La tristeza que se convirtió en una promesa

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Negro.

Ojos negros.

Dos pares de un profundo tono negro.

Son similares, pero la mirada en cada uno expresa una emoción diferente. Un par de tan frío y distante como un día lejano de invierno, el otro brillante y cálido, como el inicio del verano, que ahora expresan incredulidad y desconcierto.

Lentamente la espada alzada en el aire que apunta al delgado y pálido cuello de Hoshi fue alejándose hasta regresar a su funda.

—Tu debes ser una de los intrusos de otra dimensión. —Por unos segundos, su mirada oscura analiza el rostro de la menor. — Te pareces a la esposa de Naruto.

Hoshi reacciona al fin, se incorpora para encarar a ese hombre con el mismo rostro de su padre, ahora sabe que no está en su hogar, su papá jamás le daría la misma mirada tan fría e inexpresiva que la contempla ahora, mucho menos la apuntaría con su espada.

—¿Por que estas aqui? — cuestiona Sasuke, en ningún momento aparta su mirada

Los labios de Hoshi se separan, no para dar una respuesta, es solo un gesto de inercia por la impresión.

—¡Hoshi! — la aludida reconoce esa voz, vira el cuello viendo a la distancia tres figuras acercándose de prisa

Shinachiku se para delante de la Uchiha, con los brazos extendidos y una mirada firme.

Sasuke observa al niño rubio, la mirada determinada en sus ojos le dice que no no dudará en enfrentarlo para proteger a la chica.

—¡Papá! —Sarada y Boruto al fin llegaron junto a ellos, quedaron atrás por Shinachiku, que es sorprendentemente rapido— ¡Por favor, papá, no vayas hacer nada! — suplica la de lentes

Los ojos negros de Hoshi caen en la chica pelinegra de lentes «Papá» su mente reboto esa palabra que habia salido de sus labios, como si sintiera la mirada Sarada conectó sus ojos tras los lentes con los de Hoshi, ambas se encaran fijamente lacónicos segundos.

—Regresen al hospital — la voz de Sasuke corta el momento

Shinachiku asiente relajando su postura, voltea hacia su compañera que tiene una mirada perdida, preocupado acerca sus manos a sus mejillas, pero se detiene a unos centímetros.

—Hoshi — llama dudoso, lo repite una vez más, entonces la Uchiha reacciona y le devuelve la mirada.— Debemos irnos.

—¿Ah? — es lo único que logra decir, desorientada, para Shinachiku fue fácil deducir que lo que acaba de pasar es demasiado para ella

—Escuchame— su voz es suave, casi dulce — Se que estas confundida... yo tambien lo estoy, pero nos tenemos el uno al otro, sin importar que prometo protegerte y estar a tu lado. —aquellas palabras logran calmar a la Uchiha, aquella promesa es más profunda de lo que ella puede comprender, solo Shinachiku sabe la verdad detrás de sus palabras

—Si — esboza una pequeña sonrisa

Aquella sonrisa provoca un ligero sonrojo en las mejillas del rubio, que queda pasmado unos segundos para después darle la espalda. Hoshi observa confundida la espalda de su amigo, mientras esté intenta bajar el sonrojo de sus mejillas.

Boruto y Sarada se miran entre sí confundidos.

Si en un inicio la situación era un problema Sasuke está seguro que ahora lo será más.

Si en un inicio la situación era un problema Sasuke está seguro que ahora lo será más

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