Me dispuse a subir las escaleras suplicándole al universo que hoy me dejara tranquila, pero el universo estaba en mi contra.
- Cuando se entra en una casa se saluda, no soy un perro- dice Mariano
Suspiré - hola papá- le sonreí falsamente.
- acercate - me ordenó.
Bajé los dos escalones que había conseguido subir y me dirijí hacia dónde estaba el, quedé frente a frente ,este se levantó del sillón dónde estaba sentado, me inspeccionó de arriba a bajo de mala gana y a la velocidad de un rayo su mano chocó contra mi mejilla haciéndome tambalear, como autoreflejo me acaricie mi palpitante mejilla con mi suave mano haciendo que se dispersara el picor.
- esto para que aprendas modales - es lo único que me dice cuando se vuelve a sentar en el sillón.
Subo lo más rápido que puedo a mi habitación y me meto en el baño. Cuando me miro en el espejo puedo ver la mano de mi padre marcada en mi cara, entre la fuerza que ha usado y lo pálida que soy parece que me haya pintado la silueta de una mano. No suelto ni una lágrima he pasado peores, solo es una bofetada pienso para autoconsolarme. Salgo del baño y me dispongo a cambiarme y ponerme el pijama. Miró mi teléfono móvil y son las 16:15 así que decido ponerme a dormir la siesta para desconectar un rato.
El rugido de mi estómago hace que me despierte, miro la hora y son las 21:50, he dormido como un bebé. Me desperezo y salgo de la cama aún medio dormida. Bajo a la cocina pasando por el salón y viendo a mi padre roncar en el sillón, almenos podré cenar tranquila. Me preparo una pizza de cuatro quesos y me subo a mi habitación a comerme la.
Seguro que estaréis pensando, ¿Y esta tía, que su padre le mete un guantazo y se queda tan pancha? Pues veréis cuando ya os han arrastrado de los pelos por toda la casa, os han golpeado hasta dejaros inconscientes, y sobre todo os han maltratado psicológicamente, un guantazo no significa nada. Mariano antes era todo lo contrario, era el mejor padre del mundo, pero la muerte de Ángela le afectó tanto que a la única persona que veía culpable era a mi. Me ha llegado a hundir tanto que hasta yo llegué ha pensar que fui la culpable de su muerte. Me ha cojido asco hasta tal punto que en mi cumpleaños me obligó a comerme una lata de comida de perro como si fuera un pastel, y no sabéis cómo disfrutaba viéndome comer esa asquerosidad.
Recojo lo que he ensuciado y vuelvo a meterme en la cama. Mañana será otro día.
El día se me pasa más rápido de lo pensado, por la mañana salí a correr un rato por la montaña, me encanta la naturaleza, es algo tan relajante que me despeja la mente. El resto del tiempo lo he utilizado para ducharme, ver un par de peliculas en el salón ya que hoy mi padre estaba todo el día fuera y hablar con Olivia sobre la fiesta de mañana, por lo que me ha dicho los invitados que asistirán serán personas de clase alta, que será una ceremonia normal y tranquila y que no esté con mi cara de sapo toda la noche, me conoce mejor que nadie y sabe lo expresiva que puedo llegar a ser con la cara, debo admitir que un poco de ganas si tengo de ir, más que ganas curiosidad, solo he salido una vez de fiesta y esa misma noche me prometí no hacerlo más, circunstancias de la vida.
Y cuando menos me doy cuenta caigo en un profundo sueño.
Me despierto y miro la hora en el móvil, son las 11:37 de la mañana, llevaba mucho tiempo sin dormir tanto debido a los exámenes finales, me hacía falta.
Veo que tengo 3 llamadas perdidas de Olivia, decido llamarla....piiii....piii...
-ya era hora Sofía, vuelves a tu fase de marmota?- río ante su comentario.
- deja de quejarte ya pesada, ¿que querías?-
- Recuerda que está noche es la fiesta, supongo que ya te habrás organizado - mis ojos se abren como platos, lo había olvidado por completo.
- si claro todo en orden- miento para que no se ponga en modo sargento.
- sabía que no me ibas a fallar- grita de emoción - paso a buscarte a las 22h se puntual pelirroja - añade y sin contestarle cuelgo la llamada.
21:00h
Me meto en el baño a darme una relajante ducha, salgo, me seco y me pongo la ropa interior. Voy al armario para decidir que ponerme, empiezo a revolverlo todo hasta que encuentro el vestido perfecto. Se trata de un vestido largo y rojo muy elegante, que con el color de mi pelo y el tono de mi piel queda magnífico. Decido hacerme un recogido en el pelo con dos mechones del flequillo sueltos, un poco de rímel, y los labios bien rojos, me miro en el espejo y veo lo espléndida que me veo. Miró el reloj y son las 21:54, Olivia no tardará en llegar.
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DOBLE S.
RomanceHades es uno de los peces más gordos del narcotráfico de España, es respetado y temido, es frío,sin sentimientos, sin compasión,solo confía en su mano derecha, es el único que con los años le ha demostrado lealtad, algo que para el lo significa TODO...