- ¿Escuchaste eso, JongHoon? - Miro al mas alto en espera de una respuesta, pero este ni siquiera le había escuchado - ¡JongHoon!
- ¡Estoy junto a ti, idiota! - Llevo su mano hacía su pecho intentando calmarse a causa del susto que había recibido.
- Pues no pareces estarlo, te ves en las nubes desde hace unos días.
- Ideas tuyas - Agito su mano en señal de restarle importancia al asunto.
- De seguro la universidad lo esta dejando tonto - Y esa era su madre sumandose a la burla.
- ¿No tienen algo mas productivo que hacer?
- Nada puede ser más agradable que fastidiar la vida de mi dulce retoño.
- Que fastidiosos - Tomo un par de bocadillos de la mesa y se fue a su habitación. Necesitaba alejarse de esos locos cuanto antes.
Con algo de dificultad abrió su habitación y dejo caer los bocadillos sobre la cama, ya después se preocuparía por limpiar el posible desastre que haría. Camino hasta la ventana y no pudo evitar recordar lo que había sucedido con el chico castaño hace algunas noches, desde ese día no lo había vuelto a ver y no es que lo estuviera evitando o algo parecido, pero no consideraba necesario salir de su casa y toparse con él por accidente.
- ¿Desde cuando eres un cobarde, JongHoon? - Mordió el trozo de galleta que había robado de la cocina y miro hacia el exterior. Se sentía un preso en su habitación; no dandose oportunidad de pensarlo más, abrió la ventana y dejo que el aire fresco le diera en el rostro. Lo que se perdía por idiota.
Aspiró el fresco aire que ingresaba a su habitación y por un momento se sintió mas liviano, los problemas de ser un joven adulto comenzaban a pesar sobre él. Por pura curiosidad llevo su mirada hasta la ventana del castaño y de un momento a otro sintió su rostro palidecer. Sintió que los restos de la galleta se iban directo a su traquea y comenzó a toser como loco.
Pasaron un par de segundos hasta que finalmente pudo tranquilizarse, con cautela, llevo su mirada de nuevo hacía la dichosa ventana. Y ahí estaba, el maldito mocoso por el que casi perdía la vida. El castaño se veía muy sorprendido, cualquiera lo haría después de ver a un idiota estar a punto de morir a causa de una galleta. Eso sin duda sería digno de su patética vida.
Observo al castaño por un par de segundos más antes de adentrarse a su habtación, estaba adquiriendo una forma muy extraña de encontrarse con ese chico. Miró las cosas que había tirado sobre la cama y torció sus labios en señal de disgusto. Saldría a dar un paseo y dejaría de lado sus deberes como ser humano.
- ¡Iré a dar una vuelta!
- ¡Si te encuentras a un chico lindo lo traes a comer!
No dudo en salir casi corriendo de su casa, su familia estaba mas allá de la locura.
- Bola de lunáticos sin nada que hacer.
Paso frente a la casa de su raro vecino, ese chico lo hacia sentirse confundido y eso no le agradaba. Le dío un último vistazo a la casa y siguió con su camino, no tenia ni la más remota idea de a donde iba, pero con estar lejos de su casa le era suficiente. Caminó por un par de segundos hasta que se vio frente a una cafetería, sus fosas nasales fueron cautivadas por el suave olor a café que emanaba del lugar. Contando mentalmente cuanto dinero había metido a su bolsillo ingreso a la cafetería y se dejo guiar por aquello droga.
Minutos después y un pequeño vaso con café en sus manos se encamino de regreso a su casa, ese era el segundo café que se tomaría, el primero se lo había tomado dentro de la cafetería. Recordó la conversación con su hermano y un joven de melena castaña llego a sus recuerdos.
- Así que estamos en la misma universidad - Miró a un par de personas pasar junto a él y de repente el sentimiento de soledad regresó a su cuerpo - Ya debería acostumbrado a este sentimiento.
Hasta el momento no le había dado ni un solo sorbo al cafe, así que imaginaba que hasta llegar a casa se vería en la obligación de tomarlo. Era increible como el estado de ánimo le quitaba las ganas de todo. Divisó la calle que lo llevaría a su casa y no pudo evitar sentirse menos deprimido.
- Deberían llamarle la calle del calvario.
- Nadie vendría a vivir a este lugar si se llamará así.
El pelinegro dio un pequeño brinco al oir esa voz detrás de él ¿En qué momento había llegado junto a él?
- Salí a comprar unas donas - Señalo la bolsa donde estaban las mencionadas.
- Uh... comprendo - No sabía que hacer así que permanecío frente al castaño esperando a que este dijera algo más, pero como se le notaba lo idiota... - Oye... tus donas necesitan ser remojadas en un buen café - Miró hacía otra dirección y levanto el café que llevaba en las manos - Yo compre este hace unos minutos pero decidí no tomarlo, ¿quieres?
El castaño pestañeó un par de veces y luego sintio su rostro arder, el chico de sonrisa linda lo estaba embrujando.
- No lo he probado si es lo que te preocupa - Aclaró al ver que el castaño le miraba inexpresivo.
Esas palabras parecieron hacer reaccionar al menor pues rapidamente tomo el café en sus manos tirando un poco de el sobre su camisa. Bendita fuera su suerte para hacer el rídiculo.
- Lo siento, no era mi intención...
- Fue mi culpa - Se apresuro a aclarar al ver al mayor tan preocupado - Fui muy descuidado.
JongHoon le observo en silencio, la manera tan torpe de actuar del chico le recordaba a sus epocas de enamorado. ¿Enamorado? Agitó su cabeza para sacar todo esos pensamientos y le dio una leve mirada a las demás casas, su madre le había pedido que llevara a alguien a comer.
- ¿Te gustaría venir a mi casa a comer?
KyuHyun sintio sus piernas temblar y sujeto las cosas que llevaba en sus manos con fuerza para no dejarlas caer. El moreno tenía un leve rubor en sus mejillas y eso solo lo hizo desestabilizarse más de lo que ya estaba.
- Me encantaría - Terminó aceptando no siendo consciente de que no sabría como actuar por mas tiempo frente al moreno.
- Entonces, ven - Tomó de la mano del mas alto y lo hizo seguirle los pasos - Mi familia es algo especial así que te pidó disculpas desde ya.
El castaño asintió y una diminuta sonrisa se poso en sus labios, llevo su mirada hasta donde su mano se entrelazaba con la del moreno.
"Es tan suave y pequeña" Sonrió para sus adentros y se dejo llevar por el mayor.
Ese sería uno más de sus hermosos recuerdos.
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Mi Eterno Enamorado
FanficKim JongHoon se la vive dándole consejos de amor a sus amigos, pero el jamás se ha enamorado. Cho KyuHyun tiene prohibido enamorarse, pero tarde se dará cuenta que ya ha entregado su corazón.