Capítulo 9: Memories in a dream

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La oscuridad inundaba la isla de los perdidos, el frío y la brutalidad de la brisa acotaba que todo residente del lugar permaneciera en sus sucias madrigueras, para las ratas de aguas saladas en barcos. Solo los animales fuertes se manejaban en el exterior donde reinaba la noche.

Lobos, siendo exactos dos, corrían por las tablas de los pasillos y callejones saltando o simplemente esquivando los obstáculos que los estorbaban, la competencia por quien era el más rápido se decidió en pasar por los ruinas de uno de los naufragios del capitán Hook, solo era atravesar uno de los agujeros que el mayor paso sin ningún problema.

-- ¡Vamos, pequeña! La luna no espera. - Sirhan, el lobo feroz, le hablo tras pasar al otro lado sin ningún rasguño. Su hija con las orejas hacia abajo lo observaba con miedo, era una niña pero de igual manera la entrenaria para esta vida miserable en aquella isla.

El lloriqueo de la cría era agudo, sus patitas traseras retrocedían conste oia el rechinar de la maderas flojas, el mayor le ladró como advertencia antes de saltar, lo estaba haciendo bien pero fue cuándo esa traicionera tabla se rompió cayendo con ella, la lobita aun no tomaba su elección de natación con el mar bravo.

--¡Runie! - sin dudarlo se lanzó al bravo mar para alcanzar a su hija quien trataba de contrarrestar la corriente firme y horrible, llorando, tuvo que hundirse para aprovechar todo el impulso de la corriente y aparecer cerca de la cachorra quien mantenía sus patitas moviendose como podía para no ahogarse, la tomo por la parte del cuello.

Tras esfuerzo ambos lobos estaban en la orilla, sacudiéndose y tosiendo el agua que tragaron por casi ahogarse, el adulto en vez de gruñirle o reclamar como cualquier escoria habitante allí cuando se transformaron en humanos la abrazo lo mas fuerte posible para que no se le vuelva a ir.

--Oh, mi chiquita salvaje... eres muy pequeña para estos terrenos...

-- O no son para pulgosos como ustedes, Fierce.

-- Lo que me faltaba, un pirata cobarde... -murmuró el lobo feroz que poco a poco dejaba a su hija que miraba con timidez al hombre de vestimenta escarlata.

-- Ya muchas veces te he encontrado deambulando por mis barcos

-- Hundidos y abandonados.- aclaró, teniendo razón.

-- ¡No me interrumpas!- Ejem, no quiero que pestes como tu o tu cría pasen por mis naves. ¡Smith, sacalos de aquí!

-- Le deseo a tu hijo que no siga tus pasos, y que no le tema a un cocodrilo. -observo al jovencito atrás del capitan que tuvo de rival a un duende volador, gruñendole al mismo pequeño para que se volviera a ocultar tras su padre.

-- Por aquí, señor Fierce - se hizo aun lado para que pase el hombre más alto que él y que de su capitán pasará de la mano con la niña - Oh, como estas chiquilla? Estas alta! - Runie le sonrió mostrando la hilera de dientes donde habia un que otro hueco donde restaban algunos, así se ganaba una unas galletas de parte del adulto de gorro rojo.

-- Hasta nunca jamás, "sin Garfio". Nos vemos Smith. -agarrabdola de los brazos la puso a su espalda haciendole caballito, saliendo corriendo.

--¡Es Hook! ¡cangrejo peludo! - su brazos que poseia su garfio iba a sacudir, pero se dio cuenta de que no lo llevaba. Observo una vez más a lo que se iban rápido, la niña mostraba triunfante su garfio con sus brazos estirados -- ¡SMIIIIITH!

Entre risas y carcajadas los dos ladrones de orbes ámbar se salieron con la suya perdiéndose entre lo opaco de los callejones que se unían al muelle.

Una vez que llegaron cerca de la calle dónde podría decirse que estaba su casa comenzaron a trepar las demás construcción, o mas bien el masculino de cabellos medios grisáceos. Caminando y manteniendo el equilibrio en tablas que unían  un techo de otro llegaron hasta uno construido del lugar más alto de la isla, algo donde podrían dormir tranquilamente hasta que encontraran algo fijo.

