Tormenta.

Capítulo-5

Mi última clase había finalizado, por suerte logre hablar con el profesor para que me diera tiempo de entregar el ensayo que teníamos pendiente para hoy. Lo profesores habían sido buenos conmigo al escucharme y darme una oportunidad para no recursar sus asignaturas.

Salí de la universidad, mire la hora en mi teléfono, eran las 4:26 PM,  si me apuraba llegaría a tiempo a mi guardia en el hospital.

Comencé a caminar por una calle algo solitaria, acomode mi bufanda de lana color rosa, realmente no era mía, fue una de las tantas cosas que se dejó Nico en el departamento, yo la usaba porque aun mantenía impregnado su olor.

Al pasar cerca de un callejón sentí como era tirada de mi brazo dentro de aquel callejón, mi respiración se aceleró y mire quien  me había tirado, encontrándome con unos ojos verdes llenos de odio.

-Tu!, maldita hija de perra - Sentí como me empujaba al suelo, caí de costado lastimandome el brazo. Mire su rostro y pude reconocerla.

Era Toudou Erena, novia de Anju, la chica con la que me acosté esa horrible noche.

Ella vestía una chaqueta de mezclilla desgastada y un pantalón negro junto con una botines de piel desgastados, era la imagen de chica mala y ahora mismo estaba por comprobar que tan mala era.

- Espera. - Hable entre jadeos, el dolor de mi brazo no dejaba de arder.

-Cállate! - Sentí un golpe en mi mejilla que me dejó totalmente descolocada, el sabor a hierro inundó mi boca. - Te metiste con mi novia!. - sentí un fuerte golpe en mi estomago que me dejó sin aire, intente cubrir mi rostro con mis brazos.

No podía defenderme, además de que sentía que me merecía estos golpes así que con el dolor calado en todas las partes de mi cuerpo deje que desquitara su odio.

-Defiendete jodida mierda! - mi vista era borrosa pero pude ver que sus ojos verdes estaban derramando lágrimas. - Por qué Anju me haría esto?. - Sus golpes habían parado pero sentía la mitad de mi rostro adolorido. - Mis amigos dijeron que la vieron esa noche, que ella fue la que te emborrachó...- Se tiro de rodillas frente a mi, llevo sus manos a su rostro y pude ver sus nudillos destrozados y llenos de sangre, no quiero ni imaginarme como estará mi rostro.

-L-lo siento...- susurre con pesar, me dolía todo. - Yo no quise hacerlo.- Me recargue en el pared detrás de mí, intentando regular mi respiración. No podía abrir uno de mis ojos, además de que mi brazo derecho estaba inmóvil.

-Tienes Lo que te mereces, basura. - Toudou me miró con asco, acomodo sus ropa y antes de irse, amenazó. - Dices algo sobre esto y la próxima no sales con vida. - Me señaló y yo solo asentí, ya veré que mentira le diré a mis padres.

La vi irse con las manos en sus bolsillos y mirando a todos lados, yo solo me recosté en la pared detrás de mí y intente tranquilizarme un poco, escuché voces acercarse al callejón. 

-Créeme Kayo-chin vi al pequeño gato meterse en este lugar. - Escuche la voz más cerca.

-Estas segura Rin-chan? No parece muy seguro. - uno voz más suave se escuchó.

Mire la entrada del callejón y vi a una chica pelinaranja mirarme con miedo.

-Kayo-chin hay un muertooo!- Señaló a donde yo estaba y después una castaña se acercó a mi rápidamente.

-Estas bien?!. - Quitó algunos mechones rojizos de mi rostro para mirarme bien. - Tu frente esta sangrando y tienes el ojo morado - La castaña saco un pañuelo de su bolso y estaba limpiando un poco la sangre fresca de mi rostro. - Rin-chan ayúdame a llevarla a casa para curar sus heridas.