Punto de vista de Saúl
Llegué rápido a casa de esa pelirroja loca, yo sabía que su padre mentía y si mentía es porqué oculta algo.
Toco el timbre y espero a que salga ese palomo por la puerta. Olivia me mira extrañada ya que nadie responde y decide tocar ella el timbre. Sin resultados.
- ve al coche y espérame allí- le ordenó a Olivia.-¿Que demonios vas a hacer?-
- tu hazme caso, ¿no quieres saber si tu amiga está bien?- asiente y haze caso a mí orden.
Me doy un rodeo por el pequeño jardín de Sofía intentando encontrar algún sitio para poder acceder al interior de la casa, esta situación me da mala espina. Yo no soy el típico tío que va salvando damiselas en apuros, pero esa rarita había despertado una cierta curiosidad dentro de mi y por lo que me a contado su amiga el padre no es que esté muy cuerdo. Debía llegar al fondo de esta situación. Encuentro una ventana entreabierta en el piso de arriba de fácil acceso, ya tenía cómo pillar a ese falsante.
Me encontraba en un lavabo, sin pensármelo abri la puerta y di a un dormitorio que deducí que era de Sofía por el decorado, me acerqué hasta la puerta y trate de escuchar que había al otro lado, pero el silencio reinaba en ese instante, abrí la puerta sin hacer mucho ruido para no ser descubierto, un pasillo se encontraba justo delante de mí al fondo pude apreciar una puerta entreabierta, de camino, a mi mano derecha, tenía la barandilla con una escalera dejando ver todo el piso de abajo donde se encontraba el salón. Cuando llegué a la altura de la puerta eché un vistazo para ver que había en el interior, y lo que ví me heló la sangre.
Sofía estaba en ropa interior, inconsciente y atada de pies y manos, se podían ver varios moratones por su cuerpo debido a su pálida piel, le habían dado una paliza, decidí reaccionar, me acerqué a ella e intenté despertarla, no lo conseguí así que decidí desatarla y llevármela, debía sacarla de ahí. Baje las escaleras con ella en brazos y salí por la puerta de entrada, cuando Olivia me vió llegar salió del coche sin pensárselo y pude ver pánico en su rostro.
-Ese hijo de puta a llegado al límite, hay que sacarle de esa casa cualquier día la va a matar ¿donde está?- me preguntó furiosa.
- ni rastro de el, a tu casa y no le cuentes esto a nadie, yo me encargo de Sofía- se quedó pensando la situación pero al final accedió.
- mañana iré a ver cómo está, cualquier cosa llámame- y deja un papelito en mi bolsillo.
Meto a Sofía en el coche en el asiento del copiloto, le pongo mi chaqueta por encima para que no coja frío, a saber cuántas horas lleva así. Me monto en el coche y voy dirección a mi casa.
Punto de vista de Mariano
Decidí salir a comprar utensilios para castigar a esa cerda que tenía como hija.
- ya he vuelto maldita perra, ahora sí que empieza el juego- entro en la habitación y para mí sorpresa la cama está vacía. Furioso empiezo a buscarla por toda la casa. - Te crees muy graciosa bastarda pero yo me retiré mejor cuando te encuentre,¡ sal de donde estés perra!- tardo en asimilar que no está en casa.
Juro que te encontraré y cuando lo haga te quitaré la vida con mis manos, igual que tú hiciste con mi Ángela.
Punto de vista de Sofía
Intento abrir los ojos lentamente, me duele muchísimo la cabeza, tardo unos segundos en acostumbrarme a la luz, cuando veo todo lo que me rodea me empiezo a angustiar, ¿Dónde coño estoy? Intento salir de la enorme cama en la que me encuentro, pero tal y como tocó el suelo con los pies, me caigo sin fuerza en mi cuerpo y el dolor de cabeza no es que ayude mucho.
-¡Joder!- grito de frustración.
Acto seguido alguien entra en aquel lugar y llega corriendo en mi auxilio.
- no deberías haber salido de la cama, estás muy débil- y esa voz ronca vuelve a hipnotizar todo mi ser.
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DOBLE S.
RomanceHades es uno de los peces más gordos del narcotráfico de España, es respetado y temido, es frío,sin sentimientos, sin compasión,solo confía en su mano derecha, es el único que con los años le ha demostrado lealtad, algo que para el lo significa TODO...