el, aún dormía, la miro con una sonrisa y la abrazó, pensando en cómo sería la situación al llegar a la escuela...

Se dió cuenta que Mikasa aún llevaba la ropa del día anterior, se levantó y entre sus cosas busco la ropa que ella había dejado la semana pasada que se quedó a hacer una pijamada con los demás, la ropa estaba limpia y era lo suficiente formal para llevarla puesta a la universidad.

La dejo a un lado y salió a ordenar la sala, el lugar estaba un poco desordenado y el era un tanto perfeccionista en cuestión a su hogar. Al terminar se metió a bañar, se baño lo más rápido posible, al salir vio que su compañera ya estaba despierta.

Si gustas puedes darte un baño Mikasa.

— Está bien, muchas gracias Armin...

— Aún hay tiempo, así que no te preocupes...

— Que suerte que ayer haya dejado mis cosas en los estantes de la escuela... Tendríamos que dar doble vuelta...

— ¿Dejaste tus cosas? ¿Por qué?

— Ayer tuvo clases extracurriculares, y saliendo me fui al cine con Eren, pero no quería llevar mis cosas así que las dejé.

— Oh entiendo, que bueno...

Después de eso la azabache se dió un baño rápido mientras que el otro chico terminaba de alistarse.

Una vez ambos estuvieron listos salieron del apartamento con suficiente tiempo de sobra, subieron al auto y fueron a la estación de gas más cercana. Frente a esta había una tienda de autoservicio, donde decidieron comprar algunas cosas como galletas y algunas golosinas.

Al llegar notaron como Eren iba acompañado de varias chicas, Mikasa solo volteo la mirada, Armin la tomo de la mano para evitar que ella hiciera un escándalo.

— Mientras vamos por mis cosas...

— Está bien, Tranquila, no pasará nada...

Uhm... Si...

Tomaron las cosas y entraron al salón, Eren se acercó a ellos en tono amenazante, los miro y entonces habló.

— Hey Armin, ¿Cómo estás?

Tch... ¿Que quieres?

— Fíjate como me hablas Armin, vengo a pedirte la tarea.

— No te la voy a dar.

— ¿Te revelas?

— ...

— ¡Armin! ¡Te estoy hablando con un carajo!

Todo o Nada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora