prólogo

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Sintió como un largo pitido le dificultaba escuchar bien, no la dejaba saber donde estaba, nada venia a su mente ni de ella misma.

Abrió sus ojos con dificultad, su mirada se encontró con unos ojos verdes, rotos por dentro. El chico se acerco a ella, con sus ojos lagrimosos la abrazo fuerte.

Marinette.

Pronunció haciéndola recordar su nombre, quien era ella.

Este se separó de ella, mirándola alegre, pero ella no tenía la misma expresión, no lo conocida.

A su alrededor había más personas; las únicas que logró reconocer fue a Chloe y Nino. Una chica castaña se acerco llorando a ella, abrazandola aún más fuerte que el rubio, también se acerco temeroso un chico de mechas azules. La que sobraba era una chica peliazul, quien mantenía la mirada agacha.

Todos parecían estar lastimados, ella era la única que estaba de apariencia presentable.

─ Marinette, Marinette ¡Por favor responde! ─ pidió el chico entre sollozos, le rompió el corazón verlo así.

─ y-yo... ─ todos se calmaron un poco al escucharla por fin hablar ─ ¿quién eres?

El universo del rubio quedó congelado, sintió como si algo atravesará su estómago. No podía moverse, todo a su alrededor era blanco y negro. La mirada de la chica daba a entender que en verdad, ella no lo reconocía.

─ n-no me recuerdas... ─ seguía llorando sin consolación, Marinette ya se estaba asustando.

─ chica, por favor, dime que recuerdas todo ─ preguntó la morena, conteniendo sus lágrimas.

─ y-yo, no se quienes son...sólo conosco a Chloe y Nino ─ los dos chicos de ojos verdes y el ojiazul rompieron en llanto.

"No recordara nada desde el día que fue Ladybug por primera vez, por lo tanto no recordaba a nadie que conoció en ese día en adelante."

Los tres chicos recordaban esas palabras, pidiendo por favor de que las cosas no sean asi, y que por lo mejor recordaba a uno.

─ ¿m-me pueden explicar...esto? ─ preguntó aún ajena a la situación.

Estaban en la que parecía ser una mansión, destruida por alguna pelea o algo.

─ Adrien, será mejor que nosotros la llevemos a casa.

El mundo de Marinette también se detuvo al escuchar ese nombre. Se le hacía familiar, su estómago se retorcio al tan solo escucharlo.
Pero aún así, aunque ese era el nombre del chico de cabellos rubios, se sentía muy desconocido para ella.

Adrien asintió, sin parar la mirada.

Nino y Chloe se acercaron a ella extendiendo su mano para que los acompañe. Marinette seguía sin entender.

¿por qué Chloe la niña más odiosa de París y Nino el chico que siempre estaba solo con el que apenas cruzaba palabra, la trataban como si fueran amigos?

─ confía en nosotros, Marinette ─ dijo con una sonrisa agradable la rubia, la peliazul seguia muy perdida.

¿era una broma de mal gusto o que? Dudosa aceptó, abandonando la habitación aún con muchas preguntas.

─ Rena Rouge, es tu hora ─ Luka vio como la chica volvía a ser la heroína zorra.

Aún con el corazón echo pedazos, tomo su flauta y se fue para hacer su trabajo con sus poderes. Luka también se transformó para irse a hacer su parte.

Adrien calló al suelo, dejando salir toda su frustración y tristeza. Estaba roto, le habían arrebatado lo único que le quedaba.

Kagami seguía firme, también dejando caer sus lágrimas, toda esta situación podia con ella, ver a su aún amado destrozado también la lastimaba, y  su única amiga en el mundo, ya ni la reconocía. Habían perdido a Marinette, a Ladybug.

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