Suave Aleteo

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Jason sonrió mirando de reojo a su hermano menor al otro lado de la mesa, desde que había llegado a la torre, la misión que tenía con Tim se había desplazada, ahora su principal objetivo era molestar al pequeño demonio y descubrir qué tipo de relación tenía con la pequeña avecilla.

Apostaría sin temor sus All Blades; que el mocoso había conseguido llegar más lejos que sus antecesores Robin's, y sí llegaba a confirmar algo, se lo restregaría en la cara de Dick una y otra vez. Y sobornaría a ambos con decirle a Batman, aunque por respeto a Raven jamás lo haría.

—Llego la pizza _Jon entró volando con dos cajas de pizza, justo a tiempo para la hora del almuerzo.

Con cuidado colocó ambas cajas sobre la mesa, al tiempo que las abría a la vez, dejando ver el contraste de ambas, la primera era vegetariana, mientras la segunda tenía trozos de tocino.

El olor de ambas inundó la habitación, y para sorpresa de todos los presentes Damian se puso de pie, llevando sus manos a los labios antes de comenzar a correr hasta afuera del lugar.

—¿Qué fue eso? _El hijo de Superman miro la puerta algo preocupado por su compañero.

Mientras los tres chicos restantes se sumaban en una plática sobre el origen del comportamiento del actual Robin, la única chica miraba con algo de incertidumbre la pizza frente a ella, en el instante que Jon las había revelado el olor le había parecido nauseabundo, tanto que podría haber vomitado, pero todo ese malestar se esfumó al tiempo de que Damian se pusiera de pie, era como si él hubiese absorbido su malestar... Justo como ella hacía con sus poderes para ayudar a los demás.

Cuando Robin regresó ya todos habían terminado de comer, los futuros padres intercambiaron miradas haciendo pacto silencioso para hablar después.

Wayne alejó la caja de pizza de su alcance, y procedió a buscar algo más para comer, tomó algunas frutas, las suficientes para no tener hambre en un buen rato.

Jon se encontraba jugando con el tercer acto de caridad de su padre, mientras que el segundo acto de caridad seguía tentando su suerte.

—Black bird ¿Tienes algo que hacer esta noche? _Red Hood hablo lo suficientemente alto para que hasta los que estaban enfocados en la pantalla voltearan a verlos.

Jason no necesitaba la empatía de su acompañante para sentir el enojo de Damian, y tampoco necesitaba ser un adivino para saber que pronto sería atravesado por una katana si no tenía cuidado.

—¿Morir una vez no te sirvió de lección?

—Me gusta coquetearle a la muerte _Red Hood tomó las manos de ella entre las suyas.

La chica de cabello amatista liberó sus manos justo antes de que el forajido recibiera una embestida de un enojado Wayne.

OoOoOoOoO

Raven recargó su mentón de la palma de su mano, mirando desde una segura mesa la pelea de Damian y Jason.

Afortunadamente para la estabilidad del living, había reaccionado rápido, y apenas el menor se abalanzó contra Todd, había abierto un portal, transportándolos hasta la sala de entrenamiento.

Donde ahora sin ningún tipo de limitaciones se descargaban contra el otro, siendo Raven la única testigo, y responsable de que no se mataran, incluso, al llegar tuvo que teletransportar las armas.

—Son unos niños _Lanzó un suspiro dirigiendo su mirada a la puerta de la estancia, por la que segundos después entró Jon sosteniendo una bandeja con dos tazas de té y galletas. Justo a tiempo como todos los días.

Anidar del PetirrojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora