Juego de Dimensiones

El amor tiene maravillosas formas de curar un corazón

—¿A donde vas? 

Seiza se detiene y mira sobre su hombre a su... padre. Para el era raro considerarlo así, a diferencia de su hermana que no tenia problemas en aceptar a estas personas de este mundo, para el no eran mas que desconocidos.  Ese hombre no era mas que un extraño con el mismo rostro y nombre de su padre, no es quien le enseño a lanzar kunai, no es quien le enseño el Jutsu fuego, tampoco es el hombre que se había quedado con el durante las noches que tenia pesadillas luego de que fue secuestrado cuando era niño.

Si le preguntaran, diría que no le debía nada, pero vaya que decirlo a sentirlo eran dos cosas distintas. 

—Iré al hospital a ver a Hoshi. 

Sasuke lo mira fijamente. Seiza le sostiene la mirada sin inmutarse, jamás ha sido de los que se acobardan y pese a que su padre es temido en muchas naciones del mundo Ninja, nunca ha sido su caso, incluso si se trata de otra versión.

—¿Regresaran a su dimensión?

La pregunta no sorprendió al menor, suponía que su padre ya estaba al tanto del avance de su investigación.

—Así es, no podemos seguir aquí demasiado tiempo. En cualquier momento Hoshi y Shinachiku pueden tener una recaída, yo soy mas fuerte que ellos pero en algún momento también me pasara y no es algo que el Ninjutsu medico pueda sanar.

—Te ayudare.— aquello no fue una pregunta y ambos Uchihas lo saben

Seiza sonrió de forma ladina. 

—Claro que lo harás. — le dio la espalda y camino a la salida — No puedes ignorarnos aunque quieras ¿verdad?.

Sasuke no contesto, pero Seiza no necesita una respuesta, después de todo ese hombre no es muy diferente a su verdadero padre.

Iban llegando al hospital cuando vieron a un agitado Boruto salir mirando a los lados. El Uchiha mayor se acerco al instante preguntándose si había sucedido algo malo, Seiza ni siquiera se detuvo, corrió pasando a un lado del Uzumaki hasta la habitación que su hermana menor comporte con Shinachiku.

—¿Que sucedió Boruto? — sasuke le pregunto a su estudiante una vez estuvo delante de el

Los ojos azules del rubio reflejaron preocupación. 

—Es Sarada.

La sola mención de su hija lo puso ansioso aunque su expresión no lo demostró.

—¿Que paso con ella?

Mientras Boruto le explicaba lo que había sucedido, Seiza ya había llegado a la habitación y sentía que podía respirar nuevamente al ver a su hermana y al Uzumaki perfectamente, pero no tardo en darse cuenta del ambiente tenso y la presencia de la niña Uzumaki.

—¿Que sucedió?— se acerco a la camilla de Hoshi y se sentó en la orilla, de inmediato fue rodeado por los brazos de su hermanita

—Niisan — la voz de la menor se escuchaba desanimada — Creo que hice algo malo.

—¡Eso no es cierto! — Seiza miro a Shinachiku que había dicho con seguridad y mostrándose molesto, aunque no parecía molesto con Hoshi, de hecho Seiza ni siquiera cree que el chico pueda ser capaz de estarlo — Fue Sarada la que te pregunto y te pidió que le contaras de tu familia ¡solo fuiste honesta!

—Ella se fue triste — susurro Hoshi y Seiza miraba de uno a otro sin entender

—Aun así no fue tu culpa — insistió el Uzumaki — No se porque se puso así, pero lo que fuera no tiene que ver contigo ni tu familia. Tu serias incapaz de lastimar a nadie a propósito, esa no eres tu. — Hoshi lo miro y el rubio le sonrió con calidez — Así que no estés triste, por favor.