Eventos Afortunados (Drarry/Harco)

El monstruo bajo la cama

//Dije que no iba a encadenarlos pero bueno a ver este de cierta forma está encadenado "te encontré"//

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Altais es el nombre de una estrella, una estrella muy grande y brillante perteneciente a la constelación Draco, no es un nombre muy común para una niña pero ese había terminado siendo con el que lo había nombrado su padre, el otro no había tenido ni voz ni voto en el asunto.

Al no ser un nombre común la convertía en una persona única, era una niña hermosa de mirada bondadosa y brillante, sus ojos verde aceituna, su cabello rubio intenso tendiendo al castaño con hermosos tirabuzones que adornaban su cara. En sus labios una sonrisa feliz, complementándose con los hoyuelos en sus regordetes cachetes. La grasa de bebé aún no había desaparecido por completo.

Sus rasgos físicos no eran parecidos a los de sus padres adoptivos, por supuesto que no, sus padres habían muerto en la segunda guerra mágica, al no encontrar parientes biológicos pues aquel mago y la mujer muggle casi habían borrado sus huellas para no ser encontrados, lastimosamente los mortifagos si lo habían hecho, ella había sobrevivido por obra de Merlin, terminando en manos del ministerio junto con otros pequeños. Y siendo rescatada de allí por Harry.

La pequeña estaba por cumplir cuatro años y era una niña feliz, una niña ansiosa por conocer las repuestas a todas aquellas tan importantes preguntas que atormentan a los niños a esa edad ¿Papi por qué los elfos tienen las orejas largas y puntiagudas? ¿Papi por qué la tarta de calabaza no es el color de la calabaza? ¿Papá por qué no puedo tocar los papeles de tu escritorio? ¿Papá puedo adoptar un dragón? ¿Papá porque la magia existe? ¿Papá puedo ser una princesa muggle?

Aquella curiosidad innata la metía en grandes problemas, a ella o a los elfos que solían vigilarla cuando sus padres la perdían de vista.

También era una niña muy testaruda, algo que recordaba muy bien de aquella vez...

Cuando él la regaño por convertir todos los papeles importantes de su escritorio en ropa y accesorios para la corte real que había instalado, enviar otros tantos pergaminos con los elfos para que los entregarán a sus tíos y demás familiares como si de decretos reales se tratase. Y todos los demás convertirse en pelotas de papel.

La pequeña tenía prohibida la entrada a su despacho sin la presencia de él o Harry, pero Altais podía convencer al mismísimo ministro de magia de obtener algo que quería.

Habiendo quedado al cuidado de los elfos, pues Harry había tenido que salir urgentemente a una misión y Draco estaba tramitando asuntos en el ministerio. Sus abuelos de viaje por Francia y ningún adulto que pudiera estar al instante con ella, ella aprovechó la ocasión.

La pequeña princesita que se consideraba dueña y señora de la mansión en ausencia de ellos, instaló su reinado en el despacho de su papá, debía culpar a la tía Hermione y sus películas de princesas para niñas muggles, ella también quería su propio trono, el palacio era la mansión por su puesto.

Cuando Draco llegó, estuvo a punto de sufrir una especie de colapso nervioso al encontrar sus despacho en tal estado, los tres elfos de la mansión con sus importantes documentos colocados a modo de sombrero.

Y una especie de tiara sobre la cabeza de su hija con aquel pergamino de bordes dorados que había sido una adquisición costosa para su biblioteca.

—¿qué estás haciendo? — levantó la voz Draco llamando la atención. Sorprendida ella su magia hizo aparición, convirtiendo el lugar en una lluvia de papeles mágicos. Aquello había hecho enorgullecer a Draco, sería una bruja poderosa.

— Altais no vas a escuchar más historias para niños muggles, debería contarte la historia el basilisco... — fue tarde para callar sus palabras.

—¿quién es el basilisco papá?

Fue en ese momento que Draco supo que estaba en graves problemas, porque si no le daba una respuesta adecuada ella le preguntaría a Harry y Harry se molestaría y todo ello conllevaría a que la situación se le escapara de las manos.

Draco no tenía tacto para hablar, busco y busco cómo responder la pregunta, las historias muggles que había escuchado de la comadreja amenazando a sus hijos de que en caso de no dormirse el monstruo bajo la cama los asustaría le dio la idea, decidió aplicar esa misma técnica.

— El basilisco es el monstruo que habita bajo la cama de las niñas brujas que son muy traviesas y no escuchan a papá. Pero el basilisco solo asusta a las brujitas que se portan mal, si te portas bien no tienes porque asustarte. — a Draco le pareció una respuesta adecuada aunque no verdadera.

—pero yo no me porto mal papá — Altais lo miró y un par de gruesas lágrimas cayeron por su rostro, luego usando cada gramo de arrogancia y orgullo que había aprendido de su padre se bajó del sillón saliendo del despacho sin perder la compostura.

Draco pensó que el asunto se le olvidaría pronto, la mantuvo vigilada el resto de la tarde y parecía haber regresado a sus actividades y juegos habituales, claro él no esperaba que horas después su pequeña niña se presentará en la recámara de sus padres cuando estos dormían, tirando de su serpiente de peluche bajo un brazo para decir en voz un poco quebrada manteniendo aún su orgullo Malfoy evitando llorar.

—papi Harry yo no quiero que el basilisco viva bajo mi cama. — parecía que en cualquier momento se echaría a llorar — papi Draco ya no voy a jugar con tus documentos importantes, ¿le puedes decir que se vaya por favor?

Harry sin entender lo que pasaba subió a la pequeña a la cama entrecerrando sus ojos para enfocar a Draco que estaba simulando estar profundamente dormido.

—Draco Malfoy, ¿has sido capaz de decirle a nuestra hija que un basilisco vive bajo su cama? — no lo podía creer, envolvió a la pequeña en sus brazos acostándola entre ellos, era una medida preventiva para evitar matar a Draco por su falta de tacto

— no hay ningún basilisco bajo tu cama Altais

—¿seguro papá?

— estoy seguro, pero no te preocupes mandaremos a tu papá Draco a revisar, es más hoy dormirá allí para asegurarse ¿verdad amor? — Harry intentó endulzar su pregunta estaba realmente molesto

— Potter ... 

— no hay Potter, Draco ve a asegurarte que no hay nada bajo la cama de nuestra hija. Espero una buena explicación después.