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–¡Manoban, tú otra vez!-espetó la madre superiora–es la sexta vez que te cambiamos de habitación en este mes.

–No es mi culpa que ellas sean unas tontas.

–Cuide sus palabras señorita, ya veremos a donde la cambiaremos ahora. Puede retirarse.

(...)

–Esta niña, Lalisa, es un caos, no hace más que causar problemas.

–Lo sé hermana, pero no podemos hacer nada, su padre nos paga para curarla, y no podemos sacarla del convento porque él es uno de nuestros mayores benefactores.

–Es cierto, ¿pero qué haremos con ella?

–Pónganla en la misma habitación que la señorita Park, es una de nuestras mejores novicias, seguro que la ayudará a seguir el camino de nuestro señor.

–Ahora mismo padre.

(...)

–Manoban esta será tu nueva habitación, por favor compórtate y no causes problemas.

–Si madre Anna-dijo abriendo la puerta de su nueva habitación, entró y la cerró detrás de ella.

–Hola-le habló a una chica que estaba sentada en una de las camas leyendo lo que parecía ser la Biblia. Dejó su maleta sobre la cama y se sentó en esta.

–Bienvenida-dijo dulcemente–como te habrás dado cuenta esa es tu cama y el armario es compartido, por cierto, soy Roseanne Park, pero me puedes decir Rosé-«si los ángeles existen, ella es uno de ellos» pensó Lisa.

–Yo soy Lalisa Manoban, pero llámame Lisa.

–He escuchado muchas cosas de ti.

–¿Cómo cuales?-«espero que nada malo, o estoy frita».

–Que tu papá es uno de los mayores benefactores del convento, que causas problemas a donde quiera que vayas, que has pasado por prácticamente todas las habitaciones en el año que llevas aquí, que saboteas todas las misas, que le pusiste pegamento en el velo de la madre Aurora y en su silla, y muchas cosas más-rió por lo roja que se había puesto Lisa.

–Vaya, si que son chismosas las personas-intentó sonreir para pasar la vergüenza.

–Mejor desempaca que pronto es la hora de la cena.

En la hora de la cena todas las monjas y novicias del convento se reunieron en el comedor, proclamaron como cada vez la oración en agradecimiento a nuestro señor y empezaron a comer en silencio.

Milagrosamente esta vez Lisa no había intentado nada para molestar a sus compañeras, solo mantenía su vista fija en una de ellas «Rosé Park».

«Ella es un ángel, ¿Cómo puede alguien tan hermosa estar entre los simples mortales?, se ve tan adorable y tierna». Estos y muchos otro pensamientos rondaban la cabeza de la castaña mientras miraba embelezada a la linda peliroja.

–Señorita Lalisa, creo que se ha cumplido un milagro, sé que es muy bueno, pero tengo curiosidad ¿por qué no has molestado esta noche?-comentó una de las monjas haciendo que se sonrojara porque la habían pillado de cierta manera.

–Y-yo... no pasa nada especial, s-solo me siento u-un poco mal-tartamudeó en respuesta.

–Creo que deberíamos llevarla a la enfermería.

–N-no, no es p-para tanto-gesticuló con sus manos en señal de negación.

–Claro que sí, señorita Park acompáñela por favor-sentenció.

Rosé y Lisa se dirigieron al lugar mandado y cuando llegaron fueron recibidas por la hermana Hyuna.

–¿Qué haces por aquí Lalisa? Siempre mandan a chicas por tu causa pero tú nunca habías venido-cureoseó.

–Hola hermana-hizo una reverencia.

–¿Rosie?¿Qué te trae por aquí, te sientes mal otra vez?-al escuchar sus palabras Lisa quiso preguntar ¿por qué venía tan seguido?, pero le pareció que no tenían mucha confianza como para hablar de temas que seguramente son personales.

–No, vine a acompañar a Lisa-sonrió timidamente.

–Ustedes dos, ¿juntas?-se sorprendió grandemente, y era de esperar, ambas chicas eran todo lo contrario, mientras Rosé es una chica aplicada y de voto, Lisa es más desastrosa y rebelde, no tenían nada en común, o al menos eso pensaban ellas.

–Sí, ahora somos compañeras de habitación.

–Al parecer te volvieron a cambiar Lisa, ¿cuándo aprenderas eh?-en este punto Manoban estaba más que avergonzada, y lo peor es que no entendía el por qué, siempre le gustó que comentaran sus travesuras y maldades, mas en estas últimas horas su comportamiento se le hacía muy vergonzoso–Entonces, ¿qué las trae por aquí?-preguntó al no obtener ninguna respuesta en su comentario anterior.

–Lisa no se sentía muy bien en la cena y nos mandaron a verla-aclaró Rosé.

–Bien, siéntate en la camilla-ordenó, haciendo que Lisa obedeciera como un robot–¡estás muy roja y caliente!-exclamó asustada por el estado de la muchacha, provocando que el tono carmesí en su rostro aumentara aún más–Pásame el termómetro por favor-le pidió a Rosé, quien como toda una experta lo localizó entre todo el desorden de medicamentos e instrumentaria médica.

Rosé tomó asiento al lado de la camilla y sostuvo la mano de su nueva compañera de habitación dejando pequeñas caricias en esta con su pulgar–Estás temblando ¿tienes frío?-inquirió sin darse cuenta que sus acciones son las que la ponían así, como si estuviera a punto de estallar provocado por un cortocircuito entre su cabeza y cuerpo, Lisa negó rápidamente sin mirarla–¿tienes miedo?-se levantó quedando frente a ella, la doctora había ido a buscar pastillas para bajarle la fiebre y se encontraban solas, la menor asintió con su vista clavada en el suelo–No tienes de que preocuparte, desde pequeña tuve que visitar al doctor muy seguido porque soy anémica y mis defensas están muy bajas, al principio siempre me escondía porque tenía miedo pero mi hermano me tomó de las mejillas y acariciándolas me dijo-hizo lo que estaba describiendo y la castaña abrió sus ojos con sorpresa, que le haya dado la mano estaba bien, pero esta cercanía se sentía demaciado peligrosa y asfixiante en el buen sentido–«Nunca debes tener miedo, siempre estaré para ti aunque no te des cuenta, las niñas bonitas y valientes pueden con todo» y yo estoy segura de que tú eres una de ellas-concluyó dejando de imitar la voz de su hermano y plantando un casto beso en su frente.

Un gesto tan inocente puede desatar hasta los más impuros pensamientos, dicen que cuando llega la persona correcta cambias sin darte cuenta, pero y si no llega en el lugar y momento indicado ¿pueden cambiar las cosas con solo quererlo?¿puedes modificar un destino ya escrito porque así lo deseas? Muchos dicen que sí, otros que no, pero ¿ellas lo lograrán?



Holis🙋.
Aquí una nueva historia con una temática un poco diferente a las demás, espero que sea de su agrado «no pasará lo mismo que con My girl, es que perdí la información de la historia y aún me costará un poco volver a acceder a ella». Los amo😍😘.

Byebye🙋.

Fantasía prohibida (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora