𝑰𝑵𝑬𝑵𝑻𝑬𝑵𝑫𝑰𝑩𝑳𝑬 [𝑳𝑨𝑴𝑺 𝑫𝑬𝑷𝑹𝑬𝑺𝑰𝑽𝑶]

❝𝐑𝐎𝐓𝐎❞

Era de noche, John estaba a punto de ir a dormir.

Al acostarse, se acomodó en la cama, buscando una posición que le sea lo suficientemente cómoda como para dormir feliz y tranquilo.

Había estado hablando un buen rato con Alexander hasta que John le dijo que se iba a dormir.

Miró al techo por unos segundos para luego cerrar los ojos y quedar profundamente dormido, se había acostado bastante temprano puesto que el día siguiente tendría clases.

***

John se despertó, la alarma había sonado, se preparó como normalmente lo hacía y salió directo a la secundaria.

No vió a Candia por el camino por lo que pensó que no iba a asistir ese día al instituto.

Pero para su sopresa Alexander se encontraba en la entrada charlando con Eliza.

-¡Hola!-Saludó el emo bastante animado.-Llegué antes y estuve hablando con Eliza.

La joven lo saludó bastante alegre moviendo levemente su mano.

A John no le dio tiempo de decir nada más ya que el timbre sonó.

-Nos vemos luego.-Dijo Laurens dirigiéndose a su clase.

-¡Nos vemos!.-Se despidió Candia.

Todo transcurrió con normalidad, el de pecas esperaba ya la hora del receso ya que no había podido hablar con el depresivo en el camino.

Salió algo rápido al patio escolar para ir a encontrase con Alexander, el cual estaba sentado en una de las bancas esperándolo.

Se sentó a su lado y comenzaron a hablar como normalmente lo hacían, sin preocuparse por el resto de estudiantes que se encontraban allí.

Eliza llegó a los minutos de que este dúo de inentendibles empezara a hablar.

-¡Hola!-Saludó animadamente para luego sentarse.

-¡Hola, Eliza! -. El emo parecia realmente feliz.

-¡Hola!-Saludó de igual manera John, no quería parecer descortés.

Aunque a Laurens le pareciera extraño que Candia haya entablado una amistad algo rápida con Eliza, no dijo nada. De todos modos siempre estaría bien tener amigos nuevos. Le alegró aquello.

La chica se sentó junto con ellos y empezaron a hablar.

Tiempo después, la campana sonó, y fueron a sus clases que como siempre transcurrieron con normalidad. Peor que haya un tiroteo escolar.

No paso nada más que fuera muy interesante, simplemente John se fue a su hogar luego de hablar un rato con Alexander.

Caminó con lentitud hacía su casa, observando cómo el sol se iba ocultando en la lejanía. Era muy bonito, algo digno de apreciar.

Al llegar a su hogar, después de cenar, John se dirigió hacia su habitación. Estaba demasiado cansado aunque la noche anterior había dormido bastante bien.