Anidar del Petirrojo

Jaula parte 2

Hoy hice una doble actualización, así que si no has leído la parte anterior regresa a leerlo, si ya la leíste puedes continuar.

Tim descendió sobre la azotea de la torre, el clima tropical de Jump City era un gran contraste con el frío que persistía tanto de día como de noche en las calles de Gotham, si no fuera porque su patrulla era nocturna, lo más seguro es que terminaría con un ridículo bronceado en el rostro con la forma de su capucha, algo que acarrearía más burlas dirigidas a él.

Ahogó un bostezo con sus manos, ingresando al interior de la torre, con la ausencia de Jason y su reciente encuentro con Talia, tenía mucho trabajo por hacer, e igual que su mentor, el sueño era la menor de todas sus preocupaciones, solo tendría que tomar un café de la cocina y ese minúsculo inconveniente seria apaciguado por un par de horas.

Los pasillos de la torre eran iguales a como los recordaba, lo único diferente era que en su tiempo de liderazgo; entre las carreras de Bart, los chistes de Chico bestia, los revoloteos de Starfire, las peleas de Cassie y Conner, las reconciliaciones de los mismos, las persecuciones con Rose, y el hermano mayor Cyborg aconsejando a cada titán, los pasillos jamás se encontraban así de silenciosos y desocupados, a menos que alguno de sus titanes estuviera planeando una broma.

Lanzó un suspiro, extrañaba esos viejos tiempos, cuando la existencia del hijo de Bruce aún no se descubría, en ese tiempo sus inconvenientes se resumían en problemas de adolescentes, y atrapar villanos.

Una llamada a su comunicador lo saco de sus cavilaciones, sin detener su marcha, sacó el aparato, respondiendo sin mirar.

Casi chasqueó la lengua al notar a la albina sonreírle del otro lado.

—Ravager _Dejo escapar con algo de resignación, su mano libre fue a su frente acariciándola— ¿Se te ofrece algo?

—¿Ravager? Oh Tim~, sabes que para ti siempre seré Rose ¿Por qué de mal humor? ¿Quieres que te haga compañía en esa solitaria torre? Puedo deshacerme de Jason en un parpadeo, y el niñito de Superman se ve tan obediente como una ovejita.

—No es necesario Rose, estoy en una misión _Red Robin prefirió no comentarle que Jason no se encontraba allí, tenía demasiadas cosas que hacer y poca energía como para escapar de la albina cada vez que se le insinuaba.

—Te ves demasiado tenso, yo podría ayudarte con eso.

—Rose de verdad no es _Tim se silenció a sí mismo al ingresar al living, sus ojos se abrieron, y terminó por soltar el aparato, dejándolo caer contra el piso, pero ni eso alertó al par de adolescentes, era como si estuvieran en su propio mundo.

Escuchó a Rose decir varias veces su nombre, pero ni eso fue capaz de sacarlo del trance en el que estaba.

Esto debía ser una broma.

O un sueño, no dormía desde hace días, seguramente revisando las cámaras, sin quererlo cerró los ojos para descansar la vista, y terminó durmiéndose.

El estrés del trabajo, más la constantes divagaciones que tenía con la relación de Raven y Damian dieron inicio a este sueño, o mejor dicho pesadilla, tenía más sentido creer que era una pesadilla, en cualquier momento despertaría.

Llevó su vista abajo, con uno de sus dedos pellizco el brazo, lo más fuerte posible, el dolor se sentía real, subió la mirada, y se encontró en el mismo lugar…

Su rostro se coloreo, Raven lo… No, ella era una tierna linda y buena chica, jamás le haría daño, Damian por otro lado, lo golpearía, secuestraría, torturaría, luego cuando se aburriera, tal vez se apiade de él y lo mate por verlos en un momento tan íntimo.