Construido con chapas, maderas y algunas telas cocidas para que no entrar frío que los cubrirse, por encima unos focos pequeños de colores que les alumbrará un poco; dentro almohadones con parches y sábanas sobre algo parecido a heno para mantener el calor, lo que más disfrutaban era la vista donde la luna era la protagonista.

-- Hora de dormir, niña traviesa - la tapó bien con una de las brazadas para poner otra luego dandole posterior a una muñeca de trapo sucia que ella misma le quito a una niña - Mañana vamos a dejarle su garfio a James en la punta de su bandera pirata.

-- ¡Cuéntame otra vez la historia, papá!

-- No te cansarás de escucharla nunca, verdad?

-- ¡Nunca!

Sin remedio exhalando el hombre se rindió ante competición de la infante, se acostó al lado de ella, mirando al mismo tiempo el techado de lienzo.

--- Bien... érase una vez un lobo desinteresado por las cosas que ocurrían en su hogar, el bosque, habiendo fracasado con su intento de comerse a los cerditos quiso descansar por un tiempo de la mala fama y sentarse en tranquilidad de los pinos y las flores.

Pausando corroboró si su hija prestaba atención y así mismo fue para continuar

-- Un día una presumida jovencita de caperuza roja pasaba por los senderos, alardeando su ropa a todos los animales del bosque. <<¿Te gusta mi caperuza?>> el lobo no le contesto, la niña comenzó insistir tanto ¡hasta que lo colmó!; << No, no me gusta. Me parece desagradable y tu mocosa eres insoportable, busca atención en otra parte >>

-- Que feroz!

-- Así era tu padre de joven~ haa... ¿en que iba? ¡cierto! La niña llorando se fue, toda fea y horrorosa  con esa caperuza roja. Resentida se hizo la víctima diciendo de que iba a visitar a su abuela y que un lobo feroz la ataco a ella y su abuelita... ¿Que hizo el lobo?

-- ¡Hizo eso!

-- Muy bien! Si creían eso, había que hacerles realidad la mentira. Destruí la casa de su abuela, mordí a la caperucita y el leñador se quedo atónito... pero como siempre, cuentan lo que quieren oír. Por eso, cuando te colmen hazle peor lo que dicen.

-- Y como termino?!

-- Papá se salió con la suya, como siempre... y termine aquí contigo mi nauseabunda bestia!. -le hizo cosquillas para que echara a reír, le dio un beso en la frente y volvio a ponerle las mantas hasta arriba acomodando sus desordenados cabellos - Ahora duérmete, sueña con cerditos~

--- Sueña con cerditos~ -bostezandocomenzo a cerrar sus párpados cayendo rendida junto a su muñequita en brazos. El majestuoso animal que se convirtió su padre nuevamente, de pelaje blanco por los años, acostandose a su lado rodeándola colocando su pera en la espalda de la niña, durmiendo junto a ella despues de observar la luna llena.

Fue ahí cuando Runie se despertó, acurrucada en las mantas que la mantenían caliente, en el mismo lugar de su sueño, en la isla de los perdidos. Ojeo la calle donde niños se juntaron para ver unos papeles del repartidor de periódicos.

Fue allí cuando puso sus ojos en blanco y se tapo hasta la cabeza al ver que en la portada de la principal estaban los VK que llegarían ese en unos días para reclutar a los niños. Y allí una vez más comenzarían a bailar y cantar con su llegada.

Con lo que paso con su reclutamiento hace casi un mes y el mal entendido que la llevo devuelta a su sentencia en la isla con Gil y Harry, no queria saber nada sobre Auradon o de Mal.

Hasta el momento, queria volver a dormir para más tarde ir a Ursula's Fish and Chips.

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⏰ Última actualización: Feb 25, 2023 ⏰

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ℓα мιяα∂α ∂єℓ ℓσвσ »Ⱨ₳ⱤⱤɎ ⱧØØ₭« //pausada, pronta renovación//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora