-hola - le contesté tímidamente.
-es la primera vez que te veo en una de mis fiestas- me responde serio.
-si, es la primera vez que vengo, no soy de salir mucho y menos con este tipo de gente.
Se me queda mirando de arriba a abajo con un aire de arrogancia.
-¿y tu que tipo de persona eres?, No pareces nada común, más bien eres rarita-me guiña un ojo y yo abro los ojos como platos ante lo que me acaba de decir.
- ¿que pasa que por no ser fiestera y juntarme con gente humilde ya soy menos que tú?- lo escupo como si fueran balas, me cabreó muchísimo su actitud de niñato.
Este da una media sonrisa y se acerca a mi oído.
- lo digo por ese pelo de fuego que tienes en esta cabeza tan bonita-señala mi cabeza y hace que me recorra un escalofrío por todo el cuerpo - y por esos ojos verdes de gata- mi corazón iba tan rápido que sentía que me iba a explotar en cualquier instante- y por no ser fiestera también, rarita- vuelvo a la realidad.
-eres imbécil- cojo mi cubata sin mirar a Saúl para no darle importancia y me lo bebo de un trago.
-no eres fiestera pero alcholica si- me vuelve a guiñar el ojo.
Me levanto del sillón ignorandole y voy en busca del camarero cubano para que me recargue el vaso.
-ponme otro de lo de antes y dos chupitos de aguardiente- le paso un billete para que me cobre y este se niega, le miro en busca de una respuesta y este me dice
-por ahí atrás me están diciendo que a usted no le cobre- giro mi mirada hacia donde el dice y puedo apreciar a Saúl observándome con picardía.
Le reto con la mirada, así que todo gratis, haré que se arrepienta.
Ahí mismo en la barra sabiendo que Saúl me estaba observando, cojí los dos chupitos y me los bebí de golpe uno detrás de otro. La garganta me ardía pero tenía que demostrar dureza. Cojí el cubata y le di dos tragos largos para acabarlo. El alcohol ya me estaba haciendo efecto, la lengua empezaba a pesarme y la vista se me nublaba por momentos, pero yo y mi cabezonería siempre vamos al límite.
-dddooosss...chuupitooos....maasss-le dije como pude al cubano sexi.
Me bebí uno y cuando estaba a punto de beberme el segundo una mano me frenó haciendo que se derramara todo por mi vestido.
Miro con furia al causante de tal estropicio sobre mi ser y me encuentro a un Saúl serio mirándome con dureza.
-mira lo que me has hecho estúpido-le grito en la cara.
-sal de aquí- me dice frío.
Me quedo paralizada ante su comentario, no me lo esperaba para nada, fue como echarme un jarrón de agua fría sobre mi cuerpo en ese momento.
-¿Que?-le digo para asegurarme de que había escuchado bien.
- no quiero borrachas en mi fiesta- me río ante su patética excusa para echarme.
- pero si todo el mundo va borracho, bueno y con dos rayas de más también- le digo señalando a toda la gente que nos rodea.
- ¿Por que intentas quedar de superior cuando no aguantas ni media noche de fiesta?, niñata.- y sin decir nada más se da media vuelta y vuelve a la mesa dónde estaba el grupo sentado.
Me quedo analizando la situación por dos segundos y mi cabeza no logra entender la actitud de este chico, no sé si es el alchol que no me deja pensar con claridad pero yo diría que es un gilipollas de los grandes.
Veo que hay un cubata en la barra sin dueño y me lo bebo de un trago antes de que alguien se de cuenta. Vuelvo a la mesa a recoger mis cosas y despedirme de los otros integrantes del grupo. Cuando llego me encuentro a Olivia comiéndose la boca con Pablo.
- ¿donde demonios estabas Sofía?- me pregunta Olivia haciéndose la dramática.
-me voy- es lo único que digo antes de cojer mis cosas tambaleandome por el exceso de alcohol en mi cuerpo, acto seguido cojo rumbo en dirección a la salida.
Escucho gritar a Olivia mi nombre con mil insultos detrás acompañándolo intentando hacerme volver, pero me hago la sorda y sigo mi camino, no quiero estar cerca del imbécil de Saúl, dulce por fuera y amargo por dentro. En mi cabeza solo retumba su frase
Sal de aquí , sal de aquí, sal de aquí.
A base de empujones consigo llegar a la segunda sala, todo el mundo me miraba como si fuera una mona de circo, pero esque no me quiero ni imaginar las pintas que debía tener en ese momento.
Cuando logro cruzar también la primera sala y llego a la puerta de entrada caigo de que he venido en el coche de Olivia y que no tengo cómo volver y con lo que llevo encima no me llega ni para diez minutos en taxi. Por más que pienso no se me ocurre otra cosa que ir andando. Bajo las preciosas escaleras que dan a los jardines y busco en el navegador de mi móvil cuanto tiempo tengo andando, 1h 56 minutos. Me quiero morir. Me fijo en la hora y son las 3:50 de la madrugada, me empiezo a agobiar ante la idea de andar casi dos horas por una carretera tipo bosque a oscuras. Me guardo el móvil y empiezo a caminar por el jardín pensando que hacer y ahí encuentro la solución. Veo el establo cada vez más cerca, voy prácticamente corriendo para que nadie me vea. Consigo entrar y una vez dentro me quedo fascinada viendo los preciosos caballos que ocupan el lugar. Me acerco a uno de ellos que llama mi atención por ser idéntico al protagonista de la película de Spirit y lo toco. En ese momento solo podía sentir felicidad dentro de mi. Decidido, dormiré aquí unas tres horas hasta que salga el sol y por la mañana me iré caminando. Busco un sitio donde poder tumbarme sin ser vista. Me hago un ovillo humano y gracias a la cogorza que llevaba encima me dormí más rápido de lo que viaja la luz.
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DOBLE S.
RomanceHades es uno de los peces más gordos del narcotráfico de España, es respetado y temido, es frío,sin sentimientos, sin compasión,solo confía en su mano derecha, es el único que con los años le ha demostrado lealtad, algo que para el lo significa TODO...