Capitulo 7 Noches placenteras...

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"...No solo se adentraran en mi piel...en cada paso que de...ellos se acercan a mi alma...y me hacen fundir todo mi ser..."

Abrió los ojos encontrándose sola dentro de una cama vacía, a su lado solo hallaba sabanas frías, que ella presionaba con fuerza, ¿desde cuando que los extrañaba?, poso las manos sobre su pecho, su corazón latía con fuerza tan solo en pensar en ellos -¡no!- se dijo así misma, tenia que odiarlos! ¡odiarlos!, le habían arrebatado todo , su libertad, su vida entera, hasta su cordura

Se puso de pie con sus pensamientos confundidos, caminando por los interminables pasillos, hasta que hallo ese sitio que habían preparado para ella, un bello jardín, el cual parecía los campos elíseos que el mismo infierno, se sintió mas aliviada y tranquila al ver algo parecido al mundo perdido dando un ligero suspiro, levanto la vista al sentir que nuevamente se había perdido en sus pensamientos cuando un pequeño perrito marrón, le miraba fijamente para luego salir huyendo de ella

-¡es...espera!-grito saliendo detrás del cachorro, la verdad era una persona amigable con los animales, le era extraño que escapara de ella, corrió pasando a través de un pequeño bosque que había, entre arbustos y hermosos rosales rojos, yacía, una pequeña lapida frente a ella-¿Qué es esto?- se pregunto sentándose frente a la tumba de la desconocida –Rin...¿Quién eres? ¿también estuviste atrapada como yo? ¿esos demonios te hicieron sufrir?..., por favor necesito su ayuda...-una lluvia de pétalos cayó sobre ella

Una imagen apareció frente a ella, una mujer de cabello castaño y un poco mas corto que solía usar, miraba con tristeza el horizonte-¿acaso sufriste lo que yo estoy sufriendo?-le pregunto, sin embargo aquella joven parecía no escucharla, cuando un par de brazos la envuelven, abrió los ojos al ver que se trataba de uno de sus carceleros

-¿Qué sucede?-le pregunto besando su hombro, mientras que ella se removía entre sus brazos, no parecía tenerle miedo o un acto de rechazo, simplemente cerraba sus ojos parecía que lo estaba hasta disfrutando

-aun no he dado noticias-respondió volteando hacia él- a pesar de todos los esfuerzos, aun no puedo concebir un hijo

-no te preocupes, pronto tendremos un bebe de verdad

-tu sabes que no, y me duele, los amo a ambos y no puedo darles lo que ustedes quieren, lo que yo quiero...-rompió en llanto-¿de que me sirve ser mujer si no puedo tener hijos?, yo quiero ser madre

-tranquila-le abrazo- también te amo y él también te ama, y creo que va mas haya del deseo de procrear –respondió Obito

-Obito, prométeme que si llega a pasar cualquier cosa, tu y Kakashi buscaran una nueva mujer que amaran y tener la familia que siempre quisieron

-Rin...nosotros

-por favor, prométemelo, solo así estaré mas tranquila mi señor...

-esta bien, lo prometo

Abrió los ojos encontrándose recostada sobre la hierba, aun lado de la pequeña lapida, dejo una pequeña flor con algo de nostalgia-lo siento..., pero yo no puedo amarlos- le dijo entristecida, se puso de pie con un deje de dolor en su pecho sin entender el porque de ese sentimiento, regresando al castillo, notando que era mas tarde de lo normal ¿Cuándo había dormido?, sin mas tuvo un pie en su prisión de oro cuando el peli gris ya la esperaba no con ojos muy alegres

-¿Dónde estabas?-pregunto con una voz de hielo y seriedad, ella le miro a los ojos algo extraño en ella, pero estaba demasiado confundida para expresar su típica personalidad

-estuve en el jardín-respondió algo obvia-solo me dormí y perdí la noción del tiempo

-no iras sola la próxima vez-ella simplemente asintió, no deseaba discutir en ese minuto, ya que podía provocar sus "castigos"- alístate para cenar, en tu habitación deje una ropa para ti- volvió a asentir para retirarse sin decir ni una sola palabra al respecto, ni un reclamo, ni una objeción, provocándolo aun mas, su indiferencia

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