¡Oh Primus el grande! Tus fuerzas desfallecen,aunque todavía no es la hora; tuviste el tiempo en tus manos y con el adquiriste poderes inimaginables. Viste nacer imperios y también los viste perecer, el fin, la muerte. ¡Oh,la muerte!, palabra que jamás sentiste tan tuya, tan cercana; tu cuerpo comienza a secarse y tornarse en un esqueleto cubierto de una fina y elástica piel que más parece el pellejo pálido de algún papiro antiguo. Tu rostro es solo la calavera de la muerte y las cuencas de la vista apenas sostienen tus azules y destellantes ojos de vampiro. Tu especie sucumbe a causa de la sangre contaminada de los mortales, ese maldito virus que al correr por nuestras venas nos seca como a viejas momias egipcias y atrofia el movimiento de nuestros músculos.
Cuando fuiste iniciado en la «fe de las tinieblas», tu casta era fuerte e invencible, tu propio creador Zanoni considerado como el dios de los bosques por los ya extintos druidas, te enseñó que la existencia de estos dones de la noche tenían como propósito utilizarlo solamente para el bien de los mortales; con tu clarividencia podrías guiarlos por sendas de justicia y de progreso y con tu sed igualarias su existencia saciándote solamente con los malhechores, asesinos y violadores. Pero esto fue solamente en tiempos pasados cuando el hombre necesitaba creer en sus dioses y sus leyes se cumplían al pie de la letra so pena de atraerse la maldición.
Sin embargo el don oscuro de la inmortalidad viene al lado de una eterna compañera; la soledad. Esto siempre obligó a muchos de mi especie a crearse para ellos compañía. Yo mismo lo hice con dos hermosas e inteligentes muchachas, la primera en tiempos de la decadencia romana y la otra en el siglo Xl,ambas me abandonaron tiempo después y hasta hoy no se nada de esas bellas vampiresas.
La sed quema mis entrañas y yo no puedo alimentarme.
Las leyes de las tinieblas se quebraron y ese don nocturno que al principio servía a los humanos se tornó en algo diabólico (aunque no sabría decir si somos hijos de Satanás,además viví casi mil años y nunca le conocí), los nuevos hijos de la noche se revelaron contra sus padres–creadores y empezaron a dar caza sin distinción alguna, sembrando el terror entre los mortales: nobles y campesinos, religiosos y laicos, culpables o inocentes y así se multiplicaron sin control y con el paso del tiempo se hicieron muy poderosos, conformando singulares aquelarres de adoración al demonio.
En los tiempos de las cruzadas cristianas contra los moros la raza de vampiros estaba muy extendida y agresiva; mis hermanos habían olvidado el propósito de nuestra inmortalidad y se volcaron a groseros y primitivos rituales en los que hacían participar a algunos mortales,nombrándoles sus magos y brujas, los que a su vez les facilitarían tiernas presas, debido a lo dulce y fortificante de su sangre.
Mientras los mortales se mataban por absurdas cuestiones de fe, los nuevos vampiros satánicos acechaban a los hombres, bebiendose sus vidas y después para que no regresen como bebedores de sangre les arrancaban la cabeza del cuerpo. Los más viejos como mi creador Zazoni que había pisado esta tierra por más de ocho mil años, antes de inmolarse en la pira de fuego por puro aburrimiento de lo que veía me dijo que algún día nuestra raza perecerá por su ambición y bajeza y en mi mente me mostró imágenes incomprensibles: carruajes que se mueven sin caballos, luces brillantes, el sol en la noche y la triste decadencia de los mortales a tal grado que su sangre, nuestro alimento seria veneno letal para nosotros...
La sed, todo mi cuerpo está sediento pareciendo emitir un sonoro siseo de angustia, sangre, sangre y sangre, dulce y sabrosa el elixir de la inmortalidad descendiendo por mi garganta, subiendo por mis colmillos al cerebro y amplificando la sensación más plena, más intensa, hasta casi permitirme sentir la divinidad...
El amanecer esta próximo y esta vez el tiempo es mi mayor enemigo.
Quiero dejar por escrito el testimonio de mi existencia, pues cuando los dorados rayos del sol me envuelvan nuevamente después de nueve siglos todo mi ser quedara reducido a cenizas y el viento se encargará del resto.
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El sarcófago y otros cuentos de ficción y de terror
General FictionCuentos de ficción y de terror. África, vampiros, fantasía, hombres lobo, Medio Oriente, Islam. Cada história será única y diferente. Portada creada por @anonimosuperacion