School | Intenabo & volkacio

Capítulo Trece

Horacio tenía todo listo, una carta de confesión y unos chocolates. Solo quedaba buscar al chico que robaba sus suspiros, recorrió todo el patio hasta poder verlo con los mismos chicos que lo golpearon aquella vez. Aunque ellos tampoco les fue tan bien, pues Gustabo les dio una buena golpiza.

Se acercó sigilosamente y tocó su hombro con vergüenza.

- Hola.. Volkov, yo.. - Los ojos de Volkov se iluminaron de ver a Horacio tan vulnerable.. Sonrio internamente.

- Quisiera.. Quisiera decirte que tú, bueno ¡tu me gustas! - Dijo sonrojado

Volkov no estaba seguro de lo que sentía por Horacio, pero no quería aceptarlo, este miro atrás suyo donde estaban sus "amigos" mirándolo confundido.

- Horacio.. Yo.. - Habló Volkov nervioso.

- Lo siento crestitas, pero Volkov correspondió mis sentimientos, Victor no es gay a él le gustan las mujeres - Sonrió con burla Paola

Realmente Horacio no se sorprendió, se había preparado psicólogamente para un rechazo. Pero no esperaba que fuera de esta manera.

- Entiendo.. Bueno, supongo que ¿adiós? - Se aserco al basurero y tiro todo lo que había comprado, incluyendo la carta que tardo toda una noche escribiendo con Amor. Pero un chico se poso frente suyo.

- ¿Por qué esa carita de perro atropellado chiquito? - Horacio Sonrió de lado por el comentario del mexicano - ¿Te rechazo un cabron? ¿Quieres que le parta su madre al pendejo? -

- Claro que no perraco - Sonrió - Pero gracias de todos modos -

- ¿Tons que? Y bueno, quería darte algo - Sonrió un poco nervioso y saco un lindo collar de oro - Para mi rey - Se la dio

Los ojos de Horacio brillaron al ver tan hermoso regalo, se lanzó a los brazos de Emilio, quien correspondio de inmediato.

- ¡Muchas gracias joto! ¡Esta muy linda! -

El ruso trataba de ignorar esa escena, quisiera haber aceptado a Horacio, pero no quería que lo juzgarán.

...

El día había terminado, Horacio no quería rendirse, pero simplemente no podía seguir más. Los rechazos del ruso le hacían mal.

Y hablando del rey de Roma, Horacio pudo ver a Volkov caminando con la cabeza cabiz baja.

- ¡Hola Volkov! - Corrió hacía el, otra vez había vuelto a caer en los encantos del Ruso.

- Horacio.. - Dijo confundido

- Olvidé lo de esta mañana.. Aunque creo que no será fácil, puedo alejarme si usted lo quiere así.. - Mencionó triste mirando a otro lado.

- Horacio, pero.. -

- ¡Genial Volkov! No tiene por que repetirlo de nuevo. Entiendo que no soy de su agrado y que eres heterosexual.. Tampoco es como si pudiera cambiar tus gustos y eso.. - Río falsamente

- ¡Horacio dejeme hablar coño! - Este lo miro asustado por el grito - Lo siento jeje.. Pero no me dejaba hablar, quería decirle que lo acepto -

- Por supuesto.. Me voy a ir - Horacio pensé en lo que había dicho - ¡Espere que acaba de decir! - Abrió sus ojos sin poder creerlo.

- Le e dicho que lo acepto. ¿Acaso esta sordo? No me haga cambiar de opinión - Mencionó haciéndose el difícil

- ¿Realmente e escuchado bien? ¿No es una broma ni nada verdad? - Habló emocionado

- No es ningúna broma.. -

- ¡Entonces lo acepto Volkov! - Se lanzó a los brazos de su ahora novio.

- Yo.. Escuché que se te declaró, ¿lo aceptaste? -

- Si lo hubiera aceptado no estaría abrazandote, además no me gusta.. Es bueno conmigo, pero yo solo te amo a ti - Sonrió

- Bien.. No lo quiero cerca tuyo -

- ¡Gracias por haber correspondido mis sentimientos! - Sonrió besando sus mejillas.

- Como sea.. - Dijo ocultando su vergüenza.

No todo es color de rosa