«AU» ★Bajo la luna★ [KillerRich]

Capítulo 3 - Curiosidad

Pov Killer:

Llegamos a los límites de mi territorio en poco tiempo, aunque parece ser que para Rich fue eterno ya que podía sentir una constante vibración sobre mi lomo, justo donde se encontraba él además que se había callado hace un rato. Tal vez estaba dormido o simplemente descansando.
Sea lo que fuere al acercarme un poco más al centro de mi territorio Kau me saludó mientras se acercaba a mí.

– ¡Hey Titi! ¿Tienes el pendiente? –
– Shhh… guarda silencio que traigo a un amigo. Y si, encontré el pendiente. –
– ¿Un amigo? Muestra entonces. –
– Vale, pero no le asustes que está dormido. –

Suavemente me agaché sobre el suelo dejando ver a Rich, el cual sentía que estaba aferrado a mi lomo pues unas suaves punzadas dieron lugar al agacharme. Kau le vió y se quedó un momento callado antes de hablar.

– Aww, qué mono. –
– ¿Verdad? Es super pequeño y tierno. –
– Aunque que yo sepa los felinos nos tienen pavor… ¿Cómo fue que vino contigo y más sobre tu lomo? –
– Bueno… unos lobos del clan Nova casi que le matan si no hubiera sido por mi intervención. Él me agradeció que le salvara y me acompañó camino de vuelta ya que quería saber más sobre mi vida y eso. –
– Ya veo… tan caballeroso como siempre, ¿No su MAJESTAD? –
– Shhh, sabes que odio que me llamen así. –
– Pero eres el hijo del Alfa, prácticamente eres hijo del rey. –
– Lo sé pero… mgh, no importa. Sabes el por qué, no lo repetiré. –
– Vale vale titi… ni una broma puedo hacerte. –
– Mejor vamos, debo dejarle en mi cueva para que descanse antes de que alguien nos vea. –

Dicho y hecho comencé a caminar en dirección a mi cueva con Kau siguiéndome. El camino aunque no fue largo si fue bastante molesto pues cada dos o tres minutos Kau decía "Aww" o "Qué monada de felino" o "Parece un peluche pequeño". Al menos era eso y no sus típicos chistes subidos de tono que me enojan aún más.

. . .

Ya en mi cueva moví las lianas que cubrían la entrada y quité las rocas que funcionaban como puerta (con cuidado de no tirar a Rich, claro) y entré junto con Kau a mi cueva. No era muy bonita ni espaciosa pero era aceptable.
Dejé a Rich con suavidad sobre mi "cama" (que era una roca plana y lisa cubierta de un montón de hojas suaves) y le cubrí con algunas hojas enormes que funcionaban perfectas como mantas.
Una vez cubierto suspiré levemente y salí de mi cueva mientras Kau se quedaba embobado con el pequeño Rich.

– Dios, qué molesto es con las criaturas pequeñas… – dije para mí mismo.

Y lo peor es que era cierto. Kau siempre había tenido ese corazón de miel cuando veía alguna criatura pequeña, tanto que incluso llegaba a actuar como si fuera una madre con su hijo. A pesar de ello no lo podía culpar pues yo también suelo actuar de esa manera, aunque no soy tan dulce o empalagoso como lo es él.
Por suerte ello duró poco ya que a los pocos segundos Kau salió de mi cueva y juntos cerramos la entrada y la cubrimos con las lianas que ocultaban la entrada. Una vez hecho eso decidí hablar con Kau un rato mientras nos dirigíamos a nuestro siguiente objetivo: el salón que de salón no tiene nada.

No pensaba tardar mucho ya que seguramente mi padre sólo quería felicitarme por no humillar al clan con mi derrota en ese combate. A diferencia de las familias afectuosas que suelen tener los perros y esos animales domésticos yo y mi familia no nos llevábamos nada bien, o bueno, no exceptuando a mi hermano con quien tenía un vínculo afectuoso de amigos-enemigos. Por un lado nos tratábamos como amigos jugando entre nosotros y molestándonos de vez en cuando y por otro nos peleábamos por todo, aunque nunca terminaba en nada ya que Kolo siempre me ganaba de una u otra manera ya que, aparte de ser el mayor es el favorito de mi padre por lo que solía entrenar prácticamente siempre y me tenía ventaja. Aún así nos queremos.