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Su curiosidad iba incrementando, unos decían que ella era un fantasma, otros decían que era una bruja, hubieron comentarios de que ella
mataba a los que estuvieran solos en la noche, descartó está última ya que a él no le había pasado nada. Así que durmió todo lo que quedaba del día y esperó la noche.
Se despertó pasadas de las 9:10 de la noche, se apresuró a levantarse, tomó la otra sombrilla que tenía y salió a la calle. Llegó a la esquina en donde la había encontrado anteriormente,
así que tomó asiento en la banqueta, no estaba lloviendo, por lo que podía esperar sin ningún problema.

Alix se preparo para salir, esta noche era la más triste, recuerdos del pasado se le presentaron en su mente, unos tras otros. La lluvia ya estaba cayendo fuerte, tomó la sombrilla y sin abrirla comenzó su recorrido de siempre. Sus lágrimas caían, no intentó esconderlas puesto que no había quien las viera, además de que la lluvia las borraba.

Se quedó parada como a 3 metros de ese chico extraño cuyo atuendo era el mismo que la vez pasada. Bastaron solo 5 minutos para que él se diera cuenta de la presencia de Alix gracias a que la lluvia había llegado, se apresuró a levantarse mientras abría la sombrilla, saludó “—Hola, espero no molestarte de alguna manera”, Alix negó con la cabeza y le extendió la sombrilla que le había prestado la noche anterior. El notó sus ojos
hinchados “—¿Por qué lloras?, puedes quedarte la sombrilla, la compré para ti”.

La curiosidad de Alix tomó el control de su boca “—¿Por qué me hablas?”, no trató de ser amable, el sonrió y le contestó firmemente, “—Porque me agradas, ¿puedo caminar contigo?” ella dudosa asintió y caminaron por toda la calle. Una de las vecinas
chismosas que vivía cerca de ahí asomó su cabeza, discretamente, por la cortina y no podía creer lo que sus ojos veían.

Alix comenzó a sentirse menos sola, mientras caminaban, ella supo un par de cositas sobre él, como que se llama Regan y que le gusta hablar bastante. Ella también habló, le contó la razón por la que lloraba, por la que le gusta caminar bajo la lluvia, su nombre. Sin parar vieron como comenzaban a salir los primeros rayos de sol, se
despidieron en el cruce y cada uno caminó a su respectivo hogar.

Mezcla de lágrimas y lluvia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora