Conway y Volkov esperan la llegada de dos chicos de nuevo ingreso. Pensaban en darles una bienvenida para nada normal.. Pero serán los nuevos quienes les den la bienvenida y de una manera que ni Jack ni Volkov se esperarían.
Muchas cosas pasarán en...
Gustabo se levantaba por la culpa de su escandalosa alarma, segundos después deseperto su mejor amigo pues ambos compartían un apartamento cerca de la universidad en la cual asistirían, hoy era su primer día.
Gustabo comenzó tallandose los ojos, mientras que Horacio miraba su zapato en el suelo, Gustabo se aserco al closet y sacó su ropa.
— Tomaré una ducha primero, mientras puedes hacer el desayuno — Sonrió con burla
— ¿Me vez cara de sirvienta? — Frunció el ceño con diversión
Gustabo solo respondió con un sonido de afirmación y entro al baño. Horacio soltó una risa y fue a hacer el desayuno para ambos.
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Gustabo salió diez minutos después. Horacio lo empujó y entró al baño el, este último soltó un bufido al sentir el vapor en el baño. Gustabo fue hasta la cocina donde pudo ver el desayuno que había preparado su compañero, se sentó tranquilamente y comenzó a desayunar, aún tenían dos horas para llegar a la universidad. Así que hacían todo con mucha calma. Pronto salió Horacio del baño, quien igualmente como Gustabo fue en toalla a desayunar, ambos rieron por eso, con el tiempo ya no les importaba estar casi desnudos uno con el otro, pues ambos sabían que no había intenciónes más haya que de una amistad, así que eso dejó se ser vergonzoso para los dos.
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Ambos chicos se estaban cambiando para poder ir a su nueva universidad, faltaba una hora. Horacio tomó algo muy extravagante y reluciente, mientras que Gustabo tomó lo primero que encontró.
Mientras que Horacio se puso un crotop, con unos patálones pegados y abligo largo, aunque cuando tuviera calor se lo quitaría.
Gustabo se puso una playera negra y encima otra pero de tela muy suave color azul, tomó unos vaqueros color blanco y coloco una cadena.
— ¡Wow! Estas guapísimo Horacio, rompiendo corazones como siempre — Mencionó Gustabo con una sonrisa.
— Y tu estas todo' mamado — Ambos rieron y tomaron sus mochilas.
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Ambos chicos llegaron a la universidad sonrientes, no querían problemas con nadie, simplemente querían terminar sus carreras y después vivir juntos. Pero sus planes serían completamente interrumpidos. Ya saben, una vida sin problemas no es vida.
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